TURISMO-ARGENTINA: Fósiles, ballenas y tango

La ruta de los dinosaurios, Eva Perón y Carlos Gardel, selvas y cataratas, glaciares y montañas, ballenas y ruinas precolombinas. Argentina multiplica su oferta para consolidar el creciente ingreso de turistas extranjeros. Estos gastan unos 180 dólares diarios en el país.

El turismo extranjero creció el año pasado 33,6 por ciento, comparado con 2002, alentado por la devaluación de la moneda argentina y por una activa promoción oficial y privada que busca captar divisas y generar puestos de trabajo.

Según la Secretaría de Turismo, durante 2003 ingresaron por el aeropuerto internacional de Ezeiza 1,3 millones de turistas extranjeros, aproximadamente 75 por ciento del total que llegó a la Argentina.

Una cantidad importante de extranjeros, en particular europeos, ingresó al país por la septentrional provincia de Salta, que se conecta con los circuitos turísticos de Bolivia y Perú.

DINOSAURIOS Y BALLENAS

Operadores privados destacaron que la política de promoción gubernamental y empresarial abarca toda la oferta argentina, aunque reconocieron que Buenos Aires, la austral región de la Patagonia y Salta son los destinos más buscados.

"En el caso de la Patagonia, los visitantes extranjeros se concentran desde septiembre hasta mediados de marzo, cuando se conjugan distintos aspectos, como la llegada de las ballenas y la disminución del rigor climático", apuntó Alvarez Argüelles.

Entre los lugares más visitados están los sitios del llamado "turismo paleontológico", como el Parque Provincial Ischigualasto, en la occidental provincia de San Juan, uno de los más importantes yacimientos de fósiles del mundo.

Allí se pueden ver restos de vertebrados que habitaron el territorio 180 millones de años atrás, huellas de dinosaurios y helechos y árboles petrificados, en un entorno natural de gran belleza.

Ischigualasto está vinculado al Parque Nacional Talampaya, una zona de farallones y cañones de roca roja, donde la erosión del viento ha esculpido extrañas figuras en las piedras y donde habitan los cóndores. Ambos parques están en la lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Las provincias patagónicas de Neuquén y Río Negro pondrán en marcha "la ruta de los dinosaurios", un circuito integrado por yacimientos fósiles y museos, al que posteriormente se sumará un parque temático.

Al norte, en la provincia de Jujuy, está la Quebrada de Humahuaca, un extenso valle flanqueado por montañas de diferentes colores, por el que transitaron varias culturas durante más de 10.000 años.

También incluida en la lista de la Unesco, la quebrada alberga pequeños pueblos, iglesias coloniales y ruinas precolombinas como Purmamarca, un poblado indígena enmarcado por el cerro De los Siete Colores y el Pucará de Tilcara, un fuerte construido por los aborígenes omaguacas.

Hacia el extremo nororiental, en la provincia de Misiones, las cataratas y la selva del parque Nacional Iguazú –Patrimonio Natural de la Humanidad- atraen a diario a miles de europeos y asiáticos en todas las épocas del año.

Allí, el río Iguazú desborda su enorme caudal a lo largo de 2,7 kilómetros, cayendo a través de 275 saltos de más de 70 metros de altura. El paisaje es especialmente atractivo en la Garganta del Diablo, la mayor de las caídas, donde la dispersión del agua en el aire crea imponentes arco iris.

A 1.400 kilómetros al sur de Buenos Aires, la península Valdés, en la costa patagónica sobre el océano Atlántico, es uno de los destinos favoritos de los extranjeros. Allí se reúnen las ballenas francas australes, y hay grandes colonias de lobos marinos.

La isla de los Pájaros es una reserva que alberga miles de aves marinas, como cormoranes, gaviotas y garzas, y en el extremo norte de la península se encuentra el mayor asentamiento de elefantes marinos de América.

A casi 3.000 kilómetros de Buenos Aires, el parque Nacional Los Glaciares, y en particular el extraordinario glaciar Perito Moreno, son objetivos tradicionales de visitantes extranjeros que ansían ver las enormes y milenarias masas de hielo penetrar en los lagos Argentino y Viedma.

Buenos Aires, capital y la principal puerta de entrada al país, multiplicó su oferta de teatros, galerías, museos y espectáculos de tango.

La capital argentina inauguró un nuevo circuito turístico relacionado con la vida del emblemático cantante de tangos Carlos Gardel (1890-1935), quien se convirtió en un mito al morir en un accidente aéreo en Medellín, Colombia.

El recorrido que ilustra la vida de Gardel, uno de los ídolos populares más importantes de Argentina, se sumará a los ya organizados sobre Eva Perón (1919-1952), líder política y esposa del ex presidente y fundador del Partido Justicialista Juan Domingo Perón, y del escritor Jorge Luis Borges (1899-1986).

A esto se suma la "fiebre del tango", con la proliferación de clubes y academias que cultivan la danza y festivales internacionales.

SALIENDO DEL POZO

El incremento de visitantes es un dato positivo, pero hay que tener en cuenta que en 2002 el ingreso de turistas había caído 27 por ciento respecto del año previo, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo.

En 2001 se profundizó la crisis económica y política en Argentina y creció el descontento popular que condujo a los levantamientos del 20 y 21 de diciembre que provocaron la renuncia del presidente Fernando de la Rúa (1999-2001).

En enero de 2002, el parlamento nacional derogó la ley que impuso durante una década la equivalencia uno a uno entre el peso y el dólar. En la actualidad el dólar se cotiza a 2,90 pesos.

"A partir de la devaluación, el turismo receptivo está creciendo a una tasa promedio anual de 18 por ciento" para todas las procedencias, dijo el presidente de la Federación Hotelera y Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), Alberto Alvarez Argüelles.

"En este sentido –dijo a IPS- la recuperación ha sido mayor en el caso de los turistas chilenos y brasileños, que recibieron más rápidamente los beneficios en su poder adquisitivo".

Desde Europa, hay una mejora notable del turismo proveniente de España –que continúa liderando con 90.000 visitantes por año- seguido por los de Italia y Francia.

"Alemania aún no se recupera, pero eso tiene que ver con la falta de una buena conectividad aérea", sostuvo el empresario turístico, quien también destacó la evolución favorable de las visitas desde México y Sudáfrica.

Argentina dispone en la actualidad de más de 400.000 plazas, distribuidas en 7.700 hoteles de distintas categorías, "70 por ciento de las cuales ya estaba ocupado en la primera semana de este año", según informó el presidente de la Cámara Argentina de Turismo, Marco Palacios.

"Eso marca un incremento importante en destinos turísticos tradicionales, con cifras más destacadas en aquellos que no lo son", agregó.

"Hay importantes caudales de turistas en centros ya impuestos, como la costa atlántica y la Patagonia, e incluso Salta que, con una muy buena promoción, también se está instalando como un destino para la temporada de verano".

"El gasto de los visitantes extranjeros ha crecido más de 80 por ciento, ya que la capacidad de compra con moneda fuerte es la ventaja comparativa más importante que Argentina ofrece en el presente", sostuvo Alvarez Argüelles.

APORTE INVISIBLE

Según estimaciones oficiales y de Fehgra, el gasto diario promedio de los turistas extranjeros es de 180 dólares, entre alojamiento, comidas, transporte y compras. Los que más gastan son los estadounidenses y los brasileños, seguidos por los europeos y los chilenos.

En Argentina no se efectuaron hasta ahora mediciones oficiales del aporte del turismo a las cuentas nacionales, contribución que los empresarios estiman en siete por ciento del producto interno bruto (PBI), que en 2003 ascendió a 127.000 millones de dólares, de acuerdo con el Ministerio de Economía.

Desde este año, el Indec llevará a cabo dos encuestas, una sobre turismo internacional y otra sobre ocupación hotelera, que serán fundamentales para discriminar el consumo de bienes y de servicios de los turistas y verificar cuál es el aporte de esa actividad al PIB.

Las inversiones en el sector también crecieron en 2003, en particular en la Patagonia y en Salta, que recibió un crédito de 34 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para desarrollar su plan de turismo.

En noviembre de 2003, el gobierno argentino suscribió convenios con el BID para la ejecución de consultorías y poner en marcha el Programa de Mejoramiento de la Competitividad del Sector Turismo en Argentina.

La actividad turística emplea a 500.000 personas en hoteles, restaurantes, bares, agencias de viaje y empresas de transporte, y una cantidad similar de puestos de trabajo indirectos, en este país de casi 38 millones de habitantes.

"El sector turístico fue uno de los pocos que no expulsó trabajadores en ningún momento de la crisis" y que, además, "entre 2001 y 2003 creó 80.000 nuevos puestos de trabajo"

Las zonas que mas ganan por la creación de nuevos empleos son el noroeste, la Patagonia y el litoral fluvial nororiental, "sin tener en cuenta la ciudad de Buenos Aires, la más beneficiada, ya que por ella ingresa más de 75 por ciento de los turistas extranjeros", precisó.

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