PERIODISMO-PORTUGAL: Las múltiples voces de la inmigración

Los medios informativos de las comunidades de inmigrantes residentes en Portugal se han convertido en un lucrativo negocio para sus dueños, en una realización profesional para sus editores y en un importante nexo para sus lectores.

Actualmente residen en el país cerca de 600.000 trabajadores inmigrantes, entre legalizados e indocumentados, una de las cifras más altas de la Unión Europea (UE) en relación con la población total, mucho mayor que las de Italia y España, y sólo comparable con las de Alemania, Francia y Luxemburgo.

El fenómeno es nuevo para este país con 10,2 millones de habitantes, a los que se suman otros cinco millones de portugueses residentes en el extranjero, como resultado de grandes flujos de emigración, principalmente en los años 60, en plena dictadura corporativista y en los inicios de la guerra de independencia en las ex colonias de Angola, Guinea-Bissau y Mozambique.

Los cuantiosos fondos aportados a Portugal por la UE , destinados en especial a las obras públicas, atrajeron a miles de inmigrantes, y a fines del primer trimestre de 2003 registraban domicilio en el país 450.000 trabajadores con autorización de residencia extendida por el Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF).

A ellos se suman 30.000 brasileños que regularizaron su situación mediante un acuerdo bilateral firmado en junio, en nombre de ”los lazos históricos, lingüístico y culturales entre los dos países hermanos”.

Los efectos de ese tratado convirtieron a la comunidad de inmigrantes brasileños en la que tiene más cantidad de integrantes legales, con 100.000, seguidos por 75.000 ucranianos y 59.000 caboverdianos. Angola, Moldavia y Rumania aparecen en las posiciones siguientes, con colectividades de 45.000 a 28.000 trabajadores.

El SEF no divulga cálculos sobre residentes indocumentados, cuyo número es, según asociaciones de inmigrantes, de 120.000 a 150.000, en su mayoría ucranianos.

La proliferación de medios de prensa de inmigrantes comenzó hace dos años y medio, con el lanzamiento del periódico en ruso Slovo (Palabra), cuyas 16 páginas eran redactadas en Portugal pero debían imprimirse en Moscú, por falta de máquinas con alfabeto cirílico.

Hoy, las 40 páginas de sus 16.000 ejemplares, son enteramente hechas en Portugal, ”porque el periódico fue creciendo al paso del aumento de las comunidades” de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), explicó su director, Vitali Serebriakov.

Ucranianos y moldavos son las principales comunidades procedentes de Europa central y oriental, pero Serebriakov aseguró, contando evidentemente a los indocumentados, que ”hay cerca de 400.000 inmigrantes de la ex URSS”.

”Como la lengua rusa es lo único que tienen en común los lectores, debemos satisfacer los intereses de todos”, explicó.

El uso del ruso presenta la ventaja adicional de que aprenderlo era obligatorio en la URSS, y por lo tanto es un idioma comprendido por la fuerte comunidad de moldavos, de lengua rumana, y por otras con menor número, de georgianos, azeríes y armenios, además de ser fácilmente accesible para serbios, montenegrinos, búlgaros y macedonios.

El llamado ”modelo ex URSS” de los medios informativos para inmigrantes hizo que a mediados de este mes apareciera el semanario Correio do Brasil, de 32 páginas y un tiraje de 20.000 ejemplares, la más reciente publicación para inmigrantes, aunque su directora, Paula Ribeiro, subrayó que está destinada también ”a todos los que se interesan por Brasil”.

La prueba, facilitada por el idioma, es que ”los que más la compran son los portugueses”, aclaró la periodista, residente en Portugal desde hace 17 años.

Correio do Brasil es editado por el semanario lisboeta O Independente, que ya prepara el lanzamiento de la revista Africa, destinada a las comunidades procedentes de Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Santo Tomé y Príncipe, que hablan portugués, y a todos los interesados en el continente africano, según el director del proyecto, Emídio Fernando.

”En la sección de economía, queremos saber quién es el dueño de esta o aquella empresa que invierte en Africa”, explicó.

En deportes, y sobre todo en fútbol, ”vamos a informar sobre todos los resultados de los cinco países africanos de lengua portuguesa, hablaremos con el jugador africano que más se haya destacado durante la semana en Portugal, y haremos reportajes con los niños de origen africano que se perfilan como las estrellas del futuro”, añadió Fernando.

La larga presencia portuguesa en el enclave chino de Macao (1537-1999), se expresa hoy en el periódico Sino (Campana), de 32 páginas y que edita 25.000 ejemplares, en mandarín y con formato tabloide. Hace cinco años era sólo un conjunto de fotocopias en papel tamaño carta, distribuido en supermercados que venden productos chinos.

El paso a publicación mensual con las características actuales se debe al sustento financiero del magnate del juego de Macao, Stanley Ho, propietario en Portugal del Casino do Estoril, el mayor de Europa por tamaño y volumen de juego. También incidió mucho un favorable acuerdo con una agencia de noticias china, gracias a un decisivo apoyo de la misión diplomática de Beijing en Portugal.

Ling Zhan, el director de Sino, explicó que su periódico informa en especial ”de lo que sucede en Portugal, en Europa y en China, con noticias regulares sobre oportunidades de negocios o de abastecimiento de productos”.

Según la socióloga e investigadora Catarina Reis de Oliveira, especialista en estudios chinos de la Universidad Nova de Lisboa, la publicación cumple ”un papel fundamental como eje de ligazón de la comunidad china” residente en el país.

Esa comunidad incluye a muchos de los 220.000 chinos con pasaporte portugués que se radicaron en Portugal tras la devolución a China de Macao, el 19 de diciembre de 1999.

Según el Alto Comisariato para la Inmigración y las Minorías Etnicas (Acime), además de Slovo y Correio do Brasil existen otras publicaciones que pueden considerarse importantes en un país donde Jornal de Noticias, el diario de mayor circulación, vende 80.000 ejemplares, y Público, el periódico más influyente llega a 67.000.

El financiamiento de Slovo y otros periódicos destinados a las comunidades de los países de la ex URSS, depende casi exclusivamente de publicidad de empresas dedicadas a las telecomunicaciones y la transferencia de dinero.

En la lista del Acime está Bereg (Costa), quincenal, con 12 páginas y 20.000 ejemplares, que se edita en ruso y se distribuye en forma gratuita con la intención de divulgar ”información útil para los inmigrantes sobre la vida política y social de los portugueses”, según explicó su director, Andriji Saenko.

Imigrante es otro de los semanarios en ruso. Edita 10.000 ejemplares en Portimao, ciudad turística del extremo sur del país. Su información ”se centra en Portugal y el mundo, a nivel político, económico y social, recurriendo a la Internet como fuente”, relató Sergei Ronita, periodista moldavo que lo dirige.

También edita 10.000 ejemplares Maiak Portugalii (Faro de Portugal), en ruso, que ”se especializa en informaciones sobre Ucrania y Moldavia, Portugal y el mundo”, relata su director, el periodista moldavo Sergei Damián, quien destaca sus secciones de ”belleza, humor y educación sexual”.

Entre los de más tirada, cierra la lista la revista mensual Trojka Lusa, de 40 páginas a color que edita 10.000 ejemplares y tiene la particularidad de ser bilingüe, en portugués y ruso. Su directora, Raisa Zolotco, dijo a IPS que ”la integración de los inmigrantes pasa también por la divulgación de las culturas, de la historia, ya que es difícil apreciar lo que no conocemos”. (

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