Estados Unidos pondrá en práctica a partir de febrero un nuevo control a los extranjeros que lleguen a su territorio, más detallado del que se aplica desde este mes, que ha motivado severas críticas de otros países y hasta una decisión igual de reciprocidad de parte de Brasil. La nueva medida del Departamento de Seguridad Nacional contempla la exigencia a las aerolíneas de facilitar todos los datos personales de sus pasajeros. Luego asignara a cada uno un número y un color de acuerdo al peligro potencial que pueda representar según criterios de Washington.