La estación seca fue inusualmente severa este año en la cuenca del río Mekong, en perjuicio de millones de personas que dependen de esta vía fluvial para sobrevivir.
Ocho de cada 10 habitantes de los 800.000 kilómetros cuadrados de la cuenca dependen de la pesca y la agricultura para obtener su alimento y sus ingresos.
El descenso del nivel del agua registrado en tres puntos por donde fluye el principal río del sudeste asiático —Chiang Saen, en Tailandia, Vientiane, en Laos, y Tonle Sap, en Camboya— también alarma a los expertos.
El nivel del agua en Vientiane es el más bajo de la historia. Los niveles en Chiang Saen son similares a los de la temporada seca de 1992, dijo a IPS Robyn Johnston, de la intergubernamental Comisión del Río Mekong (MRC) con sede en Phnom Penh.
La prensa tailandesa también informó sobre sectores inusualmente secos del río en la frontera con Laos, en algunos casos los más bajos en 20 años, con 2,6 metros de profundidad cuando lo usual es entre cuatro y cinco metros.
Pescadores en el poblado nororiental tailandés e Ban Haad Kham sostuvieron que la sequía y las grandes fluctuaciones en el nivel de las aguas puso sus vidas en peligro.
Para reducir los riesgos, el Grupo Consultivo Internacional sobre Investigación en Agricultura (CGIAR) lanzó el 11 de este mes un estudio para determinar de qué modo aumentar la producción alimentaria usando menos agua y sin afectar la biodiversidad.
El programa cuenta con ocho proyectos de productividad agrícola y eficiencia en el uso del agua, mediante el diseño de sistemas en que convivan el cultivo de vegetales y otros alimentos y la piscicultura.
El CGIAR financiará en Vietnam un programa para desarrollar variedades de arroz y estrategias de cultivo especialesa, con el fin de contrarrestar la alta salinidad del suelo y las aguas del Mekong.
El proyecto, que tendrá un costo estimado en 10 millones de dólares, es parte de un esquema mundial mediante el cual el CGIAR supervisará programas en las cuencas de nueve grandes ríos, como el Nilo y el Amarillo.
La del Mekong es la menos desarrolada de las nueve cuencas que estamos analizando, dijo a IPS el coordinador mundial del programa, Jonathan Wooley.
El Mekong nace en la llanura del Tibet y recorre 4.880 kilómetros, serpenteando a través de China, Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam, en cuyo territorio tiene su desembocadura al mar de China Meridional.
Sus aguas son pródigas en peces, pero también se emplean para el riego y el uso doméstico, así como para controvertidos proyectos hidroeléctricos.
La Comisión del Río Mekong prevé que la población del bajo Mekong aumente de los entre 55 y 60 millones de habitantes en la actualidad a 90 millones en 2025.
Esta tendencia, junto con la degradación ambiental, añade presión a la seguridad alimentaria y los conflictos por el agua entre los países y entre agricultores y pescadores, según expertos de la Comisión.
A pesar de su vecindad con tan abundante vía fluvial, menos de 40 por ciento de los hogares de Camboya y Laos poseen acceso a agua potable. Asimismo, 40 por ciento de la población de Camboya, Laos y Vietnam son pobres.
Para muchos, la pesca sigue siendo una fuente vital de alimentos e ingresos: cada año se capturan en la cuenca del Mekong 1,75 millones de toneladas de pescado por un valor calculado en 1.450 millones de dólares, 20 por ciento de la pesca en aguas internas de todo el mundo.
La mayoría de las 12 millones de las familias rurales del curso inferior del Mekong pescan y cultivan, y la pesca es la principal fuente de proteína animal, según la Comisión.
La agricultura, agrega el informe, sigue siendo la actividad económica más importante de la cuenca, con el arroz como principal cultivo.
En todos los países de la región del Mekong hay sistemas locales más o menos buenos en funcionamiento para la distribución y el uso del agua. El grado de participación local en la toma de decisiones varía de estado a estado, dijo John Dore, de la Red de Manejo de Agua del Mekong. (