Bolivia impuso, en el acuerdo firmado el miércoles con Argentina para suministrarle gas natural, que ese combustible no sea a su vez vendido a Chile, lo cual motivó la molestia del presidente del Senado de ese último país, Hernán Larraín. El legislador consideró esa cláusula un insulto para los chilenos. "Quiérase o no, constituye un agravio para Chile que lo hayan firmado los dos mandatarios. Esta situación no nos deja indiferentes; al contrario, nos produce una enorme preocupación", afirmó, para luego advertir que "es inaceptable que Argentina haya validado ese convenio.