ESTADOS UNIDOS: Niños afganos se van de Guantánamo

Estados Unidos liberó a tres niños afganos luego de casi un año entre las rejas de la base militar en Guantánamo, Cuba.

Los prisioneros de entre 13 y 15 años fueron capturados a comienzos de 2003 en un campamento remanente del movimiento islámico Talibán, que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001, cuando una coalición militar encabezada por Estados Unidos lo desalojó del poder.

En la operación militar desarrollada entre octubre y diciembre de 2001 fueron capturados cientos de supuestos miembros de Talibán y de la organización terrorista Al Qaeda, hoy detenidos en Guantánamo.

Estados Unidos le atribuye a Al Qaeda los atentados terroristas que dejaron 3.000 muertos en Washington y Nueva York el 21 de septiembre de 2001. La invasión fue en respuesta a ese ataque.

Los tres prisioneros fueron regresados a su país, al cuidado del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), informó esta semana el Departamento (ministerio) de Defensa estadounidense.

"Estados Unidos hace lo correcto al devolver tres ex niños soldados a su país para que sean rehabilitados", dijo Jo Becker, directora de la oficina de defensa de la infancia en la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

"Pero hay otros niños soldados aún detenidos en Guantánamo. Ellos también tienen derecho a rehabilitación y a protección especial", agregó.

La organización Amnistía Internacional también aplaudió la liberación de los niños. Esas detenciones, según Amnistía, avergonzaban a Washington, al igual que la persistencia de su negativa a reconocerle el derecho al debido proceso a 700 presos en Guantánamo.

"La detención de niños como 'combatientes enemigos' y su interrogatorio sin los derechos básicos que deben reconocérseles fue una significativa violación de derechos humanos", dijo el director ejecutivo de la filial estadounidense de Amnistía, William Schulz.

"La liberación de estos niños debió haberse efectuado hace mucho, pero no libra a Estados Unidos de responsabilidad por la continua violación de los derechos de cientos de otros detenidos, incluido Omar Khadr, quien tenía 16 años cuando cayó prisionero", sostuvo Schulz.

"La amenaza de tribunales militares injustos, interrogatorios continuos y negativa de acceso a abogados es una vergonzosa derogación de la ley", añadió.

Khadr, un canadiense de 16 años capturado en 2001, es el hijo de un dirigente de Al Qaeda asesinado hace poco, y podría ser juzgado en un tribunal militar cuando cumpla 18 años. Es acusado de matar en Afganistán a un boina verde (comando especial de la marina estadounidense).

Los tres niños liberados estaban separados de los restantes detenidos en Guantánamo y se les brindó actividades recreativas especiales y educación, pero, al igual que los demás, fueron sometidos a interrogatorio a cargo de oficiales de inteligencia.

Una cantidad no especificada de adolescentes de entre 16 y 17 años se encuentran en Guantánamo juntos con el resto de los "combatientes enemigos", sin recibir los beneficios de los que gozaron los recién liberados, lo cual contradice el derecho internacional, según Becker.

"Estados Unidos está obligado a dar rehabilitación a cualquier niño ex combatiente dentro de su jurisdicción. La rehabilitación no puede ocurrir en una celda en Guantánamo", agregó la activista. Washington ratificó en diciembre de 2002 el Protocolo Opcional de la Convención de Derechos de la Infancia, que fija en 18 años la edad mínima para cumplir servicio militar obligatorio o para participar en conflictos armados como combatiente.

Este tratado internacional también obliga a los gobiernos a contribuir con la desmovilización y rehabilitación de niños ex combatientes.

Las normas internacionales consideran a los menores de 18 un grupo particularmente vulnerable, merecedor de cuidado y protección especial.

La detención de estos menores es un último recurso, y en ese caso deberá separárselos de los detenidos adultos y asegurar que mantengan contacto con sus familias, así como una defensa adecuada.

Si son acusados de cometer crímenes de guerra, los niños pueden ser acusados formalmente, pero se les debe suministrar asesoría y garantizar el debido proceso, según HRW.

El tratamiento dado a Estados Unidos a los detenidos en Guantánamo ha sido un gran punto de fricción entre Estados Unidos y sus aliados europeos.

La Comisión Europea para la Democracia a Través de la Ley, parte del intergubernamental Consejo de Europa, declaró a fines del año pasado que las Convenciones de Ginebra, base del derecho internacional humanitario, debe aplicarse a los detenidos en la base militar en Cuba.

Pero Estados Unidos califica a los detenidos de "combatientes ilegales", lo cual utilizan como argumento para no procesarlos como prisioneros de guerra.

El secretario general del Consejo, Walter Schwimmer expresó este viernes satisfacción por la liberación de los tres menores, y afirmó que las medidas antiterroristas que violen los derechos humanos serán, a la postre, contraproducentes.

"No garantizaremos la seguridad de la humanidad si nuestra seguridad no es humana", declaró Schwimmer.

El regreso de los tres menores a Afganistán parece parte de un proceso de devolución de prisioneros que para el gobierno estadounidense no representan ya peligro alguno.

En total, 87 detenidos han sido liberados, y un puñado fueron entregados a las autoridades de Arabia Saudita. (FIN/IPS/traen-mj/jl/ip hd/04)

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