ENERGIA: Venezuela ofrece ayuda al Cono Sur

Venezuela está dispuesta a suministrar combustible en condiciones preferenciales a Argentina y otros países del Cono Sur de América para paliar la actual crisis energética, anunció este sábado en la capital uruguaya el presidente del consorcio estatal PDVSA, Alí Rodríguez.

”Estamos en condiciones de brindar un apoyo que puede ser fundamental. Sabemos que Argentina tiene necesidad de fuel oil y gas oil, productos que PDVSA (Petróleos de Venezuela) tiene en cantidades suficientes para satisfacer la demanda”, dijo Rodríguez en una rueda de prensa en Montevideo.

El presidente del gigante petrolero estatal venezolano se reunirá este lunes con autoridades argentinas en Buenos Aires.

El explosivo crecimiento de la economía argentina en 2003 (8,7 por ciento) originó una escasez de gas natural que obligó al país a reducir los suministros a sus vecinos, Chile, Argentina y Brasil, para satisfacer su propio consumo interno, sobre todo el destinado a la generación de electricidad.

El gobierno argentino y las empresas energéticas privadas se atribuyen mutuamente la responsabilidad por la falta de inversiones, origen de la escasez de oferta que amenaza paralizar parcialmente la producción de electricidad en la región.

Chile, receptor de 70 por ciento de las exportaciones gasíferas argentinas, aparece como el principal perjudicado.

Rodríguez subrayó que la oferta de asistencia se efectúa en el marco de la política de ”solidaridad continental” del gobierno del presidente Hugo Chávez.

El combustible sería suministrado en condiciones similares a las estipuladas en el Acuerdo de San José, mediante el cual México y Venezuela venden petróleo a los países de América Central y el Caribe con créditos de hasta 20 por ciento de la factura, atados al suministro de bienes y servicios de esos dos países.

Rodríguez dijo que varios países del Cono Sur latinoamericano habían expresado interés en sumarse al Acuerdo de San José y que se abrirían negociaciones en breve.

Sin embargo, Rodríguez descartó la posibilidad de suministrar gas -principal déficit de la crisis argentina actual- debido a que en Venezuela apenas comienzan los trabajos para la explotación de sus vastas reservas gasíferas.

También el gobierno de Brasil prepara una oferta para auxiliar a su vecino del sur suministrándole energía, tal como hizo Argentina en 2001, cuando las principales ciudades e industrias brasileñas sufrieron racionamiento eléctrico.

El funcionario fue invitado el viernes a la inauguración de la ampliada refinería de petróleo de La Teja, en Montevideo, de la empresa estatal uruguaya ANCAP, y participó además en un encuentro de embajadores venezolanos en el Cono Sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay).

Rodríguez puntualizó a IPS que Venezuela vive una experiencia ”peculiar” con Estados Unidos, de ”excelentes relaciones energéticas” en el marco de un ”conflicto político” en el que Washington se ubica como aliado de la oposición al gobierno de Chávez.

En el plan de negocios 2004-2009 de PDVSA figuran inversiones por 37.000 millones de dólares, de los cuales 10.000 millones corresponden a empresas petroleras extranjeras, principalmente estadounidenses, dijo Rodríguez.

De acuerdo a la ley venezolana, el Estado es propietario de los hidrocarburos, a cargo de PDVSA -avaluada en 100.000 millones de dólares-, aunque se permite la asociación con capitales privados con participación de hasta 49 por ciento en los nuevos negocios.

La ley establece que las empresas extranjeras pagan 30 por ciento de regalías en la explotación de petróleo y de 20 por ciento en la de gas, con impuestos al lucro de 50 y 34 por ciento, respectivamente, que Rodríguez describió como ”muy atractivos”.

En el caso de los recursos gasíferos, descuidados por las anteriores administraciones de PDVSA, según Rodríguez, se inició una agresiva política de explotación con participación de empresas extranjeras, con cuatro contratos ya otorgados en la plataforma del delta del río Orinoco, al sudeste de Venezuela.

”El mercado del gas se está expandiendo a un ritmo de tres por ciento anual, y en 2030 alcanzará un tercio de la energía del planeta”, agregó.

Rodríguez también destacó la nueva política de gastos de PDVSA, en apoyo de los planes de desarrollo económico y social de Chávez, que han sido cuestionados por la oposición venezolana.

”Las viejas administraciones concebían a PDVSA como una transnacional más. El peor problema de Venezuela es la pobreza, que imposibilita el éxito de cualquier otra actividad económica y de desarrollo, incluido el petróleo”, subrayó.

”Las actividades de exploración y explotación petroleras frecuentemente se ven perjudicadas por la gran masa de desempleados que rodean las instalaciones en busca de trabajo, lo que ha causado disturbios e incluso muertos”, agregó.

La oposición venezolana ha denunciado que el gobierno de Chávez ha ”politizado” a PDVSA, al usar sus recursos para financiar planes de reducción de pobreza, suministro de agua, producción agrícola y otros, que en 2003 sumaron 1.700 millones de dólares.

Rodríguez dijo que esas asignaciones, parte de la ”nueva misión” de la empresa, no afectan el plan de desarrollo de PDVSA, que en su presupuesto de 15.000 millones de dólares para 2004, contempla 5.000 millones en nuevas inversiones.

PDVSA, principal fuente de divisas del país, fue el ariete de una huelga lanzada en diciembre de 2002 por organizaciones empresariales y sindicales venezolanas, con el objetivo de forzar la caída de Chávez.

Bajo la dirección de los propios gerentes de la corporación, el movimiento logró reducir la producción de crudo de tres millones de barriles diarios, a apenas 25.000, con la casi total paralización de actividades de refinación, transporte y distribución.

Sin embargo, con ayuda de Brasil, el gobierno logró paliar los efectos de la falta de gasolina, mientras movilizaba a las Fuerzas Armadas y a los técnicos y trabajadores afines a Chávez para neutralizar el paro y restablecer la producción y exportación de petróleo y combustibles.

La nueva embajadora de Venezuela en Uruguay y ex ministra de Sanidad, María Urbaneja, atribuyó la derrota de la huelga al esfuerzo de los trabajadores, y subrayó que ahora la empresa ”puso el capital petrolero al servicio de las políticas públicas”.

Rodríguez aseguró que la recuperación de PDVSA es total, con una producción, hasta el viernes, de 3,715 millones de barriles diarios, todas las refinerías operando y un ”excelente nivel de negocios”, al que sin duda aportan los altos precios del crudo en el mercado mundial.

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