El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, renovó su llamado a que Occidente abra sus mercados a los productos agrícolas de Africa para que el continente pueda alcanzar la seguridad alimentaria.
No se puede hablar de seguridad alimentaria plena para Africa sin hablar de la apertura de los mercados de los países ricos de Occidente, sostuvo al abrir en Kampala una conferencia del Instituto de Investigaciones en Política Alimentaria (IFPRI).
¿Podemos tener seguridad alimentaria si competimos en un campo no equilibrado con esas naciones?¿Y si inundan nuestros mercados con productos agrícolas terminados manufacturados con nuestras materias primas?, se preguntó Museveni.
Quinientos delegados de 50 países, 30 de ellos africanos, asistieron desde el jueves a la reunión de tres días en la capital de Uganda bajo la consigna Asegurando la seguridad alimentaria y nutricional en Africa para 2020: Priorizando acciones, fortaleciendo actores y facilitando alianzas.
El IFPRI advirtió en la conferencia que la producción alimentaria africana no crece al ritmo requerido para cubrir el 2,4 por ciento anual del incremento de la población.
Los enormes subsidios a la agricultura occidental perjudican a los agricultores africanos, que carecen de tales privilegios, sostuvo Museveni.
Su par de Nigeria, Olusegun Obasanjo, recordó que los estados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre cuyos 30 miembros figuran todos los del mundo industrial, gastan 1.000 millones de dólares al día en subsidios agrícolas.
Todos estamos familiarizados con el cliché del africano que vive con menos de un dólar diario. Una vaca en Europa recibe más de dos dólares cada día, ironizó Obasanjo en la sesión de apertura de la conferencia.
Con estos subsidios, la agricultura africana no puede alcanzar la competitividad requerida para su prosperidad, sea obteniendo divisas por la venta como incentivos para aumentar la producción, agregó.
Algunas investigaciones atribuyen la creciente pobreza de los agricultores africanos al bajo rendimiento de la producción, que provocó, además, escasez de alimentos y desnutrición.
Unos 200 millones de personas están desnutridas en Africa, con un aumento de casi 20 por ciento desde comienzos de los años 90, indicó el IFPRI.
La desnutrición es el mayor factor de riesgo detrás de más de 28 por ciento del total de muertes del continente, 2,9 millones al año, agregó la organización.
El menguante rendimiento agrícola africano podría revertirse si los gobiernos invirtieran en infraestructura, dijo Adrian Mukhebi, director ejecutivo de la firma Kenya Agricultural Commodity Exchange Limited.
El costo del transporte, atribuible a las malas carreteras, perjudican al agricultor. Muchas veces, la producción llega podrida. Invertir en infraestructura reducirá los costos de transporte y de mercadotecnia, así como la pobreza, dijo Mukhebi a IPS.
La economía de Kenia, como la de muchos países africanos, es dependiente de la agricultura. La producción a pequeña escala domina el sector, con 75 por ciento de las ventas, según el secretario permanente del Ministerio de Agricultura.
La ministra de Desarrollo Comunitario, Mujeres y NIños de Tanzania, Asha Rose Migiro, cree que la solución para la inseguridad alimentaria de su país es la irrigación.
El norte semiárido del país sufre severas sequías y el gobierno se ha dedicado a irrigarlo con aguas del río Nilo, a pesar de las protestas de Egipto.
Edward Lowassa, ministro de Desarrollo Fluvial y Ganadero de Tanzania, dijo a IPS que su país no necesita permiso de Egipto para salvar a su población, asolada por el hambre.
El agua es fuente de vida y Egipto no tiene derecho a monopolizar el uso del río Nilo, dijo Museveni a IPS. No puede privar a otros de su medio de vida. Debe sentarse con los países de la cuenca del Nilo y alcanzar un acuerdo equitativo. El enfoque egocéntrico del uso del Nilo debe acabar.(