El plan de Estados Unidos de establecer una base permanente en la luna para enviar una misión tripulada a Marte aumentará el déficit nacional hasta niveles peligrosos, advirtieron economistas.
"Todos nos preguntamos de qué forma un gobierno que no hace más que acumular déficit y deuda pretende financiar esta iniciativa colosal", declaró el Instituto de Políticas Progresistas, de Washington.
Trascendió que el gobierno de George W. Bush pediría un incremento anual de cinco por ciento en el presupuesto de 15.000 millones de dólares de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) para financiar el proyecto.
En los últimos años, la economía estadounidense se ha basado en fondos extranjeros, a través de los excedentes de sus cuentas de capital, para cubrir su déficit.
Sin embargo, los enormes aumentos del gasto en defensa y seguridad, sumados a importantes recortes fiscales, crearon un déficit masivo.
El déficit de cuenta corriente de Estados Unidos representó cerca de cinco por ciento del producto interno bruto (PIB), al situarse en 135.400 millones de dólares en el tercer trimestre de 2003.
En el año fiscal 2000, el déficit representaba 2,4 por ciento del PIB, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El marcado aumento convierte a Estados Unidos en el país con el segundo déficit fiscal más alto entre el Grupo de los Siete países más industrializados, señaló el FMI.
La perspectiva de un largo período de déficit de cuenta corriente sumado a un enorme déficit del presupuesto federal preocupa a muchos economistas.
Donald Kohn, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Banco Central) estadounidense, advirtió la semana pasada que los inversores extranjeros podrían sentirse menos inclinados a financiar la brecha entre "lo que gastamos y lo que producimos", aun si el desempeño de la economía estadounidense es mejor que el de otros países.
En un mordaz informe publicado la semana pasada, el FMI previno que el déficit fiscal estadounidense podría reducir los ahorros domésticos y finalmente aumentar las tasas reales de interés, en el país y en el extranjero, obstruyendo la inversión privada.
La masiva deuda estadounidense podría desestabilizar el valor del dólar y perturbar las tasas internacionales de cambio, advirtió el FMI.
El Fondo estimó que Washington podría acumular pasivos externos equivalentes a 40 por ciento de su PIB en pocos años, "un nivel sin precedentes de deuda externa para un gran país industrializado".
Las altas tasas de interés también podrían enlentecer las inversiones privadas, lo cual a su vez aumentaría el desempleo.
"Desde ese punto de vista, la situación en Estados Unidos es difícil", dijo Charles Collyns, subdirector del FMI para el hemisferio occidental, en una teleconferencia la semana pasada.
El aumento del déficit fiscal no implicaría una reducción de la deuda federal, como se previó anteriormente. Esto agregaría dificultades a la financiación de programas de seguridad social como el sistema público de pensiones, para satisfacer las demandas de una población en proceso de envejecimiento.
"Esto requerirá fuertes medidas para reducir el déficit federal en los próximos cinco a 10 años", exhortó Collyns.
Debido al gran déficit de cuenta corriente, Estados Unidos precisará un continuo influjo de fondos extranjeros, pero éstos no estarán tan fácilmente disponibles como en el pasado, advirtió el FMI.
"Existe un riesgo sustancial de que el apetito de los inversores extranjeros por activos estadounidenses, en especial del gobierno, disminuya con el tiempo", previno Collyns.
"Y creemos que, en cierta medida, esto ocurrió el año pasado, y fue una de las causas de la debilidad del dólar estadounidense", agregó.
Pero funcionarios de gobierno restaron importancia a esas amenazas y afirmaron que la economía se está recuperando y que existen formas de hacer frente a los problemas.
El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, dijo el martes que los desequilibrios presupuestales son "pequeños" problemas.
Aunque el dólar se deprecia frente a otras monedas, la inflación –síntoma típico de una moneda débil– se mantiene "estable", señaló Greenspan.
La Reserva Federal anunció el miércoles que el déficit comercial nacional se redujo a 38.000 millones de dólares, el nivel más bajo en un año.
Pero Greenspan reconoció que si el déficit continúa en aumento, "en algún momento se realizarán ajustes que podrían enlentecer o revertir" la demanda de los inversores extranjeros por la deuda estadounidense.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió el miércoles que la rápida depreciación del dólar estadounidense y la abrupta inversión del déficit comercial podría perjudicar la recuperación de la economía mundial.
"Si el consiguiente ajuste implica principalmente un recorte sustancial del consumo, la inversión y la demanda de importaciones en Estados Unidos, la recuperación económica mundial podría abortar y transformarse en otra recesión", previno la organización mundial.
El secretario estadounidense del Tesoro, John Snow, declaró la semana pasada que la administración de Bush está preocupada por el creciente déficit presupuestal pero confía en que "la expansión de la economía ayudará a reducir la brecha a la mitad para 2009".
Además, el gobierno piensa recortar el gasto federal, anunció.
Presumiblemente, el recorte afectaría al gasto en defensa y seguridad, pero en el marco de la "guerra contra el terrorismo" y ante la posibilidad de nuevos conflictos mundiales –y misiones espaciales–, eso no parece posible.