PETROLEO: Conflicto en Venezuela ayuda a elevar precios

Los precios internacionales del petróleo alcanzaron este viernes su nivel más alto en un año, empujados por la incertidumbre política en Venezuela e Iraq, y por el debate en la OPEP sobre si recortar la oferta o abrir más los grifos.

El crudo West Texas Intermediate (WTI), referencia estadounidense, se cotizó en Nueva York a 37,15 dólares el barril (de 159 litros), un alza de 51 centavos respecto de los valores del jueves.

En Londres, el valor del Brent del mar del Norte, crudo marcador europeo, se elevó 39 centavos durante la jornada y se transó a 33,28 dólares el barril.

La cesta de siete crudos marcadores de la OPEP se cotizó durante la semana a un promedio de 31,96 dólares el barril, 1,21 dólares más que en la última semana de febrero, informó el Ministerio de Energía de Venezuela.

Durante la semana el WTI aumentó dólar y medio, y el Brent trepó 1,74 dólares.

En cuanto a la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) desde diciembre su canasta de crudos se ha mantenido casi siempre por encima de los 28 dólares que colocó como techo de la banda en la que desea mantener sus precios, y cuyo piso es de 22 dólares el barril.

Para apuntalar los precios, la OPEP acordó el 10 de febrero que en abril disminuirá su producción en un millón de barriles diarios, para establecer su oferta durante el verano boreal en 23,5 millones de unidades.

Se trata de la oferta oficial, pues el grupo ha reconocido una sobreproducción de hasta 1,5 millones de barriles por jornada. La OPEP cubre un tercio de la demanda mundial de 78 millones de barriles diarios y aproximadamente la mitad del comercio internacional de crudo.

La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.

Iraq, que extrae unos dos millones de barriles diarios, no es parte de los acuerdos sobre producción, repartida por un sistema de cuotas, que comprometen a los restantes diez socios.

Purnomo Yusgiantoro, ministro petrolero de Indonesia y presidente de la OPEP, dijo que el grupo podría aumentar la producción para evitar valores demasiado altos en el crudo, que comprometan las economías consumidoras.

”Emplearemos el sistema de goteo para contribuir a contener una subida de los precios”, dijo Yusgiantoro a comienzos de semana, dando a entender que la OPEP podría, en vez de sostener el recorte, dejar de recoger sobreproducción o abrir un poco más los grifos para que una mayor oferta permita bajar los precios.

Pero su homólogo venezolano Rafael Ramírez afirmó que ”estamos en comunicación con distintos ministros de la OPEP y firmes en nuestra decisión de mantener el recorte de un millón de barriles por día a partir del 1 de abril”.

Bajo el mandato del presidente Hugo Chávez, Venezuela ha sido desde 1999 un férreo defensor de los precios dentro de la OPEP y ha planteado incluso elevar la banda de 22-28 dólares a una nueva, de entre 25 y 32 dólares.

Pero la señal que Venezuela envió en los últimos días al mercado, más que la retórica de su ministro, ha sido la de la agitación política que la sacudió, con violentas manifestaciones de opositores que reclaman un referendo sobre el mandato de Chávez.

Chávez mismo denunció el 29 de febrero en un mitin que Washington ”conspira contra el gobierno venezolano y financia a grupos golpistas de oposición”, e incluso evocó el fantasma de una intervención estadounidense.

En tal eventualidad, aseveró el mandatario, ”ni una gota de nuestro petróleo irá a Estados Unidos”. Venezuela, quinto exportador mundial y tercero en la OPEP -detrás de Arabia Saudita e Irán-, envía a Estados Unidos 1,5 millones de barriles diarios.

Analistas en Nueva York consideraron simple retórica esa declaración de Chávez. Peter Hill, de la petrolera Harvest, con inversiones en Caracas, descartó que en el grupo estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se repita una huelga como la que paralizó la industria en diciembre de 2002 y enero de 2003.

Ese paro motorizado por fuerzas de oposición llevó al despido de 18.000 de los 37.000 empleados de Pdvsa, acusados por el gobierno de participar en sabotajes.

Alí Rodríguez, presidente de Pdvsa, reiteró que Venezuela ”sigue siendo un abastecedor seguro y confiable” de Estados Unidos. Sin embargo, varias refinerías estadounidenses en la costa del Golfo de México activaron planes de contingencia para el caso de que haya interrupciones en el suministro de crudo venezolano.

Otra fuente de inquietud para los compradores es la situación en Iraq, donde la cruenta resistencia a las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados dificulta la recuperación de su capacidad de producción y exportación de petróleo.

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