Inmediatamente después de que el presidente de México, Vicente Fox, hiciera público su oferta de mediar en el conflicto limítrofe entre Bolivia y Chile, el gobierno de este último país reaccionó y rechazó la iniciativa. La canciller chilena, Soledad Alvear, afirmó que la demanda boliviana de una salida soberana al océano Pacífico es asunto que atañe exclusivamente a los dos países y excluyó cualquier intento de mediación.