El comercio de América Latina con China tuvo un crecimiento espectacular en 2003, pero tras los beneficios de este pujante intercambio se vislumbran problemas para la región, señala un informe presentado este miércoles por la Cepal en Santiago de Chile.
La Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) destaca en su reporte anual sobre la inserción internacional de la región que las exportaciones hacia el mercado chino crecieron 72,1 por ciento en el último año, para totalizar 10.870 millones de dólares.
El incremento de las ventas a China fue el fenómeno más destacado de 2003, año en que las exportaciones de América Latina y el Caribe en general crecieron 8,3 por ciento, de acuerdo al informe que presentó el ex ministro argentino y actual secretario ejecutivo de la Cepal, José Luis Machinea.
La agencia regional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con sede en esta capital, señaló que el aumento de las ventas externas se debió a mejores precios y a un mayor volumen de colocaciones de productos básicos, como cobre, petróleo, soja, café, algodón, lana y azúcar.
La elevada demanda de Estados Unidos, la Unión Europea y los países asiáticos en desarrollo, sobre todo China, influyó en la recuperación del comercio regional, que a la vez se caracterizó por la persistencia de bajos volúmenes de importaciones.
Por primera vez en 13 años los países latinoamericanos y caribeños acumularon un superávit comercial de 25.500 millones de dólares, y un superávit en cuenta corriente de 2.800 millones de dólares, sin precedentes en el último medio siglo, agregó Machinea.
Las perspectivas para este año se presentan mejores, de la mano de la reactivación de la economía mundial, con un crecimiento de las exportaciones en el primer trimestre de 17 por ciento, con relación a igual período de 2003, según los datos más actualizados de la agencia.
Otro signo positivo fue la recuperación de las exportaciones entre las economías latinoamericanas tras una caída de dos años consecutivos. El comercio intrarregional, de 60.000 millones de dólares en 2003, siguió siendo sin embargo inferior en cuatro por ciento al registrado en 2000.
Los precios de las manufacturas que vende la región crecieron a un ritmo menor que los productos básicos, lo cual sigue representando una desventaja para la inserción en la economía internacional.
La recuperación de las exportaciones y del comercio intrarregional son buenas señales. Ahora debemos buscar cómo desarrollar una base exportadora con mayor valor agregado a partir de las ventajas comparativas ya conocidas, con capacidad para incorporar nuevas tecnologías y con efectos más favorables sobre la creación de empleo, observó Machinea.
En la visión de los expertos de la Cepal, si América Latina y el Caribe no incorporan a su oferta exportadora productos con mayor grado de elaboración encontrarán una creciente competencia de la propia China.
El gigante asiático ocupa actualmente el cuarto lugar en el mundo como exportador y tercero como importador, gracias a las perspectivas que le abrió su ingreso en 2001 a la Organización Mundial del Comercio.
En 2003 las ventas de Argentina a China crecieron 143,4 por ciento, las de Brasil en 79,9, las de Chile en 58,5, las de Perú en 13,1 y las de México en 11,7 por ciento, según el informe de la Cepal.
Las exportaciones latinoamericanas a China aumentaron de 6.317 millones de dólares en 2002 a 10.870 millones en 2003. En el mismo período las ventas a Japón crecieron de 6.351 a 7.351 millones de dólares.
El Mercado Común del Sur (que conforman Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) aumentó sus exportaciones al mercado chino en 96,5 por ciento el último año. China se convirtió en el segundo país de destino de las exportaciones brasileñas, al recibir productos por un valor de 4.500 millones de dólares.
Los efectos son diferentes para México, América Central y el Caribe, que han enfrentado el agresivo crecimiento de las exportaciones chinas de bienes provenientes de la industria liviana, como textiles, confecciones, calzado, juguetes, electrodomésticos y herramientas, indicó Cepal.
Las ventajas del comercio con Beijing pueden aminorarse también para los demás países de la región, en la medida en que China, con más de 1.300 millones de habitantes, continúe diversificando su capacidad productiva y comercial en segmentos del mercado intensivos en mano de obra gracias a su ventaja de precios.
China es más competitiva en los salarios y en el costo laboral por unidad de producción que México, donde los salarios equivalen a 7,8 veces los de los chinos, o que Bolivia (3,7 veces) y Chile (12,5 veces), consignó el reporte de Cepal.
El ex ministro secretario general de la presidencia Edgardo Boeninger (1990-1994), actual senador designado, señaló que Chile tiene por el momento a China e India como dos colchones para su expansión comercial, por ser éstas dos economías pujantes y mercados inmensos que se están abriendo.
China va a ser pronto la segunda economía mundial e India (con más de 1.000 millones de habitantes) va a tener más población que China de aquí a 20 años. Entonces, pareciera no haber mayor urgencia. Pero va a llegar el momento en que ellos van a producir todas las cosas que (los chilenos) exportamos y ahí va a cambiar todo, advirtió Boeninger.