AFGANISTAN: Mujeres casi al margen de proceso electoral

Las mujeres corren el riesgo de quedar marginadas de las próximas elecciones nacionales de Afganistán, advirtió la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

”El proceso de registro y la celebración de elecciones libres y justas a mediados de 2004 serán una gran prueba para Afganistán”, advirtió el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

”Han aparecido algunas señales preocupantes en los primeros días del proceso de registro. A algunas mujeres se les ha impedido registrarse”, denunció Annan en un informe de 19 páginas.

Hasta ahora, cerca de un millón de personas se han registrado para votar, de las cuales 395.000 son hombres y sólo 113.000 son mujeres, informó a la prensa Manoel de Almeida e Silva, portavoz de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA).

La cifra contrasta con el número total de votantes habilitados, de 10,5 millones, en una población total de 25 millones.

Interrogado sobre la baja tasa de registro, especialmente de mujeres, en la provincia de Kandahar, el funcionario dijo a los periodistas que ”es motivo de preocupación, y por supuesto, tiene que ver con los problemas de seguridad y la disponibilidad de centros de registro”.

Las mujeres no sólo deben tener el derecho al voto, sino también a postularse para cargos políticos, instó Annan en el informe publicado el viernes, bajo el título de ”La situación de mujeres y niñas en Afganistán”.

”La capacidad de las potenciales candidatas debe fortalecerse, y deben implementarse programas intensivos de educación de votantes y de concienciación para acabar con los estereotipos negativos de las mujeres como líderes”, exhortó.

Unas 500 mujeres marcharon el pasado miércoles por las calles de Kabul en un esfuerzo por alentar a otras mujeres a que se registraran para votar. Naffeesa Ghyasi, una figura de la televisión local, condujo a las manifestantes hacia un centro de registro.

”Las mujeres fueron registradas y luegos recibieron afiches con mensajes cívicos que estimulan la participación femenina”, explicó Almeida e Silva.

Dado el bajo índice de alfabetismo, en particular entre las mujeres, uno de los principales desafíos del registro de votantes femeninas es identificar a mujeres alfabetas y que puedan viajar fuera de sus aldeas sin que las acompañe un varón de su familia, señaló Annan.

Se esperaba que el gobierno provisional de Ahmed Karzai, instalado hace dos años por Estados Unidos luego del derrocamiento del grupo extremista islámico Talibán, revirtiera la situación de opresión de las mujeres, a quienes los talibanes prohibieron trabajar fuera de casa y obligaron a cubrirse de pies a cabeza en público.

En marzo del año pasado, el gobierno ratificó la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación contra la Mujer. De acuerdo con esto, Afganistán debe adecuar sus leyes a ese tratado y defender los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de las mujeres.

Estados Unidos y Gran Bretaña derrocaron a los talibanes hace dos años, pero siguen apoyando a ”señores de la guerra regionales”, sostuvo la realizadora cinematográfica Meena Nanji, que realizó varios viajes a Afganistán para filmar un documental sobre las mujeres afganas.

Aunque muchos de esos señores de la guerra están ahora afeitados, visten ropas occidentales y sirven al gobierno, ”en el fondo siguen siendo fundamentalistas, y por tanto contrarios a la democracia, a las mujeres y a la modernidad”, dijo Nanji a IPS.

La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA), una organización no gubernamental con sede en Kabul, sostuvo que no puede haber paz en Afganistán mientras esos hombres estén en el poder, señaló Nanji, cuyo documental ”Vista desde un grano de arena” se publicará en breve.

RAWA también cree que no habrá paz en Afganistán hasta que los señores de la guerra y sus milicias sean totalmente desarmados.

En otro informe publicado el mes pasado, Annan señaló que ”la criminalidad, las peleas entre distintas facciones y el comercio ilegal de narcóticos inciden negativamente” en el proceso electoral de Afganistán.

”Para que haya elecciones creíbles que promuevan el proceso de pacificación, se precisa un ambiente que permita el ejercicio de los derechos políticos, incluso la libertad de expresión y asociación”, exhortó.

”A falta de esto, se corre el riesgo de que las elecciones sean sólo un ejercicio de legitimación de figuras políticas cuya autoridad en la actualidad se basa en el uso de la fuerza”, advirtió el secretario general.

Para llevar a cabo el proceso electoral, se deben superar antes enormes desafíos en términos de geografía y clima, cultura, finanzas y seguridad, concluyó. (

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