Disidentes moderados de Cuba comenzaron a recoger firmas por la moratoria de las ejecuciones de condenas a muerte, castigo previsto en este país para un centenar de delitos.
La campaña fue iniciada este martes por la Coalición Diálogo Pro Derechos, que el pasado año promovió una consulta nacional para la elaboración de una carta nacional de derechos y deberes fundamentales.
De 35.209 ciudadanos consultados entonces, 30.727 (87 por ciento) se pronunciaron contra la pena de muerte, un dato que nos estimula a un debate permanente sobre este trascendental asunto, dijo a la prensa el dirigente opositor Leonardo Calvo.
Un grupo de disidentes y activistas de derechos humanos firmaron frente a la prensa una petición de moratoria en la aplicación de la pena capital, la cual se elevará a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento).
Los opositores consideran que la petición es un paso previo y necesario hacia la abolición de la pena de muerte, sanción que se amplió en 1999 en este país de 11 millones de habitantes a casos de tráfico de drogas agravado, robo con violencia y corrupción de menores.
El reclamo se apoya en el artículo 63 de la Constitución, según el cual todo ciudadano tiene derecho a dirigir quejas y peticiones a las autoridades y a recibir la atención o respuestas pertinentes y en plazo adecuado conforme a la ley.
Calvo, coordinador de la coalición integrada por varias organizaciones opositoras, explicó que en todas las provincias se realizarán entre marzo y octubre debates por el derecho a la vida y sobre la pena de muerte.
Esas discusiones concluirán en octubre con la celebración en La Habana de un foro al cual serán invitados a participar organizaciones, personalidades e instituciones interesadas en que se extienda el mapa de las sociedades y Estados abolicionistas (de la pena de muerte) en el mundo, explicó el activista.
Creemos necesario ir afianzando la conciencia y la sensibilidad de los cubanos, dijo Calvo, quien añadió que otro de los propósitos de la coalición es promover la nacionalización del debate sobre derechos humanos.
Algunos sectores de la disidencia interna han criticado la politización de las deliberaciones en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), escenario de ásperas y frecuentes confrontaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Preguntado por IPS sobre el impacto de la campaña sobre la pena de muerte en el periodo de sesiones de la Comisión, que comenzará el 15 de este mes y finalizará el 23 de abril en Ginebra, Calvo explicó que otro de los objetivos propuestos es traer a Cuba el debate sobre los derechos humanos.
Que el cubano tome voz, presencia y protagonismo en las discusiones sobre libertades fundamentales es condición esencial para que este tema avance en positivo. Ese es nuestro propósito, añadió.
La campaña opositora comienza casi un mes antes del primer aniversario del fusilamiento, el 11 de abril, de tres personas que secuestraron una embarcación para desviarla hacia Estados Unidos.
Esa acción fue considerado por las autoridades cubanas como parte de un plan siniestro de provocaciones procedentes de Estados Unidos con el único propósito de crear condiciones y pretextos para agredir a Cuba.
Las ejecuciones rompieron la moratoria de hecho que el gobierno de Cuba mantenía desde 2000 sobre la aplicación de la pena de muerte y causaron un fuerte rechazo internacional.
La reacción adversa fue alimentada, además, por las severas condenas impuestas, por esos días, contra 75 opositores acusados de conspirar con personal de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana para desestabilizar al gobierno de Fidel Castro.
Tales hechos debilitaron aun más el tejido de nuestra cohesión social y enrarecieron los climas de confianza en y hacia Cuba y entre cubanos, señaló el coordinador de la Coalición Diálogo Pro Derechos.
En noviembre de 2000, Castro había informado que un grupo de juristas analizaba alternativas a la sentencia máxima.
Tenemos otras ideas que nos permitirán un día, y por nuestra propia decisión, abolir la pena capital. Y no por tener más amigos o menos amigos, sino porque queremos conocer a los seres humanos", dijo el mandatario cubano en esa ocasión.
En diciembre de ese mismo año, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos llamó a una moratoria en la ejecución de las condenas a muerte en el mundo entero.