La Colección Cultura Cubana de la editorial puertorriqueña Plaza Mayor, creada para escritores radicados dentro y fuera de Cuba, figura entre los platos fuertes de la Feria Internacional del Libro que finaliza el próximo domingo en esta capital.
La editora de la colección, Patricia Gutiérrez, entiende que el proyecto apunta fundamentalmente a brindar y fomentar el respeto por las diferencias, empeño en el cual ha debido sortear no pocas incomprensiones y dificultades de uno y otro lado del estrecho de La Florida.
Esta colección ofrece un espacio literario, sin censura, para que los cubanos se encuentren sobre papel, ya que no pueden encontrarse, con la frecuencia que desearían, en una misma geografía, dijo a IPS.
Gutiérrez es hija del ex comandante guerrillero y ex preso político cubano Eloy Gutiérrez Menoyo, quien desde mediados del año pasado intenta infructuosamente que las autoridades le permitan residir legalmente en Cuba.
La también presidenta de Plaza Mayor participa desde hace cuatro años en la Feria Internacional del Libro de La Habana, que en esta ocasión se trasladará a partir del domingo a otras 33 ciudades del país en un periplo que se extenderá hasta el 7 de marzo.
Según ha dicho, su propósito no es otro que unir, con verdad y sentido a los cubanos de la isla y a los cubanos que viven en otros países, para así propiciar diálogos, confluencias, ecos a través de la palabra.
Por las estanterías de su editorial en el recinto ferial de la isla han pasado libros de Carmen Duarte, quien vive en Miami, Pedro Pérez Sarduy y Jhon Kirk, residentes en Londres y Canadá, respectivamente.
No sin reticencias de los anfitriones, también trajo, entre otros, Mi vida saxual, de Paquito D' Rivera, una provocadora autobiografía del saxofonista y clarinetista emigrado.
En la edición pasada de la feria fue presentada la novela de Félix Luis Viera, residente en México desde hace algunos años, quien recrea el tétrico ambiente de las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).
Las UMAP existieron en los años 60 para recluir en ellas, obligatoriamente, a jóvenes cuyas actitudes sexuales, sociales, culturales, éticas o religiosas no se consideraran propias de un miembro de la nueva sociedad socialista.
Tenemos una política que obedece a la excelencia y no a la censura para que, en la aspiración a lo mejor, podamos ser hermanos al menos en papel, ya que no lo somos con la valentía suficiente en la esfera pública, sostuvo Gutiérrez en su carta a los lectores de la Colección.
Entre las novedades que Plaza Mayor trae a la feria habanera figura Cundo Macao, de Gregorio Ortega, un narrador y ex diplomático que reside en la isla. La obra resultó ganadora del Premio de novela Plaza Mayor en su primera convocatoria el pasado año.
El lunes de la semana próxima, ya terminada la fase habanera de la feria, será presentada la biografía testimonio Yo seré la tentación: María de los Angeles Santana, de Ramón Fajardo Estrada, periodista e investigador que en 1997 obtuvo el premio testimonio de la reconocida entidad cubana Casa de las Américas.
El lanzamiento, previsto en la sala de conciertos de la Basílica y Convento de San Francisco de Asís en el centro Histórico de La Habana Vieja, será el primer homenaje que reciba la popular actriz en el año del 90 aniversario de su natalicio.
En la versión de este año de la feria del libro participan unas 60 casas editoriales extranjeras, 37 de las cuales proceden de Alemania, uno de los países más representados junto a México y España.
En esta ocasión se había dispuesto que el invitado de honor fuera Alemania, pero el gobierno de ese país europeo renunció a esa condición acorde con medidas adoptadas por la Unión Europea tras el encarcelamiento de decenas de disidentes en marzo de 2003.
Esa decisión introdujo matices políticos en el foro literario, convertido en los últimos años en un suceso sociocultural de relevancia por la gran cantidad de personas que lo visitan.
Esa postura del gobierno alemán es de lesa incultura. Nadie puede hacer una cosa semejante, es como suicidarse. Pero la cultura alemana si respondió y está aquí, comentó a IPS Jorge Timossi, vicepresidente del Comité Organizador de la Feria.
A la cita acudieron también agrupaciones teatrales y musicales, además de una importante representación de prominentes intelectuales alemanes, en tanto más de 35 autores de esa nacionalidad donaron los derechos para la publicación de sus obras en Cuba.
La bolsa del libro puso a disposición de los lectores unos 1.300 títulos y cinco millones de ejemplares en moneda nacional, una bonanza que según especialistas no quiere decir que se hayan resuelto todos los problemas de edición, producción y distribución.
La acumulación de novedades durante las semanas de feria, la deficiente distribución hacia las librerías y el elevado precio de los libros siguen siendo asuntos aún pendientes de solución, consideran esas fuentes.
Las ofertas de las editoriales extranjeras resultan prohibitivas para el ciudadano cubano promedio, que para comprar por ejemplo Cundo Macao, que cuesta 14,95 dólares, tendría que gastarse más de un salario mensual.
Ni pensar en esa compra en dólares. Pero al menos puedo tener una idea de lo que se está publicando en el mundo, manipular los libros, leer lo que dicen sus solapas, dijo María Luisa Ruiz, una maestra de primaria con 15 años de ejercicio profesional.