CINE-MEXICO: Zapata reinventado bajo fuego

La película ”Zapata, el sueño del héroe”, del director Alfonso Arau, se estrena este viernes en México tras un gran despliegue publicitario y bajo duras críticas por llevar al personaje de su trama, que es un ícono de la cultura y la política local, a terrenos llenos de fantasía y ajenos a la historia.

”Violé la historia oficial, pero no me importa porque me salió un hijo muy bonito”, dijo Arau al justificar el abismo existente entre su cinta y la historia real.

La polémica acompañó al proyecto de Arau desde que lo esbozó hace siete años, pues toca a un personaje central de la cultura mexicana y bandera de lucha de diversas corrientes políticas, incluida la del insurgente Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Emiliano Zapata fue uno de los personajes centrales de la revolución ”agrarista” de inicios del siglo XX. Sus postulados de ”tierra y libertad” se mantienen aún como arengas centrales de las marchas y protestas que grupos sociales realizan periódicamente en México.

La repartición de tierras entre campesinos y la reforma agraria fueron las banderas centrales de Zapata, cuyos gruesos bigotes y mirada profunda se elevaron a íconos de la cultura local.

Pero ”Zapata, el sueño del héroe”, presenta a un personaje de estampa más que a un hombre real, más cerca del chamanismo y de los líos maritales que de la lucha armada y la historia, señaló a IPS el crítico de cine Marcelo Estrada.

”Es una cinta hecha a la medida de Hollywood, donde se aprecia el folclore y lo indígena vestido de exótico, con personajes atractivos sumergidos en una historia de fantasía”, añadió.

Desde marzo, los mexicanos fueron bombardeados con intensa publicidad sobre la película, que incluye breves anticipos transmitidos de forma repetida en canales de televisión y en salas de cine, y grandes imágenes de Zapata sobre edificios y muros de la capital.

Para el estreno, se distribuyeron 430 copias de la cinta, lo que marca un récord en la historia de los lanzamientos de películas mexicanas.

”La última palabra es del público, no apelo a que sean benévolos, solamente espero que tengan una actitud positiva y de apoyo”, declaró Arau.

Los productores de la cinta aspiran a recuperar de forma integra los ocho millones de dólares que invirtieron.

El director ha desarrollado parte de su carrera en Hollywood, donde logró fama por la película ”Como agua para chocolate” (1991), pero filmó esta obra sobre Zapata completamente en México y con actores locales, como el cantante Alejandro Fernández, que personifica al héroe, y la cantante Lucero.

”Es loable que el esfuerzo se haya hecho en México, pero de ahí a cerrar los ojos y no decir que la película es una historia poco creíble y nada profunda, sería absurdo”, apuntó Estrada.

Arau, conocido por su mayor apego a las imágenes exquisitas que a profundizar contenidos, explicó que su filme ”no es un documental o una telenovela, es una tragedia clásica, una fábula mística en donde todo es simbólico”.

La película es ”esotérica y espiritual” y está diseñada desde la perspectiva de un héroe mítico, ”como la vida de Cristo, Buda o Mahoma”, expresó.

En la cinta, Zapata aparece como un personaje cercano a los dioses indígenas, y es alguien honesto e incorruptible que sufre mucho por amar a dos mujeres a la vez.

El contexto histórico en que se mueve la trama de la película es difuso, ya que se presenta a personajes que existieron en la realidad, pero en situaciones y tiempos ajenos a la historia verdadera.

Arau cuenta que hace algunos años tuvo un sueño en el que se le apareció Zapata pidiéndole que contara su ”verdadera historia, y no la acartonada y falsa que se ha convertido en dogma en los libros de historia”.

La cinta fue filmada en el estado de Morelos, vecino a la capital, donde Zapata nació, vivió, combatió y murió en 1919.

El director comentó que gran parte de la película, cuyo un guión también es de su autoría, se basa en versiones que escuchó entre campesinos de Morelos, para quienes Zapata fue en realidad un chamán predestinado.

Pero los historiadores mexicanos consideran que la cinta tiene poco o nada que ver con los hechos sucedidos, por lo que advierten que debe tomarse con cuidado.

Zapata, asesinado tras comandar a miles de campesinos en la lucha revolucionaria que culminó en 1917 y cobró un millón de vidas, es exaltado como un ejemplo a seguir por la mayoría de los partidos políticos, grupos campesinos y guerrilleros de México.

”El general Zapata sigue vivo y guía nuestra lucha”, es una de las arengas que usa el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, surgido en 1994 en el estado de Chiapas, al sur del país.

En una aparente respuesta a la película de Arau, la productora mexicana Argos fue contratada por Telemundo de Estados Unidos para producir una miniserie destinada a la televisión sobre la vida de Zapata. Será una versión apegada a los hechos históricos, aseguraron los realizadores.

En otro frente, Canal 11, una de las pocas empresas de televisión cultural en México, prepara un documental sobre la figura de Zapata donde se aborda su carácter de mito.

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