Los países productores de banano se preparan para una nueva disputa por las cuotas de importación de la Unión Europea (UE), que aumentarán cuando el bloque se amplíe el 1 de mayo.
Las autoridades de la UE tienen previsto aumentar las cuotas de importación de banano cuando a los 15 actuales miembros del bloque se sumen 10 nuevos (Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa).
De hecho, los nuevos integrantes de la UE ya importan banano libre de aranceles, pero desde mayo estarán sometidos al régimen de importación del bloque, que protege la producción España, Francia, Grecia y Portugal y a las ex colonias de Africa, el Caribe y el Pacífico.
Empresas importadoras afirman que el precio del banano al consumidor se duplicará en el mercado de los nuevos socios de la UE cuando se concrete el ingreso.
Pero la venta de más banano podría no significar buenas noticias para los productores de las ex colonias europeas de Africa, el Caribe y el Pacífico.
La ampliación podría mantener la actual tendencia a la baja de los precios, pues el mercado europeo ya está saturado del fruto.
En Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia, el precio del kilogramo de banano cayó de un promedio de dos dólares en 1990 a 1,5 dólares en la actualidad.
El precio es aun menor en algunos de los futuros nuevos socios de la UE. En Estonia, asciende a 60 dólares por kilogramo.
Pero los productores no prevén mayores ganancias por un aumento en las ventas a precios más altos. Por el contrario, un gran encarecimiento en los mercados que se incorporarán a la UE significaría, para ellos, menor consumo.
En síntesis, el peor escenario para los productores es de caída de precios atribuible a mayores cuotas y a existencias excesivas, unida a una demanda reducida en los nuevos socios de la UE a causa del aumento de precios.
Otro temor es que las circunstancias determinen un aumento de las reexportaciones dentro de la UE ampliada.
La Unión de Productores Independientes de Banano Africano (UPIBA), que reúne a pequeños y medianos exportadores, dijo que la cuota de importación que se fije a los nuevos socios de la UE es fundamental para que la oferta no supere la demanda.
La diferencia de percepciones de lo que deben ser las cuotas entre la Comisión Europea —rama ejecutiva de la UE— y los países productores es extremadamente preocupante, según dijeron integrantes de la organización africana en una reunión de expertos en Bruselas.
De todos modos, la Comisión Europea aún no reveló sus cálculos. Diversas versiones indican que promoverá un aumento de la cuota de 650.000 toneladas, cuando los productores africanos creen que el incremento no debe superar las 350.000.
Los precios del banano varían mucho. El promedio de la tonelada del fruto latinoamericano era de 678 dólares en 1999, mientras el de Africa, el Caribe y el Pacífico era de 784. Así, los productores más preocupados son los de las antiguas colonias europeas de esas tres regiones.
La competencia entre el banano ACP (por Africa, el Caribe y el Pacífico) y el banano del dólar, de América Latina, siempre ha sido ruda.
Los mercados de la UE importaron cuatro millones de toneladas de banano en 2000, 2,5 millones (62,1 por ciento) de América Latina, 782.000 toneladas (19,2 por ciento) de los productores del bloque (España, Francia, Grecia y Portugal) y el resto de Africa, el Caribe y el Pacífico.
Es esencial que las cuotas atribuidas a los 10 nuevos estados miembros se correspondan con sus niveles de consumo, debido al actual sobrestock en el mercado bananero, dijo este jueves a la prensa uno de los fundadores de UPIBA, Christian Métadier.
El sobrestock se debe a las cuotas excesivas dispuestas en 1995, cuando Austria, Finlandia y Suecia ingresaron en la UE.
El incremento fue de un promedio de 16 kilogramos anuales por habitante, más que el consumo real en esos tres países, lo cual causó una considerable caída de precios.
No debe repetirse el mismo error. Una cuota tan excesiva originará caídas en los precios, que ya están en niveles muy bajos, dijo Métadier.
Los países africanos afrontan un gran desafío por el aumento de la producción, la reducción de las cuotas y la falta de socios comerciales fuera de la UE, dijo Daniel Guéguen, director de Clan, firma europea de consultoría en asuntos públicos.
La UE es el principal importador de banano del mundo, pues compra uno de cada tres frutos exportados.