– Los principales colaboradores del belicoso presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ven como su más poderoso enemigo al senador John Kerry, un héroe de Vietnam que se opuso a esa guerra.
Luego de su triunfo en los meridionales estados de Virginia y Tennessee el martes, Kerry, oriundo del septentrional Massachussetts, parece adueñarse de la candidatura presidencial del opositor Partido Demócrata.
Con sus últimos triunfos, Kerry dejó fuera de competencia al general retirado Wesley Clark y detuvo el avance del senador John Edwards, que lo había derrotado la semana pasada en el estado de Carolina del Sur.
Kerry consolidará su posición si vuelve a ganar este jueves en Wisconsin, donde el ex gobernador Howard Dean ha concentrado sus esfuerzos. Para la mayoría de los analistas, eso significaría que la candidatura demócrata ya tiene nombre y apellido, así como las míticas iniciales JFK.
De hecho, dirigentes demócratas y antiguos rivales se apresuraron a apoyar su candidatura desde su victoria el mes pasado en Iowa, un proceso que se acelerará, sin duda, ahora que recibió un apoyo mayor del esperado en el sur, el bastión conservador de este partido.
Ya terminó todo, menos el griterío, dijo a The Washington Post este miércoles Donna Brazile, quien dirigió la campaña presidencial del ex vicepresidente Al Gore en 2000.
Kerry porta la bandera demócrata frente a un cada vez más incómodo Bush, forzado a la defensiva por acusaciones contra sus colaboradores de exagerar la amenaza de los arsenales de Saddam Hussein para fundamentar la invasión a Iraq.
Bush soporta ahora interrogantes insistentes sobre el periodo en que sirvió en la Guardia Nacional durante la guerra de Vietnam.
El martes, la Casa Blanca difundió los registros de salarios de la Guardia Nacional a Bush mientras supuestamente estuvo enrolado en esa división militar, pero eso sembró dudas sobre la posibilidad de que estuviera ausente sin permiso al menos seis meses en 1972, acusación que él mismo había rechazado antes personalmente.
El presidente Bush estaría claramente equivocado si pensara que la difusión de registros seleccionados de pagos y de servicios elimina la creciente controversia sobre sus posibles faltas en algunos servicios hace tres décadas, sostuvo el diario The New York Times en su editorial este miércoles.
Las razones por la renovada atención sobre el modo en que Bush sirvió a las fuerzas armadas durante la guerra de Vietnam son claras, y las consecuencias de ello podrían ser desastrosas para las posibilidades de reelección, especialmente si Kerry es el candidato demócrata.
Aunque se opuso a la intervención militar de Estados Unidos en el sudeste asiático, Kerry —quien tenía los medios económicos y los contactos políticos para evitar el enrolamiento— fue uno de los más condecorados soldados en esa guerra.
Por el contrario, Bush se alejó del frente de batalla al inscribirse en la Guardia Nacional, actitud típica de los graduados universitarios con buenas conexiones que deseaban minimizar las posibilidades de participar en los combates en Vietnam.
El contraste juega en claro favor del senador por Massachussetts, a pesar de que él mismo regresó del frente convertido en un extravertido líder de los veteranos contra la participación estadounidense en la guerra.
La intención de Bush de mostrarse como presidente guerrero en la incipiente campaña solo subraya ese contraste. Peor es la situación del vicepresidente Dick Cheney, quien dijo en su momento que no había ido a Vietnam porque tenía mejores cosas que hacer.
Al mismo tiempo, legisladores demócratas y medios de prensa consideran que altos funcionarios, incluido Bush, engañaron deliberadamente al Congreso legislativo para justificar la invasión a Iraq, encabezada por Estados Unidos entre el 20 de marzo y el 1 de mayo pasados.
Para un presidente, la confianza es un bien difícil de recuperar una vez perdido. Eso es especialmente cierto para George W. Bush, cuya apelación (al electorado) siempre fue tan personal como política, dijo el analista político liberal Robert Kuttner..
Si la Casa Blanca sigue siendo incapaz de demostrar que Bush no estuvo 'ausente sin permiso' en la Guardia Nacional, esa podría ser la rotura que no podrá se reparada en el barco, escribió Chris Nelson, quien publica un boletín privado dirigido a embajadas y altos funcionarios en Washington. Ahora la incógnita no parece ser la candidatura presidencial demócrata, sino el compañero de fórmula de Kerry.
Las especulaciones se concentran en Edwards, quien no ha tenido un periodo completo como senador pero impresiona por su capacidad política y de apelación ante las clases trabajadoras.
Además, por ser sureño, equilibra la fórmula geográfica: Kerry es norteño y tiene una imagen distante y arisca, alimentada por su carrera como abogado litigante.