En un nuevo avance de la centroderecha europea, el conservador Costas Karamanlis alcanzó en Grecia una cómoda victoria sobre el socialista George Papandreu y prometió, como próximo primer ministro, un nuevo comienzo para su país.
El partido de Karamanlis, Nueva Democracia (ND) obtuvo sorpresivamente 46 por ciento de los votos, mientras el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) se contuvo en la barrera del 40,4 por ciento. El resultado puso fin al dominio del Pasok desde 1981, interrumpido solo tres años.
Pero en las últimas elecciones generales, hace cuatro años, el partido socialista había ganado por una ventaja de apenas un punto porcentual.
Esta fue la sexta competencia electoral entre las dinastías políticas Papandreou y Karamanlis, abiertas por antiguos y populares primeros ministros ancestros de los contendientes.
Grecia se une a Italia y Portugal como el tercer país europeo que elige un gobierno centroderechista en los últimos años.
Además, está previsto para este domingo un triunfo del conservador y gobernante Partido Popular de España, mientras la popularidad de los socialdemócratas en el poder en Alemania se desbarranca.
De todos modos, el giro de Grecia a la derecha no es tan marcado como el cambio de imagen determinado por el próximo partido de gobierno hacia el centro. Karamanlis, por ejemplo, ha prometido un genuino estado de bienestar.
Karamanlis estudió derecho en la Universidad de Atenas y economía en la Universidad Estadounidense de Grecia, y completó estudios de posgrado en la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia y en la Universidad Tufts de Estados Unidos.
Fue elegido legislador en 1989 y designado líder del partido en 1997.
El mensaje del pueblo es el cambio. Ahora, eso se manifiesta como castigo al Pasok y el poder para ND, observó en su columna de este lunes el analista George Sefertzis, del diario To Vima Right.
Karamanlis, de 47 años, se convirtió en el primer ministro más joven de la historia griega, tras convencer al electorado de que era el tiempo de acabar con el amiguismo y la corrupción que atribuye al Pasok.
Papandreou, nacido en Estados Unidos y también conocido como Yorgakis (Jorgito, en griego), también prometió cambios, pero no pudo transferir su popularidad personal a su partido.
Encuestas anteriores a las elecciones indicaban que 38,3 por ciento de los entrevistados lo consideraban más talentoso para gobernar que Karamanlis, mientras 36,9 pensaban lo contrario.
Papandreou rompió con la maquinaria partidaria al lograr adhesión popular para su candidatura mediante una consulta en las urnas, y retirar de las listas a los candidatos de Pasok involucrados en la aprobación de una ley que benefició a compañías inmobiliarias.
Horas después del veredicto de las urnas, atribuyó su derrota a la fatiga de Pasok percibida por la ciudadanía.
Papandreou asumió como abanderado de su partido sólo en enero, luego de la renuncia del primer ministro Costas Simitis al liderazgo, cuando Pasok estaba a nueva puntos porcentuales por debajo de ND.
El partido de Karamanlis obtendrá, según cómputos preliminares, 170 de los 300 escaños del parlamento, cerca de los 180 que obtuvo su tío Constantino en 1975, luego del colapso del régimen militar.
Los puntos fuertes de la campaña fueron el desempleo, que según cifras oficiales asciende a nueve por ciento, la competitividad de la producción nacional, mecanismos para mantener el crecimiento económico y la reforma de la seguridad social.
Las propuestas de ambos candidatos fueron similares.
Karamanlis dijo que su victoria inaugurará una nueva política en una nueva era. Una de sus primeras visitas como primer ministro electo fue a la jefa del comité que organiza los Juegos Olímpicos de este año en Atenas, Gianna Angelopoulous.
Los Juegos se celebrarán en la tierra donde nacieron, pero preocupa el retraso en la construcción de estadios y las condiciones de seguridad. Esta es una gran oportunidad para mostrar el rostro moderno de Grecia, afirmó.
En materia de política exterior, Papandreou es considerado el arquitecto del acercamiento de Grecia con Turquía, su tradicional adversario regional aunque aliado en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y, por lo tanto, más proclive a resolver los problemas bilaterales pendientes.
Karamanlis, considerado más nacionalista, será el encargado de dar las puntadas finales a la unificación de Chipre y el ingreso de la isla a la Unión Europea en mayo. Desde la intervención militar de Ankara en 1974, el territorio chipriota ha estado dividida entre el sur grecochipriota y el norte turcochipriota.
Daremos la gran batalla por salvaguardar una solución justa, funcional y europea para el problema político de Chipre, dijo Karamanlis después de su victoria. Según el plan de la Organización de las Naciones Unidas, los chipriotas tienen tiempo hasta el 22 de este mes para alcanzar un improbable acuerdo.