El secuestro de mujeres, niñas y niños en conflictos militares en Africa está en aumento, informó la ONU, en coincidencia con el anuncio del juicio internacional a rebeldes de Uganda por crímenes de guerra contra esos grupos vulnerables.
Muchas adolescentes son raptadas y obligadas a casarse con comandantes militares y conductores de camiones, sostuvo la Comisión Económica para Africa, un organismo del foro mundial con sede en Addis Abeba, la capital de Etiopía.
El estudio, publicado el jueves, señala a Uganda, Sudán y Sierra Leona como los tres países donde los secuestros de mujeres y niños están en aumento.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), más de 10.000 niños han sido secuestrados desde junio de 2002 en el norte de Uganda por el insurgente Ejército de Resistencia del Señor (LRA), un grupo fundamentalista cristiano.
La Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, declaró el jueves que los menores secuestrados podrían ser hasta 20.000.
La publicación del informe de la Comisión Económica para Africa coincidió con el anuncio de la Corte de que buscará a los rebeldes ugandeses acusados de crímenes de guerra contra mujeres y niños.
El mes pasado, el presidente ugandés Yoweri Museveni urgió a la nueva CPI a procesar a los líderes del LRA por esos crímenes.
Museveni se reunió el jueves con el fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, para ofrecerle cooperación en la búsqueda de los líderes rebeldes, en una de las primeras iniciativas del nuevo tribunal internacional.
Como parte de la iniciación en el movimiento rebelde (LRA), los niños secuestrados son forzados a cometer actos inhumanos, como asesinatos y mutilaciones rituales, sostuvo la CPI.
Una cuestión fundamental será la localización y detención de los líderes del LRA, y esto requerirá la cooperación activa de los países miembros y el respaldo de instituciones internacionales a las autoridades ugandesas, instó el tribunal.
Según la Comisión Económica para Africa, los gobiernos no se involucraron decididamente en las negociaciones para liberar a las víctimas, y como resultado, muchos mujeres y niños han estado secuestrados por 10 a 15 años.
El gobierno de Uganda renunció implícitamente a su jurisdicción primaria contra los acusados y presentó su demanda a la CPI, destacó David Donat Cattin, asesor legal del programa de derechos humanos y derecho internacional del grupo Parlamentarios por la Acción Global.
Otros países en situación similar deberían seguir su ejemplo, instó Cattin.
Existen pruebas contundentes de que el secuestro de niños en el norte de Uganda por el LRA está en su punto más alto en los 17 años de conflicto, dijo a IPS Casey Kelso, coordinador internacional de la Coalición para Detener el Uso de Niños Soldados, con sede en Londres.
Estamos especialmente preocupados por la situación de las niñas en zonas de conflicto. Informes procedentes del norte de Uganda confirman que son víctimas de violencia de género y secuestros, declaró.
Asimismo, Kelso expresó preocupación por la falta de apoyo de donantes internacionales para programas de rehabilitación administrados por Unicef y la organización humanitaria británica Save the Children.
El secuestro de niños y niñas para su uso como soldados, esclavos sexuales y trabajadores es uno de los aspectos más horrendos de los conflictos armados, dijo Jo Becker, del grupo estadounidense de derechos humanos Human Rights Watch.
Claramente, uno de los peores casos en el mundo de hoy es el del norte de Uganda, donde los raptos han alcanzado niveles catastróficos, resaltó.
Sabemos que hasta 20.000 niños se han transformado en 'viajantes nocturnos', es decir que deben caminar largas distancias cada noche hacia áreas urbanas para dormir en iglesias, estaciones de autobuses y espacios abiertos, en un intento por escapar a los secuestros, dijo Becker a IPS.
En su declaración, la CPI señaló que muchos de los miembros del LRA son ellos mismos víctimas, porque han sido secuestrados y sometidos a abusos por los líderes del grupo. Su reintegración a la sociedad ugandesa es clave para la futura estabilidad del norte del país, añadió.
Esto requerirá del apoyo concertado de la comunidad internacional. Uganda y la Corte Penal Internacional no pueden hacerlo solos, agrega la declaración.
Los crímenes cometidos por los rebeldes en el norte de Uganda —reclutamiento de menores de 15 años, homicidios intencionales, violaciones, esclavitud sexual y desplazamiento forzado de civiles— pueden constituir crímenes contra la humanidad en virtud del Estatuto de Roma, que estableció la CPI y entró en vigor en julio de 2002.
Según el estudio de la Comisión Económica para Africa, el secuestro de mujeres y niños se ha exacerbado por la pandemia de VIH/sida en ese atribulado continente.
Cerca de 11 millones de niñas y niños africanos perdieron a uno o a ambos de sus padres por el sida, y en algunos países de Africa austral, los huérfanos podrían ser uno de cada cinco niños, según Unicef.
La Comisión de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de la Mujer, que se reunirá en Nueva York del 1 al 12 de marzo, exhortó a todas las partes de los conflictos armados a respetar plenamente las normas del derecho humanitario internacional… y proveer acceso seguro y sin obstáculos a la asistencia humanitaria a los niños y mujeres secuestrados.