Participantes del Foro Social Mundial (FSM), en curso en esta ciudad del oeste de India, planean una masiva protesta internacional para el próximo 20 de marzo, cuando se cumpla el primer aniversario de la invasión de Iraq por Estados Unidos.
Un orador tras otro en los seminarios realizados desde el sábado sobre guerra, imperialismo y ocupación señalaron que el 20 de marzo no puede pasar inadvertido, y que el presidente estadounidense George W. Bush debe ser vinculado para siempre con esa fecha, así como el extremista saudí Osama bin Laden lo está con el 11 de septiembre, fecha de los atentados en Nueva York y Washington en 2001.
Aunque todavía no se desarrollaron planes concretos, diversos grupos se han propuesto que las protestas superen en número a las multitudinarias manifestaciones contra la guerra realizadas en distintas ciudades del mundo en febrero de 2003, cuando la invasión de Iraq era inminente.
El cuarto FSM, que comenzó el día 16 y terminará el 21, se convirtió en una colorida protesta permanente contra las políticas unilateralistas y belicistas de Bush, y en general contra el actual orden económico y político internacional.
Las protestas previstas para el 20 de marzo serán muy importantes para la paz. Debemos desafiar los planes de Estados Unidos de muchas formas: mediante la danza, el arte y protestas masivas, exhortó Gulbadan Azam, una activista pakistaní de 42 años.
Las marchas pacifistas de febrero de 2003 se extendieron más de dos días en cerca de 600 ciudades de todo el mundo. El número de participantes varió desde dos millones en Roma hasta 100.000 en Nueva York. Se prevé que muchos de ellos vuelvan a salir a las calles el 20 de marzo.
Estaré allí manifestando en París, porque no acepto la forma de actuar de Bush. Sus acciones revelan que odia al Sur en desarrollo, declaró Danielle Auroi, miembro del Parlamento Europeo por el Partido Verde.
Una activista de Sudáfrica que ayudó a organizar las manifestaciones contra la guerra en su país el año pasado, quiere que las protestas del 20 de marzo tengan aún más participantes.
Debemos superar nuestros esfuerzos del año pasado para oponernos a los designios imperiales de Bush, exhortó Trevor Ngwane, del Foro de Sudáfrica contra las Privatizaciones.
Los sindicatos de las empresas que fabrican armas también deben aumentar su presión, negándose a contribuir a la guerra, instó Ngwane.
Incluso aquellos grupos que consideran al FSM muy moderado para su gusto, unidos en Resistencia Mumbai 2004, piensan en formas concretas de apoyar a la resistencia iraquí.
El hecho de que el pueblo iraquí continúe peleando incluso después de la captura del ex presidente iraquí Saddam Hussein revela que su lucha no es contra el antiguo régimen, sino contra el imperialismo estadounidense, dijo Crispin Beltran, presidente de la Liga Internacional de Luchas Populares, que promueve una coalición mundial contra la globalización imperialista.
Activistas estadounidenses presentes en el foro se identifican con la furia expresada contra el gobierno de Bush y creen que esas expresiones fortalecerán el sentimiento antibélico en su país.
Estas personas son nuestras aliadas, afirmó Joseph Gerson, fundador de la Unión para la Justicia y la Paz, que ha estado a la vanguardia del movimiento contra la guerra en Estados Unidos.
La marcha del 20 de marzo aumentará la presión que hay sobre Bush desde que invadió Iraq. La Casa Blanca se ve obligada a manipular la realidad en Iraq, agregó.
Washington, que ordenó en marzo la invasión de Iraq sin contar con el aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), procura ahora la ayuda del foro mundial para salir de esa nación cada vez más hostil, y por eso lo urge a reanudar sus operaciones en el país árabe, entre otros aspectos, brindándole asistencia técnica electoral.
Estados Unidos planea transferir el poder este año a un gobierno provisional elegido por asambleas regionales designadas por la propia coalición ocupadora. La mayoría chiita iraquí rechaza esos planes y reclama la votación directa.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, manifestó el lunes su disposición a enviar una misión de expertos a Iraq para establecer la factibilidad de elecciones directas. Estados Unidos ya rechazó esa posibilidad, a la que considera impracticable.
Lo primero que se debe hacer es convencer a los soldados estadounidenses en Iraq de que sus gobernantes no están tratando de liberar al mundo de la tiranía… sino de reemplazar a unos títeres reaccionarios por otros, instó el activista estadounidense Peter Reil, líder del grupo pacifista Stop the War Brigade.
El grupo ha distribuido panfletos entre soldados estadounidenses en Iraq exhortándolos a negarse, resistir y rebelarse a ser usados como peones.
Es hora de unirnos con los oprimidos del mundo, no con los opresores que nos obligan a cortarnos la garganta unos a otros, dice el panfleto.
Gerson destacó que las enormes manifestaciones contra la guerra en Estados Unidos y todo el mundo antes de la invasióin de Iraq enviaron a Washington el mensaje político de que existe el derecho legítimo a criticar a Bush y a denunciar la naturaleza 'ilegítima' de la invasión.
No podemos permitir que este primer aniversario pase inadvertido. Las protestas demostrarán que existe una fuerza moral y política opuesta al gobierno de Bush, concluyó el activista.