Una disputa política por el matrimonio entre personas del mismo sexo amenaza dividir a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) .
La Organización de la Conferencia Islámica, el Vaticano y la mayoría de los países de mayoría cristiana manifestaron su oposición a una decisión administrativa del secretario general de la ONU, Kofi Annan, que reconoce de modo restrictivo los matrimonios homosexuales entre funcionarios del foro mundial.
La Unión Europea, que incluye a países de mayoría cristiana como España, Italia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Grecia e Irlanda, defiende la posición de Annan, con el argumento de que nadie puede impugnar sus prerrogativas como máximo funcionario administrativo de la organización mundial.
Estados Unidos, dividido internamente por la cuestión del matrimonio homosexual, observa la disputa en la ONU desde fuera y en silencio.
Se prevé que la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que el lunes inició una sesión de cinco días en Ginebra, vuelva a considerar una moción de resolución del año pasado que protegería la condición de minoría de los homosexuales en todo el mundo.
En Estados Unidos, donde varios tribunales estudian el asunto, el presidente George W. Bush anunció que impulsará una enmienda constitucional para definir al matrimonio únicamente como la unión legal entre un hombre y una mujer.
En una circular enviada a los 14.000 empleados de la ONU en todo el mundo, Annan recordó que la definición de familia a los efectos de obtener los beneficios de funcionario está determinada por la ley del país de origen del funcionario en cuestión.
Los beneficios incluyen cobertura médica, becas de educación, viajes al país de origen y derechos de pensión para cónyuges o compañeros homosexuales.
Por lo tanto, un matrimonio reconocido como válido por la ley del país de nacionalidad del funcionario lo habilitará para recibir los beneficios otorgados a los miembros de familias elegibles, señaló Annan en su circular, enviada a mediados de enero.
Holanda es uno de los pocos países, quizá el único, que reconoce plenamente los matrimonios homosexuales.
Otros países miembros de la ONU, entre ellos Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Australia, Canadá y Nueva Zelanda, reconocen ciertos derechos a las parejas homosexuales, sin equipararlas al matrimonio heterosexual.
Aunque respetamos la autoridad del secretario general como jefe administrativo, también es prerrogativa de los estados miembros cambiar o modificar las normas y los reglamentos del personal de la ONU, señaló el lunes Shozab Abbas, de Pakistán, a la comisión administrativa y presupuestal.
Según Abbas, Annan no tomó en cuenta que no existe un consenso entre los estados miembros acerca del concepto de convivencia doméstica.
La Organización de la Conferencia Islámica (OCI), de 56 miembros, adoptó la posición de que sólo los países miembros de la ONU tienen la prerrogativa de complementar o reformar las normas del personal, y por lo tanto Annan no tiene derecho a realizar cambios sin la aprobación previa de la Asamblea General.
Dado que la Asamblea General no adoptó ninguna decisión para modificar la definición de familia a los efectos de obtener beneficios, no existe justificación para aprobar gastos en base a la decisión administrativa de Annan, declaró Alireza Tootoonchian, de Irán, en representación de la OCI.
Como el comité presupuestal es el árbitro final en asunto de gastos de la ONU, la OCI amenazó en forma implícita con votar contra cualquier moción para ofrecer beneficios a empleados que tengan pareja homosexual.
El lunes, la posición de la OCI fue respaldada por varios países islámicos, entre ellos Indonesia, Pakistán, Siria, Kuwait, Egipto, Arabia Saudita, Túnez, Sudán, Bangladesh y Turquía, cuyos delegados cuestionaron abiertamente la directiva de Annan.
Joseph Klee, en representación del Vaticano, respaldó la posición de la OCI, y dijo a los delegados que la definición de familia a los efectos de otorgar beneficios no es sólo una cuestión administrativa de rutina.
La circular de Annan, señaló Klee, equipara convivencia doméstica a familia, y eso contradice el concepto de familia consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y las convenciones que la implementan.
El canadiense Jerry Kramer, que también habló en representación de Nueva Zelanda, dijo que la cuestión no es si los estados miembros están de acuerdo sobre determinado modelo de familia o relación, sino si la ONU continuará aplicando las normas nacionales.
La respuesta es sí, dijo, y agregó que el secretario general actuó como debía actuar.
Marie Okabe, portavoz de Annan, dijo a la prensa que el secretario general responderá por escrito a los cuestionamientos de la OCI. (