COMERCIO-EEUU: Empresarios renuncian a beneficios fiscales

Las grandes empresas de Estados Unidos parecen renunciar casi en pleno a un régimen especial de exenciones impositivas, ante las multimillonarias sanciones comerciales que les impuso la Unión Europea (UE).

El bloque dispuso el lunes aranceles extraordinarios en represalia por el régimen de exenciones impositivas en beneficio de grandes exportadores estadounidenses, considerado ilegal desde agosto de 2002 por la Organización Mundial de Comercio (OMC).

La decisión europea amenaza con complicar a los defensores de la liberación comercial multilateral, pues Estados Unidos afronta crecientes cuestionamientos de la OMC por el modo en que protege a sus productores.

Hasta ahora, muchos en Estados Unidos consideraban a la OMC y a sus mecanismos de conciliación de disputas como una arena propicia para que Washington acusara a otros países de violar las normas internacionales de libre comercio.

Pero la UE se amparó en el fallo de un panel de la OMC para imponer un arancel adicional de cinco por ciento a exportaciones estadounidenses como las de productos de joyería, agrícolas, siderúrgicos, madereros y textiles, papel, juguetes y equipos de construcción y de refrigeración.
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Este arancel se elevará un punto porcentual cada mes hasta alcanzar 17 por ciento en marzo próximo.

La UE mantendrá los aranceles a menos que Washington anule las exenciones impositivas en beneficio de grandes exportadoras como Boeing, Microsoft y Caterpillar, informaron el lunes fuentes del bloque.

El propósito de las sanciones es convencer al Congreso legislativo estadounidense de que derogue las exenciones impositivas concedidas a exportadores que apunten al mercado europeo.

La organización con sede en Ginebra autorizó a la UE a imponer sanciones por hasta 4.000 millones de dólares anuales.

El controvertido régimen fiscal gozado por las denominadas ”corporaciones de ventas al extranjero y de ingresos extraterritoriales” incluye beneficios impositivos a empresas estadounidenses por ventas de sus subsidiarias en el extranjero.

La decisión siembra contradicciones entre los exportadores estadounidenses, que suelen apresurarse a criticar las políticas proteccionistas de otras naciones.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos, principal federación empresarial el mundo con más de tres millones de compañías asociadas, se unió el mismo lunes a otras organizaciones para exhortar a los legisladores a eliminar el beneficio, con el fin de librarse del arancel adicional.

El presidente de la Cámara, Thomas Donohue, indicó en una carta remitida al Congreso que los aranceles perjudicarían las exportaciones a Europa en momentos en que la economía mundial muestra señales de recuperación.

”Aun más, estas tarifas impactarán negativamente en el trabajo de los trabajadores estadounidenses. Estados Unidos debe liderar con el ejemplo y cumplir con decisiones de la OMC que le son adversas si queremos ver una actitud similar de nuestros socios comerciales”, afirmó.

Esfuerzos anteriores de Estados Unidos por cumplir con las exigencias de la OMC fracasaron en el intento.

”Los legisladores deben actuar con rapidez, y el presidente (George W.) Bush debe firmar proyectos de ley que impidan una guerra comercial”, indicó la Cámara de Comercio en un comunicado de prensa.

Esta y otras organizaciones, como Business Roundtable (que reúne a gerentes generales de grandes compañías), la Asociación Nacional de Industrias Manufactureras y la Federación Granjera también publicaron avisos en la prensa, uno de los cuales se titula ”Actúen ahora para salvar empleos estadounidenses”.

Las dos cámaras legislativas han abordado con lentitud los proyectos de ley para corregir el sistema fiscal para las grandes empresas exportadoras. El Senado se reunirá la próxima semana con ese motivo.

Estados Unidos debió dejar de lado las sanciones que había dispuesto contra la UE, Japón, Brasil y otros productores de acero cuando la OMC las consideró ilegales y autorizó a los países perjudicados a establecer aranceles en represalia por hasta 2.000 millones de dólares.

Por otra parte, Washington querelló a la UE ante la OMC por la falta de voluntad del bloque europeo para autorizar la importación de productos transgénicos.

Los conflictos comerciales se convirtieron en un punto candente de la campaña rumbo a las elecciones presidenciales de noviembre. Los precandidatos del opositor Partido Demócrata suelen cuestionar en los discursos el efecto de la política comercial vigente en el mercado de trabajo estadounidense.

Los demócratas se muestran, así, más proclives a considerar medidas proteccionistas, mientras el gobierno de Bush advierte que el libre comercio será, a la postre, más beneficioso para Estados Unidos.

Estados Unidos ha perdido hasta ahora más de 80 por ciento de las demandas interpuestas en su contra ante la OMC, según la organziación no gubernamental Public Citizen.

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