La mayor preocupación del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, respecto de América Latina no es Cuba sino Bolivia, por más que este año se juegue en elecciones la posibilidad de repetir el mandato y que uno de los estados clave para ello sea Florida, donde tiene su asiento el exilio cubano, sostienen expertos. El voto de Argentina en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas sobre Cuba le importa menos a Washington que la posición de Buenos Aires acerca de lo que pueda suceder en Bolivia en los próximos meses. Morales es la más flamante criatura de la torpeza diplomática estadounidense. Bastó que el ex embajador de ese país en La Paz Manuel Rocha lo atacara para que se duplicaran las adhesiones a su candidatura. Según la BBC de Londres, esa fue la prueba de que el líder campesino no formaba parte de la elite corrupta que desde hace décadas gobierna Bolivia. Nada indica que esa desinteresada ayuda estadounidense a la carrera política de Morales vaya a interrumpirse.