Dolores del Río, la mexicana que en los años 20 y 30 conquistó en Hollywood la categoría de diva y un sitial en el santoral artístico de su país, será homenajeada con una serie de conferencias, exposiciones y ciclos de cine al cumplirse 100 años de su nacimiento.
El programa arrancará en mayo con conferencias y debates sobre la obra de la artista, y seguirá en lo que resta de año y hasta inicios de 2005 con una exposición de objetos personales de la artista, un desfile de modas para recordar su apego al buen vestir y el estreno de un documental sobre su vida, entre otros actos recordatorios.
Ya era hora de hacer un homenaje de altura a la primera actriz mexicana en triunfar en Hollywood y la más bella de todas, dijo a IPS David Ramón, investigador de cine y biógrafo de Del Río.
La artista, que actuó en cintas del cine silente y del sonoro, nació el 3 de agosto de 1904 en México, en una familia acaudalada y murió en abril de 1983 en Estados Unidos tras una carrera que la llevó a la fama.
Del Río participó en 86 películas filmadas en Hollywood, Europa, México y Argentina, y en una veintena de obras de teatro. Ella y María Félix, que murió en 2002 a los 88 años, son consideradas las más importantes actrices mexicanas de proyección internacional.
Dueña de una belleza exótica, finos modales y gran elegancia, alcanzó tal fama que se la llegó a comparar con grandes estrellas como Greta Garbo, Marlene Dietrich, Gloria Swanson, Mae West, Bette Davis e Ingrid Bergman.
Su destreza en la danza se mostró en cintas como The dove (Girl of the Rio) (La paloma, de 1932), y Flying down to Rio (Volando hacia Río, de 1933). También en Bird of Paradise (Ave del Paraíso, de 1932), donde realizó un semidesnudo muy atrevido para su época.
Pero entre los observadores, hay desacuerdo en cuanto a su calidad histriónica. Para Ramón no hay duda de que fue una buena actriz, pero el crítico Gustavo García sostiene que la categoría de diva la obtuvo por su imagen, más que por su capacidad de actuación.
La escritora Guadalupe Loaeza afirma que Del Río luchó gran parte de su vida por pasar del sitial de diva al de actriz.
Más allá del mundo artístico, Del Río también tocó las puertas del la cultura y la filantropía, lo que la llevó a fundar el Festival Cervantino, que desde 1972 se desarrolla cada año con gran éxito en la ciudad central de Guanajuato, y a fundar un centro de atención de niños y una fundación para apoyar a artistas.
Uno de los pasajes de la vida de la actriz que más refieren los biógrafos fue la relación amorosa que mantuvo con el famoso director y actor estadounidense Orson Welles.
Cuentan que Del Río era una obsesión para Welles. Su negra cabellera y sus enormes ojos negros, expresivos, rodeados de largas y tupidas pestañas, y su hermoso, aristocrático y estilizado perfil indígena cautivaron locamente al estadounidense, relata la escritora Loaeza.
Lo de Welles es muy comentado, pero sólo fue un pasaje de la vida de la actriz, que entregó todo a su afán por actuar y trascender. No se olvide que fue la primera actriz mexicana en triunfar en Hollywood, señaló Ramón.
Del Río estuvo 17 años activa en la industria cinematrográfica de Estados Unidos, donde empezó su carrera, y la continuó en México donde su fama precedente fue suficiente para asegurarle un sitial en el cine local, que en los años 40 a 60 vivió una época de oro.
Participó en varias series estadunidenses de televisión. Era tan conocida que en 1967 la Organización de Estados Americanos le rindió un homenaje y en 1978 el entonces presidente de Estados Unidos, James Carter, la galardonó.
Entre las cintas representativas de Del Río dentro del cine silente destaca The fugitive (El fugitivo, de 1947), de John Ford, que también la dirigió en Cheyenne Autumn (El ocaso de los cheyennes, de 1964). Ambos filmes comenzarán a ser proyectados en agosto en salas mexicanas.
Las cintas más conocidas que protagonizó en México fueron Flor silvestre, María Candelaria (ambas de 1943), Selva de Fuego (1945), La malquerida (1949) y El pecado de una madre (1960).
Entre las organizaciones que homenajearán a la actriz están la Sociedad Nacional de Actores, la Sociedad Defensora del Tesoro Artístico de México (entre cuyos fundadores estuvo Del Río), el estatal Instituto Nacional de Bellas Artes y el Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La exposición Recuerdos de Lolita, del 23 de mayo al 7 de junio, exhibirá objetos que pertenecieron a la actriz.
También habrá una exposición fotográfica en la Universidad de Guanajuato, en el marco del Festival Internacional Cervantino. El Festival Cultural Ceiba 2004, que organiza el gobierno del estado de Tabasco, en el Golfo de México, ´premiará en forma póstuma a Del Río.
Además, el gobierno del presidente Vicente Fox emitirá un sello postal con el rostro de la diva.
Otro de los homenajes será un concurso de diseño de moda, y se realizará un desfile que tendrá como objetivo reconocer a Del Río como una de las mujeres más elegantes y mejor vestidas de su época.
Todo se vale por Dolores del Río, quien es el orgullo de todos los mexicanos, apuntó Ramón. (