El Plan Colombia, en el que se han invertido más de 2.500 millones de dólares desde 2000 y que termina el 31 de diciembre de 2005, "no puede quedar a mitad de camino", dijo el jueves el presidente Alvaro Uribe, quien ha solicitado su extensión por cuatro años a Estados Unidos, su principal fuente de financiación. Ese programa antidrogas y que luego pasó a ser también contra la insurgencia empieza a mostrar muchísimas caras, porque algunos lo habían asociado exclusivamente a las fumigaciones", manifestó Uribe al señalar que no solo financia la destrucción de los cultivos de narcóticos, sino la creación de empresas de desarrollo económico y social.