Cómo reducir la violencia en la televisión y los juegos electrónicos es uno de los desafíos que se discutirán en la cuarta Cumbre Mundial de los Medios para Niños y Adolescentes, de este lunes al viernes en Río de Janeiro.
Cerca de 2.000 expertos, investigadores, educadores, dirigentes de medios de comunicación y productores discutirán formas de mejorar la calidad de la comunicación dirigida a la niñez y adolescencia, analizando sus problemas e intercambiando experiencias interesantes.
La cumbre se realiza por primera vez en América Latina, y eso hará de este foro una oportunidad para cuestionar un mercado internacional en que los países en desarrollo sólo son consumidores de basura audiovisual exportada principalmente por Estados Unidos y Japón, dijo a IPS Claudius Ceccon, integrante del Comité Director de la Cumbre.
Podremos mostrar que tenemos capacidad de producción y que los niños del Primer Mundo tienen derecho a conocer nuestra diversidad cultural, para que los productos brasileños y latinoamericanos tengan acceso a otros mercados, observó.
Las cumbres comenzaron en 1995, por iniciativa de un grupo australiano encabezado por la cineasta Patricia Edgar, que impulsó la producción cinematográfica local de calidad y logró espacio en la televisión para divulgar las culturas nacionales.
El primer encuentro, con 637 participantes de 71 países, se limitó a la televisión y fue realizada hizo en la sudoriental ciudad australiana de Melbourne. Sus organizadores se dieron cuenta de la necesidad de crear un movimiento internacional, incluso para asegurar el éxito australiano, según Ceccon.
Por eso se organizó la segunda en Londres, en 1998. La tercera, ya ampliada a los medios de comunicación en general, fue acogida en 2001 por la septentrional ciudad griega de Salónica.
Los foros son promovidos por la Fundación Cumbre Mundial de los Medios para Niños y Adolescentes, presidida por Edgar. En Río de Janeiro es patrocinado por la alcaldía local y organizada por la Empresa Municipal de Multimedios (MultiRio, estatal) y tres organizaciones no gubernamentales.
Pese a la preocupación con los medios en general y especialmente los más recientes, como Internet, la televisión aún acapara las atenciones por ser el de mayor audiencia y ejercer una influencia cotidiana.
Los niños brasileños de dos a seis años de edad pasan más tiempo delante de la televisión que junto a sus madres, señaló a IPS Marcio Schiavo, que participará en la cumbre como experto en publicidad social, o sea en incluir mensajes educativos o debates sobre temas de la realidad, como las drogas ilegales, en telenovelas u otras obras de ficción.
Un estudio que hizo su empresa de consultoría sobre comunicación, Comunicarte, concluyó que el problema no es el exceso de televisión, sino que falta familia, es decir que se redujo demasiado la relación entre padres e hijos, explicó Schiavo.
Los padres y madres renunciaron a sus atribuciones en la formación de los niños, cediéndolas a los medios de comunicación, por comodidad, criticó.
La violencia y el erotismo, de fuerte presencia en la comunicación, serán temas polémicos del foro, como elementos que estimulan ideas de algún control social sobre los medios de mayor impacto en la niñez.
Las personas se quejan de la mala calidad de la televisión, pero no saben qué hacer para mejorarla, sostuvo Ceccon, director de la productora de audiovisuales Centro de Creación de Imagen Popular (CECIP), justificando la necesidad de ampliar la discusión sobre alguna forma de control de este medio por la sociedad.
No se trata de censura como quieren los moralistas estrechos, y tampoco de que no nos guste la televisión, alegó.
Pero ya son muchos los estudios sobre la enorme cantidad de hechos violentos que contaminan productos con aparente inocencia, como los dibujos animados que muestran agresiones como motivo de risas.
Ceccon criticó duramente la basura que las productoras, especialmente las estadounidenses y japonesas, impone a precios muy bajos a las televisiones de países en desarrollo.
También los programas infantiles brasileños, como los de la presentadora y cantante Xuxa, son pura publicidad del consumismo, de venta de ropas y sandalias de la marca Xuxa, pero es posible crear mecanismos, por ejemplo mediante consejos representativos de la sociedad, para que los medios contribuyan al desarrollo de los niños y no sólo del consumo, opinó.
También se debe desarrollar una visión crítica en la población, y para eso es importante unir los medios de comunicación y la educación, sostuvo Ceccon, que impulsa proyectos en que niños producen vídeos.