El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, envió al Congreso un proyecto de ley sustitutivo del Impuesto al Patrimonio Neto (IPN), producto de la presión de los empresarios y de un manifiesto descontento de la población ante el anuncio de la doble tributación por inmuebles y vehículos. El tributo se aplicará por única vez a inmuebles de valor superior a 50.000 dólares y no incluye las propiedades rurales.