El gobierno de Carlos Mesa en Bolivia atraviesa su primera gran crisis desde que asumió en octubre. El ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Alvaro Ríos, renunció el lunes para evitar una censura en el Congreso legislativo, mientras se procesa una nueva ley sobre la explotación del petróleo y gas del país. Mientras, el Movimiento al Socialismo, principal partido opositor, quitó su apoyo a Mesa y los demás partidos hicieron lo mismo. Los empresarios se unieron para oponerse a los nuevos impuestos a las transacciones financieras y los inmuebles.