IRAQ: Sunitas con Saddam

– Para miles de residentes de Adamiyeh, un barrio sunita pobre de la capital de Iraq, la captura del ex presidente Saddam Hussein es algo difícil de soportar, y así lo manifestaron en una protesta multitudinaria.

Muchos se niegan a creer que su líder fue arrestado. ”Saddam Hussein no se entregaría sin dar pelea. Los estadounidenses inventaron eso”, dijo un hombre muy enojado en la manifestación realizada el lunes, un día después que Estados Unidos diera a conocer la noticia de la captura.

Alrededor de él, otros hombres asentían con la cabeza. ”Todavía es nuestro presidente”, dijo uno de ellos.

Saddam Hussein fue capturado el sábado por soldados estadounidenses en un refugio subterráneo en Tikrit, al norte de Bagdad.

Muchos iraquíes celebraron la noticia del arresto con disparos al aire el domingo. Un día después, residentes de Adamiyeh trataron de silenciarlos con sus propios disparos.

Varios manifestantes portaban armas, entre ellas rifles Kalashnikov, granadas y cuchillos. Los más ruidosos se cubrieron el rostro con pañuelos árabes, al estilo de los ”fedayines” (combatientes) acusados de muchos de los ataques contra las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados en Iraq.

”Todo Adamiyeh pertenece ahora a los fedayines de Saddam”, dijo uno de los enmascarados. Los fedayines eran paramilitares entrenados especialmente por el régimen de Saddam Hussein, derrocado por la coalición invasora el pasado abril.

Los habitantes de Adamiyeh explican su fidelidad al depuesto dictador por motivos religiosos.

”Saddam Hussein era un defensor de los musulmanes”, afirmó Uday, un estudiante de 26 años. ”El fue el único que se enfrentó a Israel”, agregó otro.

”Con o sin Saddam Hussein, nuestra lucha continuará”, aseguró un hombre que dijo representar a un grupo de resistencia de la localidad de Ramadi, en el oeste de Iraq, donde se han perpetrado varios ataques contra soldados estadounidenses.

Su lucha no es en apoyo al antiguo líder, sino contra la ocupación de Estados Unidos, aclaró.

En la tranquila calle comercial de Arasat, a pocos kilómetros de la manifestación, Saad Jawad, profesor de ciencia política de la Universidad de Bagdad, expresó su acuerdo con esas declaraciones.

”Cuando mataron a Uday y Qusay (los hijos de Saddam Hussein), dije que la resistencia aumentaría, y digo lo mismo ahora”, declaró.

”Muchas personas respetables se oponen a la ocupación pero no deseaban ser identificadas con Saddam Hussein. Ahora que él ha sido arrestado, pueden unirse a la resistencia”, dijo el académico.

”A mucha gente no le gusta ver a los estadounidenses contentos después de todo lo que han hecho aquí. Lo mismo pasó cuando mataron a Uday y Qusay”, agregó.

Pero Jawad no cree que la motivación de los manifestantes de Adamiyeh sea meramente nacionalista. ”Están molestos porque creen, equivocadamente, que los chiitas están tomando el poder con la ayuda de los estadounidenses, y esto los perjudica a ellos, sunitas”, sostuvo. Históricamente, Iraq siempre fue dominada por los sunitas, incluso bajo el régimen de Saddam Hussein, pero el actual Consejo de Gobierno Provisional refleja la mayoría numérica del grupo islámico chiita.

La historia de diferencias entre sunitas y chiitas tiene 14 siglos, aunque actualmente se basa más en razones políticas que religiosas.

Tras la muerte de Mahoma, el profeta de los musulmanes, éstos se dividieron entre los seguidores del califa Abu Bakr y los de Alí ibn Abi Talib, yerno de Mahoma. La división se formalizó con la muerte en el año 661 del imán Alí, y su reemplazo por su rival Muawiya.

Quienes reivindicaban los derechos al poder religioso y político de los descendientes de Alí fueron conocidos como chiitas, en contraposición a los sunitas, que admitían la tradición y el derecho a la libre sucesión, no hereditaria.

En el humilde barrio chiita de Bagdad, antes llamado Ciudad Saddam y ahora Ciudad Sadr, en honor a un venerado clérigo chiita, la actitud de los residentes contrasta con la de Adamiyeh.

”Todos aquí están contentos, empezamos una nueva vida”, manifestó Satar Razak, de 24 años, propietario de un puesto de frutas y verduras en la calle principal de Sadr City. ”Cuando la gente se enteró, vino a comprar frutas y golosinas para repartir”, contó.

Los chiitas, al igual que los kurdos del norte, fueron los que más sufrieron bajo el régimen de Saddam Hussein.

Razak contó que su primo fue detenido en 1991 luego del levantamiento chiita que estalló al final de la primera guerra del Golfo. La sublevación en Ciudad Saddam fue reprimida brutalmente.

”Se lo llevaron y nunca más supimos de él. Estamos seguros de que lo mataron, lo ejecutaron”, dijo Razak.

La mayoría de la gente en la feria compartía su alegría por el arresto de Saddam Hussein. Unos pocos se quejaban por su situación desde la invasión estadounidense, por los cortes de energía, la escasez de petróleo y la falta de seguridad.

En la cercana mezquita de Abrar, el jeque Alí Mahmoud resta importancia a las críticas a Estados Unidos. ”Aquí en Ciudad Sadr, nuestro suministro de energía también era interrumpido constantemente bajo el gobierno de Saddam”, dijo.

Según Mahmoud, la población de Ciudad Sadr respiró aliviada después de la captura del depuesto presidente. ”Aun después que Estados Unidos liberó Bagdad, la gente tenía miedo de Saddam Hussein”, afirmó.

Mahmoud es un kurdo sunita que huyó de la persecución del antiguo régimen en el norte del país. Toda su aldea fue destruida por el gobierno en 1977, sostuvo.

”No es problema que yo sea un kurdo sunita y viva en este barrio chiita. Antes estábamos divididos por causa de Saddam. El nos dividió por medio de la violencia”, dijo.

En las plegarias del próximo viernes, Mahmoud no piensa referirse a la captura del antiguo líder. ”El gobierno siempre nos obligaba a alabar a Saddam en nuestras plegarias. Yo no quiero mencionarlo nunca más en esta mezquita”, manifestó.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe