Expertos electorales de la ONU que regresaron de Iraq la semana pasada consideraron inviables los procedimientos y plazos manejados por Washington para elegir el próximo gobierno de transición en ese ocupado país de Medio Oriente.
Una de las ideas manejadas por la Casa Blanca fue celebrar en Iraq asambleas regionales al estilo estadounidense, como paso intermedio para elegir a las nuevas autoridades.
Pero esa idea no parece gozar de suficiente apoyo entre los iraquíes para ser viable, concluyó el equipo de especialistas encabezado por Lakdhar Brahimi, subsecretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), en un informe al Consejo de Seguridad del foro mundial que se dio a conocer este lunes.
Según el informe, sería posible realizar elecciones (en Iraq) cerca del fin de 2004 o poco después, si se cumplen varias condiciones, entre ellas la creación de un nuevo marco legal e institucional, que incluya una Comisión Electoral iraquí, y ello requiere comenzar a trabajar de inmediato y que el consenso político necesario se alcance con bastante rapidez.
Una vez que haya acuerdo sobre el marco legal, serán necesarios por lo menos ocho meses para preparar una elección creíble, sostuvieron los expertos.
La Autoridad Provisoria de la Coalición (APC), que gobierna Iraq encabezada por Estados Unidos, no sólo había manejado la idea de traspasar el poder el 30 de junio a un gobierno iraquí de transición, sino que también propuso que el proceso hacia ese desenlace incluyera asambleas regionales.
Según críticos, esas asambleas podrían ser manipuladas para asegurar que el gobierno de transición esté alineado con Washington.
La idea resulta familiar para los votantes de Estados Unidos, porque tales asambleas serían semejantes a las que realizan los partidos de ese país para definir candidaturas, pero es totalmente ajena a la cultura de Iraq y del mundo árabe en general, y por eso fue duramente criticada.
El poderoso ayatolá iraquí Ali al-Sistani, de la rama chiita del Islam, expresó su rechazo a la propuesta de la APC y demandó elecciones nacionales para elegir en forma directa un gobierno el 30 de junio.
Brahimi se reunió con Al-Sistani en Iraq la semana pasada, y parece haber convencido al clérigo de aceptar que las elecciones se realicen después de esa fecha, sobre todo por razones logísticas.
Pero otra autoridad chiita, el gran ayatolá Mohammed Taqi al-Modaresi, dijo a periodistas este lunes que postergar las elecciones equivaldría a activar una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento.
Sin elecciones, nuestras instituciones nacionales seguirán inestables y carentes de reconocimiento y confianza por parte del pueblo, pronosticó…
Washington ha asegurado que el mandato de la APC cesará el 30 de junio, aun si no se ha elegido para esa fecha un gobierno de transición, y analistas políticos piensan que eso debe a que el presidente estadounidense George W. Bush desea minimizar el peso de la cuestión iraquí en su campaña para ser reelegido en noviembre.
Fijar plazos arbitrarios para la diplomacia en Medio Oriente es una mala idea, especialmente si coinciden, aunque sea por casualidad, con nuestro calendario electoral. Los iraquíes ven televisión, dijo la semana pasada al diario estadounidense The New York Times el profesor de derecho Noah Feldman, de la Universidad de Nueva York.
Sea como fuere, el informe al Consejo de Seguridad no sugiere qué hacer si la APC cesa en sus funciones sin que haya un gobierno electo para sustituirla.
Cuando se le planteó esa inquietud a Brahimi, durante una conferencia de prensa realizada en Bagdad la semana pasada, respondió: Lo único que sé es que hablamos de algo provisorio, algo que no va a durar mucho, algo que no va a tener amplios poderes.
Pero me temo que no he llegado a ninguna conclusión sobre esto. Continúan las discusiones sobre la autoridad que tendrá soberanía a partir del 30 de junio, y no hay consenso, añadió.
Cuando se le preguntó si consideraba posible una guerra civil en Iraq después del gobierno de la APC, se limitó a comentar que se siente un poco preocupado y un poco inquieto, porque hay peligros extremadamente graves.
Quiero pedir a cada uno de los iraquíes, en cada lugar de Iraq, que sea consciente de que las guerras civiles no comienzan mediante una decisión formal, sino debido a gente que actúa en forma imprudente y egoísta, y a grupos que piensan más en sí mismos que en el bien de su país, alegó.
El equipo de expertos indicó que la ONU podría ayudar a formar consenso entre los iraquíes sobre la estructura, la integración y los poderes de un organismo e gobierno provisorio y sobre el proceso para establecerlo, así como brindar servicios de asesoramiento y asistencia técnica para la realización de los comicios.
Eso requeriría que el pueblo de Iraq desee ayuda, que el Consejo de Seguridad defina un mandato, y que se adopten medidas apropiadas para la seguridad del personal de la ONU, apuntaron.
Pero en última instancia, los propios iraquíes deben decidir sobre esos asuntos e implementar sus decisiones, y son más que capaces de hacerlo, enfatizaron los especialistas.
La directora de la división de asistencia electoral de la ONU, Carina Perelli, integrante del equipo que visitó Iraq, dijo a periodistas este lunes que el foro mundial actuará según los deseos de la población iraquí.
Ahora esperaremos para saber si los iraquíes y la APC aceptan el informe y nuestras recomendaciones sobre los próximos pasos hacia la realización de elecciones, explicó. (