El presidente de la República, Lucio Gutiérrez, y el ministro de Energía, Carlos Arboleda, confirmaron ayer que estaba listo el plan contra el robo de combustibles, que anualmente causa un perjuicio de 100 millones de dólares al país.
El plan contempla la participación de la ciudadanía en las acciones de control de los poliductos, que seguirán vigilados por los militares. También incluye la tecnificación en el despacho de combustible, la implementación de un sistema de control automatizado en los terminales, y la reducción de funciones para el personal que se encarga de las entregas de combustibles.