PETROLEO: Aliento de OPEP viene del Artico

El viento frío de América del Norte sopla en favor de la OPEP, al alcanzar este viernes los precios del crudo su valor más alto desde que comenzó en marzo la invasión a Iraq y con las existencias petroleras estadounidenses en su nivel más bajo desde 1975.

En Nueva York, con una temperatura de 12 grados bajo cero, el petróleo tipo West Texas Intermediate (WTI) se vendió a 34,61 dólares el barril de 159 litros, 63 centavos por encima de su cotización de la víspera, pero incluso en varias transacciones alcanzó los 34,67 dólares.

Por su parte el Brent, el crudo de referencia del Mar del Norte, también trepó en el mercado londinense 63 centavos de dólar por barril para ubicarse en 31,71 dólares la unidad, y algunos contratos se cerraron a 31,80 dólares.

Así, el precio promedio en la primera semana de operaciones de este año fue de 33,66 dólares el barril del WTI, de 31,19 dólares para el Brent y de 30,65 dólares para la canasta de siete crudos de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), informó este viernes el Ministerio de Energía de Venezuela.

Se trata de las cotizaciones más altas desde mediados de marzo del año pasado, cuando Estados Unidos en compañía de Gran Bretaña se aprestaba a invadir Iraq, que hoy produce alrededor de dos millones de barriles diarios, 20 por ciento menos que antes de la guerra.

Analistas en los principales mercados concuerdan en que los precios han crecido impulsados por la demanda de combustible para combatir el viento frío que llega desde el mar Artico hasta la costa nordeste de Estados Unidos, la región que más consume energéticos en el país que devora uno de cada cuatro barriles de crudo que se producen en el mundo.

El intenso frío también se ha traducido en una merma de las existencias comerciales de crudo acumuladas en Estados Unidos, cuyo Departamento de Energía reportó que el 2 de este mes totalizaban 269 millones de barriles.

Es un stock inferior en 9,7 millones de barriles a los inventarios de hace un año, el más bajo desde el otoño boreal de 1975 y dista ya un millón de unidades del umbral de 270 millones de barriles que Washington considera estratégicamente adecuado para la marcha tranquila de su economía.

Un tercer elemento que impulsa los precios es la llamada ”prima de guerra” generada por la inestabilidad de la situación en Medio Oriente y, en particular, por las acciones de la resistencia iraquí contra la infraestructura petrolera gobernada por los invasores estadounidenses.

Para la OPEP, este viernes se cumplieron 25 días con su crudo cotizándose en los mercados internacionales por encima de los 28 dólares por barril, el tope fijado como razonable en 2000 en una franja que tiene como piso los 22 dólares. La decisión del grupo es modificar su oferta en función de mantener los valores en ese marco.

Sin embargo, no aparecen señales de que se vaya a modificar la producción de la OPEP, al menos no antes de que se reúnan el 10 de febrero en Argel los ministros de los países miembros, que son Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, que se reparten el suministro de 24,5 millones de barriles diarios.

A ellos hay que sumarle Iraq, cuyas participación está regulada desde la invasión a Kuwait en 1991.

El presidente del grupo y ministro petrolero de Indonesia, Purnomo Yusgiantoro, dijo que se está permitiendo una producción extra de los socios como mecanismo para mantener el mercado abastecido y evitar precios exagerados.

Reportes que la misma OPEP reconoce y atribuye a fuentes secundarias (firmas especializadas) dan cuenta de que los 10 productores con cuotas asignadas extraían a comienzos de diciembre pasado 25,6 millones de barriles por jornada.

Se contribuirá ”en lo necesario para estabilizar el precio, pues quisiéramos precios un poquito más bajos, en el tope de la banda (de 22-28 dólares)”, sostuvo Yusgiantoro.

La Organización ha escarmentado porque en el pasado alzas pronunciadas de los precios en periodos críticos fueron seguidas de caída en la demanda por contracción de la economía y desarrollo de fuentes alternas.

En el corto plazo, varios ministros de la OPEP han expresado inquietud por la posibilidad de la reincorporación plena de Iraq al mercado y que nuevos volúmenes sean entregados por productores ajenos el cartel, como Rusia y México, todo lo cual depriman los precios cuando lleguen la primavera boreal y la consecuente menor demanda.

Pero analistas también aprecian que el precio elevado compensa la pérdida que para los exportadores deriva de transar su producto en dólares, una moneda que se ha depreciado frente al euro, divisa con la cual pagan cuantiosos bienes y servicios.

Sin embargo, expertos como el asesor del gobierno qatarí Ramzi Salman desaconsejan que la OPEP mude sus transacciones a otra moneda o a una cesta de divisas, pues crearía mayores perturbaciones en el mercado. En su lugar, aconseja sostener la herramienta de los volúmenes de producción para apuntalar precios e ingresos.

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