EEUU: Militares con Bush

Cerca de dos tercios de los militares activos de Estados Unidos aprueban la gestión del presidente George W. Bush, y el mismo porcentaje de oficiales se consideran republicanos, según una encuesta publicada esta semana.

Además, la mayoría se consideran una raza aparte, moralmente superior a la sociedad estadounidense y a su liderazgo civil, reveló el sondeo del grupo periodístico Military Times, integrado por los diarios Army Times, Navy Times, Air Force Times y Marine Corps Times, correspondientes a cada una de las ramas de las Fuerzas Armadas.

La abrumadora mayoría de los encuestados creen también que la "guerra contra el terrorismo" declarada por Bush está sobreexigiendo a las Fuerzas Armadas, y sólo 56 por ciento consideran que el presidente está manejando bien la guerra en Iraq.

Asimismo, los militares como grupo son claramente más conservadores y republicanos que la sociedad en general, señaló el estudio, realizado con base en 933 respuestas escritas a un cuestionario enviado a 2.500 militares de distinto rango.

Se trata posiblemente de la primera encuesta sobre las ideas políticas de los militares. Su publicación se realizó días después de que la revista Time designara "personaje del año" a "el soldado estadounidense", y en medio de la todavía polémica ocupación militar de Iraq.

Las dificultades de las fuerzas estadounidenses y sus aliados para imponer el orden en Iraq han fortalecido la opinión de que Washington debe ampliar sus Fuerzas Armadas, actualmente con 1,4 millones de miembros, para poder satisfacer las ambiciones militares de Bush.

El hecho de que casi 90 por ciento de los encuestados estén de acuerdo con que "las Fuerzas Armadas de hoy están muy sobreexigidas para ser eficaces" indudablemente inclinará la balanza a favor de aquellos que promueven la expansión de al menos dos divisiones del ejército, aun si esto agrava el déficit federal sin precedentes proyectado para 2004, de 500.000 millones de dólares.

Los acontecimientos de la campaña antiterrorista lanzada por Bush luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington convirtieron a las Fuerzas Armadas en el rostro más visible de Estados Unidos en gran parte de Eurasia y el mundo islámico.

En muchas zonas, fuerzas estadounidenses entrenan a sus pares extranjeras, por lo tanto las ideas políticas de aquéllas pueden influir en cierta medida en la opinión y actitudes de éstas.

Tradicionalmente, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos se han enorgullecido de ser esencialmente apolíticas y plenamente sometidas a la autoridad civil. Cuando se transformaron en una fuerza totalmente voluntaria a principios de la década de 1970, muchos analistas expresaron temor a que los militares se apartaran cada vez más de la sociedad a la que juran defender.

A mediados y a fines de la década de 1990 se realizaron varios estudios independientes para evaluar las actitudes raciales y políticas en los diferentes servicios militares, pero se basaron en general en entrevistas de oficiales en colegios militares y no en muestras numerosas.

Algunos de esos estudios pusieron en evidencia una creciente brecha civil-militar, porque encontraron que los oficiales militares eran significativamente más conservadores que sus contrapartes civiles.

En las elecciones de 2000, esta cuestión se colocó en primer plano cuando los republicanos se esforzaron para que se contaran en el estado de Florida todos los votos de militares ausentes, sobre el supuesto de que los militares activos habían votado abrumadoramente por Bush. De hecho, el voto de los militares ausentes habría provisto el margen que le dio la victoria al actual presidente.

La nueva encuesta, realizada en octubre y noviembre (antes de la captura del ex presidente iraquí Saddam Hussein), tiende a sostener esa visión, aunque la brecha entre militares y civiles parece ser menor que la sugerida por estudios anteriores.

Mientras recientes sondeos muestran que cerca de un tercio del público general se considera republicano, 57 por ciento de los militares activos se identificaron con el partido de gobierno. Dos tercios de esos militares son oficiales, y 49 por ciento, de bajo rango.

Solo nueve por ciento de los oficiales y 16 por ciento de los otros militares se manifestaron partidarios del opositor Partido Demócrata, frente a 32 por ciento del público civil. Veintinueve por ciento de los militares encuestados dijeron ser independientes o se negaron a contestar.

En cuanto a la actitud hacia Bush, dos tercios de los militares dijeron aprobar su gestión, y sólo 13 la desaprobaron. En contraste, 55 por ciento de los civiles aprueban la administración de Bush y 43 por ciento la desaprueba, según una encuesta realizada en agosto por la empresa Gallup.

También en este caso, el porcentaje de oficiales que manifestó aprobación hacia Bush (73 por ciento) fue mayor que el del personal alistado (64 por ciento).

Pero respecto de Iraq, la actitud de los militares se acerca más a la de los civiles. Cerca de 64 por ciento de los soldados opinó que la guerra contra Iraq fue justificada, frente a 59 por ciento de los civiles encuestados por Gallup.

Asimismo, 56 por ciento de los militares aprobaron el manejo de la guerra por el gobierno de Bush, en comparación con 50 por ciento del público general.

"La aprobación hacia Bush (entre los militares) es notablemente más fuerte que su aprobación hacia su manejo de la guerra en Iraq", destacó Robert Hodierne, editor ejecutivo del Times, en declaraciones a IPS.

Hodierne señaló que la encuesta no incluyó a reservistas ni a la Guardia Nacional, que constituyen casi 30 por ciento de los soldados desplegados en Iraq y países vecinos.

Esos dos servicios, que suman 1,4 millones de miembros, tienden a ser más críticos del despliegue en Iraq que los otros militares.

Hodierne subrayó que la muestra no es perfectamente representativa. "La muestra tiende a concentrarse en los militares más antiguos y de más alto rango", y esto puede contribuir a resultados más conservadores y pro-republicanos, explicó.

La encuesta también reveló que los militares activos tienden a ser más observadores de las prácticas religiosas que la población general. Cerca de la mitad dicen asistir a servicios religiosos al menos una vez al mes, frente a 37 por ciento de los civiles.

Recientes estudios mostraron que la observancia e identificación religiosa tienden a ser mayores entre los republicanos. ***** +Encuesta de Military Times (http://www.armytimes.com)

(FIN/IPS/tra-en/jl/ml/mlm/ip/04)

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