La decisión del gobierno estadounidense de exigir la presencia de policías armados en los aviones de pasajeros con destino a su país, para reprimir eventuales actos terroristas, divide las opiniones en el mundo.
Hay posiciones intermedias, como la del opositor Partido Socialista Obrero Español, cuyo portavoz de Interior, el diputado Victorino Mayoral, quien comentó a IPS que ”una opción realista es incorporar policías a los vuelos, sin armas de fuego y portando otros elementos disuasorios, como lanzadores de gases paralizantes”.
Pero lo más importante es reforzar la seguridad en tierra antes de la partida, porque el uso de armas de fuego dentro de un avión implica un grave riesgo, añadió.
Francia y Australia aceptaron la exigencia de Washington, pero con guardias cuyas armas no pueden dañar el fuselaje ni herir de gravedad a las personas, según el secretario de Estado de Transportes francés, Dominique Bussereau
Los pilotos, ”que son los que más entienden de lo que sucede o puede suceder a bordo”, según dijo a IPS uno de ellos de la española compañía Iberia, se oponen a cualquier tipo de presencia de guardias armados.
El presidente del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas, Andoni Nieto, se declaró ”absolutamente en contra de meter armas en los aviones”, y adelantó que si el gobierno español aceptase la decisión estadounidense y la medida se aplicase, de inmediato se plantearían problemas adicionales.
Uno es que los agentes entrarían en funciones sin recibir un adiestramiento específico para actuar en los aviones en vuelo. Y el otro, que se debería modificar la legislación, ya que ésta dispone que el máximo responsable a bordo de un avión es el comandante. ”Y muchos pilotos españoles podrían negarse a volar con hombres armados”, explicó.
La Asociación Internacional para el Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), con sede en Ginebra y que agrupa a más de 270 compañías aéreas de 180 países, también considera negativa la medida, y reclama que, donde se aplique, los gastos corran a cargo de Estados Unidos.
Anthony Concil, portavoz de esa asociación, dejó claro que su posición es ”que no queremos armas a bordo de los aviones y en ningún caso en la cabina del piloto”.
El periódico británico The Sunday Times se sumó a las presunciones estadounidenses de que se preparan nuevos atentados utilizando aviones.
Esa publicación afirmó el domingo que existe un plan de la red terrorista Al Qaeda (La Base) para secuestrar aeronaves de la compañía británica British Airways, la francesa Air France y la mexicana AeroMéxico y perpetrar con ellos atentados similares a los del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
Al Qaeda, liderada por el saudita Osama bin Laden, ese señalada por el gobierno estadounidense como responsable de aquellos ataques terroristas.
Precisamente los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y México aceptaron poner guardias armados en los aviones. Y British Airways anuló el jueves y el viernes dos vuelos de Londres a Washington por motivos de seguridad, tras recibir informaciones de los organismos de seguridad estadounidenses.
Italia es uno de los países que postergan una decisión sobre el asunto, ya debería aprobar nuevas leyes para poder poner guardias armados en los aviones, según un portavoz de la Autoridad Italiana para la Aviación Civil.
En Francia, las autoridades destacaron desde el 23 de diciembre a miembros de un grupo especial de la gendarmería nacional para que vigilen, vestidos de civil, los vuelos con destino a Estados Unidos que parten de París.
”La decisión es peligrosa”, explicó al diario Clarín, editado en Buenos Aires, Rogelio Cirigliano, dirigente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas de Argentina.
”Cuando lo intentaron implementar después de los atentados del 11 de septiembre, nuestro rechazo fue unánime y esta vez se volverá a repetir”, aseveró.
La Asociación Sindical de Pilotos mexicanos, que agrupa a más de 3.000 de ellos, también rechaza la medida, según su portavoz, Francisco Esquivelzeta.
En España, como en muchos otros países, el gobierno no quiere enfrentarse a Washington pero desea negociar los términos de aplicación de la medida, mientras la oposición y los sindicatos se oponen a poner policías armados en los aviones, y la línea de bandera, Iberia, espera una decisión del Ministerio del Interior.
Ese ministerio aguarda, a su vez, el resultado de las reuniones que mantendrá este miércoles la canciller Ana Palacio con altos funcionarios de Washington.
Todo esto teniendo presente la advertencia del portavoz del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, Dennis Murphy, quien destacó que si aerolíneas extranjeras no se avienen a algún requerimiento de su país para incluir vigilantes armados, se les podría prohibir el uso de los aeropuertos estadounidenses.
Murphy aclaró que las medidas se aplicarán ”caso por caso, en función de informaciones específicas” procesadas por los organismos de seguridad de los Estados Unidos.
Alemania Bélgica, Dinamarca Grecia, Italia y Suecia son algunos de los países europeos cuyos gobiernos, al igual que el español, no se han pronunciado sobre la demanda de Washington.
Un portavoz de la empresa alemana Lufthansa precisó que desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, agentes de seguridad están presentes en varios de sus vuelos ”tanto de cabotaje como internacionales”, aunque no aclaró si van armados.
La aerolínea sueca Scandinavian Airlines Sistema (SAS) avisó por su parte que no admitirá guardias armados, y que en caso de amenazas, adoptará otras medidas, entre las cuales la más probable será anular los vuelos, de acuerdo a lo informado por Per Froeberg, portavoz de la aviación civil de ese país.
Los pilotos de SAS anunciaron su total oposición a la exigencia de Estados Unidos y, como los españoles y otros, subrayaron el peligro que supone la presencia de personas armadas en los aviones, aunque sean policías.
El Sindicato de Pilotos de Gran Bretaña informó que suscribió un acuerdo con una importante compañía aérea de ese país, cuyo nombre no proporcionó, sobre la presencia de agentes armados de incógnito a bordo de algunos vuelos comerciales con destino a Estados Unidos.
Según ese acuerdo, el comandante del avión sabrá cuál de los pasajeros es el agente, y podrá contactar con él en cualquier momento, ya que no dejará de ser la primera autoridad del avión.
En otro aspecto, Brasil es el único país que ha respondido a la orden de Washington de que todos los extranjeros que lleguen a Estados Unidos desde países a cuyos ciudadanos se exigen visados, sean identificados mediante fotografías y huellas dactilares, también con la intención declarada de prevenir actos terroristas.
Por una orden que se aplica desde el viernes, del juez federal brasileño Julián Sebastiao da Silva, del occidental estado de Mato Grosso, todos los estadounidenses que ingresen a Brasil, uno de los afectados por las medida, deberán ser identificados de la misma manera.