La vida de muchos extranjeros en la Unión Europea (UE) estará en peligro si el bloque aprueba las normas sobre asilo que tiene en estudio, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y organizaciones de derechos humanos.
El criterio predominante entre las autoridades del bloque contradice el derecho internacional, según el ACNUR y una coalición de organizaciones encabezada por Amnistía Internacional, Human Rights Watch (HRW) y el Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados (ECRE).
La UE acordó establecer una serie de reglas comunes sobre asilo en octubre de 1999. Las dos últimas propuestas formuladas para su adopción son las más cuestionadas.
La primera distingue el derecho a refugio del derecho a protección subsidiaria, que se reconoce, sustancialmente, a víctimas de guerras y que es menos amplio que el primero. La segunda fija los procedimientos para decidir casos individuales.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Ruud Lubbers, sostuvo que ambas propuestas contradicen el compromiso de los estados miembros (de la UE) de proteger el derecho a asilo .
La cantidad de solicitantes de asilo que acuden a la UE cayó mucho y continuará cayendo, añadió Lubbers en una declaración realizada el lunes. No hay necesidad de concentrarse tan resueltamente en reducir los criterios e intentar impedir o negar protección a tantas personas como sea posible, agregó.
Los ministros de la UE se reunieron el martes para acordar una política única en materia de asilo antes de la incorporación al bloque el 1 de mayo de 10 países (Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y República Checa).
Activistas acusan a los países de la UE de ignorar las recomendaciones formuladas por expertos internacionales.
Las organizaciones no gubernamentales manifiestan especial preocupación ante los procedimientos previstos para el examen de los pedidos de asilo y que, advierten, no garantizan el derecho de los solicitantes de permanecer mientras tanto en el país de acogida.
Los defensores de los derechos de los asilados solicitaron al comisario de Justicia y Asuntos Internos de la UE, Antonio Vitarino, a retirar las directivas al respecto, que, según ellos, viola las obligaciones internacionales de los países miembros del bloque.
Las directivas de Vitarino conducirían al efectivo rechazo del derecho a procurar asilo de acuerdo con el derecho internacional, dijo Lubbers.
El efecto acumulativo de estas medidas propuestas será aumentar las posibilidades de que refugiados verdaderos sean obligados a regresar a sus países de origen, agregó.
Amnistía concordó con el funcionario.
No tenemos alternativa a pedirle a la UE que retire esta propuesta, diseñada por presiones populistas y temores a una inexistente flujo de refugiados, dijo a la prensa la activista Daphne Bouteillet Paquet, representante de la organización con sede en Londres.
Por su parte, ECRE lamentó que la UE haya ignorado las reiteradas recomendaciones de ACNUR y de las organizaciones no gubernamentales.
Sabemos que las negociaciones aún no han finalizado. Antes del plazo fijado, que vence en mayo, la brecha entre las propuestas en debate y la ley internacional se ahonda, sostuvo María-Teresa Gil-Bazo, de ECRE.
Las organizaciones están preocupadas por el concepto de tercer país seguro al que los solicitantes de asilo podrían ser enviados. Este y otros criterios dejan en entredicho asuntos clave, como el derecho de los refugiados a la asistencia legal.
Esta propuesta impedirá a algunos solicitantes de asilo lograr procedimientos plenos y justos, y los transferiría a países fuera de Europa. Nos preocupa profundamente que la UE trate de que otros países afronten sus responsabilidades, sostuvo Ben Ward, de HRW.
Lubbers agregó que Europa debería enorgullecerse de su tradición de dar asilo, de salvar vidas, y que dejar de lado la gran tradición de proteger a los refugiados sería una verdadera lástima.