En filas del movimiento radical Hamas no cabe duda de que Israel quiere fortalecer la autoridad del presidente palestino Yasser Arafat sobre Gaza, y que por eso asesinó a dos sucesivos líderes del grupo en tres semanas.
Israel asegura que la ejecución extrajudicial del jeque Ahmed Yassin, el 22 de marzo, y la de Abdel Aziz Rantisi, el sábado, tuvieron el único objetivo de reprimir la actividad terrorista de Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica).
Pero no quedó fuera de foco un dato que sirve de marco a ambas ejecuciones: los anuncios del primer ministro israelí Ariel Sharon sobre la próxima retirada de sus fuerzas de Gaza.
Entre los palestinos de Gaza, existe la convicción de que ambos asesinatos apuntan a debilitar a Hamas en vísperas de la retirada israelí y de que fortalecerán a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), la entidad presidida por Arafat que controla los territorios palestinos autónomos.
El jefe de la inteligencia militar israelí, general Aharon Zeevi Farkas, brindó este martes su propia evaluación de los hechos ante la comisión de Relaciones Exteriores y de Defensa del Knesset (parlamento).
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Farkas afirmó que la muerte de Yassin y Rantisi, ambos residentes en Gaza, desató conmoción y anarquía dentro de Hamas. El movimiento islámico mató a 377 israelíes e hirió a más de 2.000 en cientos de atentados, según el cálculo de las autoridades.
El ex ministro palestino de Seguridad Interna Mohammed Dahlan, uno de los posibles sucesores de Arafat al frente del partido laico Fatah, se prepara para asumir el control de la franja de Gaza con la bendición del presidente de la ANP, sostuvo Farkas.
Funcionarios de la ANP en Gaza están impacientes por dominar a las organizaciones armados y a los movimientos radicales islámicos que controlan el territorio, Hamas en particular.
Mientras Rantisi era enterrado el domingo en el Cementerio de los Mártires de Gaza, a poca distancia de allí el jefe palestino de seguridad en el norte de la región, general Saeb Ajes, mostraba escaso pesar por la muerte del sucesor de Yassin.
La situación de seguridad es muy mala. Empeoró tras el asesinato de Yassin, y más aun tras el de Rantisi, dijo Ajes desde su oficina, fuertemente custodiada.
En el corto plazo, Hamas obtendrá muchas muestras de simpatía, lo cual dificultará cualquier eventual acción que la ANP disponga contra el movimiento radical, agregó el militar palestino.
Pero la ANP continúa siendo la principal fuerza de Gaza si se pondera su disponibilidad de efectivos, armas y equipamiento y la extensión y fuerza de su organización. En caso de un enfrentamiento decisivo con Hamas, la ANP prevalecerá, según Ajes.
Luego de la muerte de Yassin, largas procesiones de enmascarados armados desfilaron por las calles de Gaza. No se trata de medir fuerzas con los tanques y helicópteros israelíes, si no de inclinar el equilibrio del poder interno.
Durante el mes en que Rantisi ejerció el liderazgo, Hamas asumió un diálogo intensivo con la ANP en procura de mecanismos para compartir el poder en Gaza luego de la retirada de Israel.
Esas negociaciones eran vistas con malos ojos por Israel, Estados Unidos y el vecino Egipto, preocupado por la influencia islámica.
Al funeral de Rantisi asistió menos público que al de Yassin tres semanas antes. Hubo, también, pocos disparos al aire. Entre los asistentes parecía haber consenso de que Hamas debería controlar Gaza en lugar de la debilitada ANP.
Hamas debería gobernar Gaza. Hamas sigue el Islam y la shariah (ley islámica), y no hará la paz con Israel, dijo Zahra, un estudiante de economía en la Universidad Islámica de Gaza.
Antes de morir, Rantisi había exhortado a constituir un liderazgo unificado en Gaza. El diálogo entre Hamas y la ANP parecía más destinado a reducir tensiones que a originar algún tipo de cooperación real.
De todos modos, la ANP controla efectivamente la franja de Gaza desde que el ejército israelí se retiró de todos los centros poblados en 1994. Israel permanece sólo en los asentamientos judíos y en las bases del ejército.
El periodista Ghazi Hammad, editor del semanario islámico Al Risala, de Gaza, no cree posible que Hamas se una a un gobierno de la ANP, porque para ese movimiento la credibilidad es muy importante. Hammad simpatiza con Hamas, si bien se desafilió del movimiento en los años 90.
En cuanto al asesinato de Yassin y Rantisi, demuestran que Israel está tratando de debilitar a Hamas y ayudar a la ANP, sostuvo.
Las ejecuciones extrajudiciales de los líderes del movimiento no lograrán su objetivo, porque Hamas tiene una dirección colegiada, el Consejo de la Shura, según el periodista. El órgano ya designó al sucesor de Rantisi, pero aún no publicitó su identidad por razones de seguridad.