El primer ministro de India, Atal Bihari Vajpayee, fortaleció su posición dentro de su partido, en el mapa político nacional y hacia el diálogo con el vecino y rival Pakistán tras las elecciones estaduales de esta semana.
El opositor Partido del Congreso de India sufrió un retroceso masivo en los comicios, al perder el poder en tres importantes estados ante el gobernante partido Bharatiya Janata, al que pertenece Vajpayee.
Después de su derrota en el occidental estado de Rajastán y en los centrales de Madhya Pradesh y Chattisgarh, el Partido del Congreso, fundado en 1884, redujo su influencia en el populoso y políticamente dominante centro geográfico del país.
Como consuelo, retuvo el estado de Delhi, donde se encuentra la capital, Nueva Delhi. Pero, con sus 14 millones de habitantes, no tiene la misma envergadura de estados como Rajastán y Madhya Pradesh, cada uno de ellos con 60 millones.
El Partido del Congreso, que lidera la oposición en el parlamento nacional, gobernaba en los cuatro estados donde se celebraron elecciones. Se preveía que sólo perdería en Madhya Pradesh.
El triunfo del hinduista, conservador y nacionalista Bharatiya Janata en esos tres estados fue arrollador. ”Estamos desalentados. Hubo deficiencias en el manejo de la campaña”, dijo el portavoz del Partido del Congreso, Ashwini Kumar, poco después de conocerse los resultados.
Luego de conocerse el jueves el resultado de las elecciones del lunes, el primer ministro de India, Atal Bihari Vajpayee, atribuyó el triunfo de su partido al hecho de que prestó atención a asuntos relacionados con el desarrollo y evitó los problemas religiosos.
La victoria de Bharatiya Janata fortalece la figura de Vajpayee, criticado por el ala más conservadora de su partido por dejar fuera de la agenda la construcción de un templo hindú en el sitio donde una multitud de fanáticos demolieron en 1992 una mezquita del siglo XVI, en el septentrional estado de Uttar Pradesh.
En cambio, el resultado también afectó a la líder del Partido del Congreso, Sonia Gandhi, cuyas posibilidades de encabezar un gobierno nacional para las elecciones generales de 2004 son motivo de controversia.
Gandhi participó personalmente en las campañas realizadas en los cuatro estados, y concentró sus discursos en asuntos como el secularismo y la violencia religiosa.
La líder del Congreso nació en Italia, y debió vencer numerosos obstáculos por esa causa. Para eso, apeló a su condición de viuda del asesinado primer ministro Rajiv Gandhi y ”bahu” (nuera) de la también asesinada primera ministra Indira Gandhi, quien gobernó el país con mano firme durante dos decenios.
Sonia Gandhi viste el tradicional sari, habla hindi y podría pasar físicamente por una india de piel trigueña.
Mientras, Bharatiya Janata evitó referirse a las cuestiones religiosas y prefirió las relativas al desarrollo y la gobernanza.
En Madhya Pradesh, por ejemplo, el candidato a jefe de gobierno Uma Bharti lució la túnica azafrán de los ascetas hindúes que pronuncian voto de celibato, pero se refirió en sus actos al mal estado de las carreteras, a la falta de electricidad y a las irregularidades en el suministro de agua.
Mientras, el derrotado jefe de gobierno Digvijay Singh, del Partido del Congreso, respaldaba iniciativas prohindúes, como la prohibición de la matanza de ganado vacuno.
La estrategia dio sus dividendos. El resultado de estas elecciones son un punto de inflexión en la historia de Bharatiya Janata, que procura transformarse en un partido capaz de ganarle al del Congreso en su propio terreno y no sólo apelando al discurso religioso.
Kumar admitió que la agenda de la campaña se había deslizado hacia los asuntos del desarrollo.
La jefa del gobierno de Delhi mantuvo el cargo, lo que fue atribuido por los observadores a sus esfuerzos por mejorar las carreteras, el suministro de electricidad a través de la privatización y el transporte público mediante la adopción del gas natural como combustible para ómnibus y taxis.
Por otra parte, las elecciones resultaron en la investidura de tres mujeres como jefas de gobierno, entre ellas la candidata de Bharatiya Janata en Rajastán, Vasundhara Raje Scindia.
En Chattisgarh, el partido debió dejar fuera de la carrera a su principal candidato, Dilip Singh Judeo, quien fue filmado aceptando una donación de campaña a cambio de promesas de una licencia de explotación minera al representante de una empresa australiana.
Pero el escándalo no impidió que Bharatiya Janata derrotara en las urnas al jefe del gobierno estadual, Ajit Jogi, a quien se atribuyó la autoría de la operación contra Judeo.
El propio Vajpayee cesó a Judeo, en el marco de una operación para reducir los daños luego de que la filmación fue difundida por varios canales de televisión en medio de la campaña.
Vajpayee también lamentó la demolición de la mezquita de Uttar Pradesh y derivó al Poder Judicial la decisión de a qué comunidad pertenece el sitio, si a la hindú o a la musulmana, en lugar de permitir a los militantes de línea dura de su propio partido construir el templo que pretendían.
Esta cuestión desata a menudo la violencia comunal entre hindúes y la minoritaria comunidad musulmana. El año pasado, el gobierno del vecino estado de Gujarat, a cargo de Bharatiya Janata, propició un pogrom en que murieron unos 2.000 musulmanes y la demolición de decenas de miles de viviendas.
Pero el jefe del gobierno de Gujarat, Narendra Modi, logró la reelección en las elecciones de noviembre.
Al erigirse como la voz moderada de Bharatiya Janata, Vajpayee renovó el respeto de los partidos regionales que acompañan a su partido en la Alianza Democrática Nacional que gobierna el país.
Bharatiya Janata llegó a la política india a principios de los años 90 sobre una ola de nacionalismo hinduista, que se elevó hasta la llegada de ese partido al poder en 1998.
En el camino, el partido hinduista forjó alianzas con partidos regionales que se oponían al Congreso, que gobernó durante gran parte de la historia independiente de India iniciada en 1947. Pero esos grupos no necesariamente tenían carácter religioso.
Observadores creen que Vajpayee podría llamar a elecciones anticipadas para montar a Bharatiya Janata sobre la ola de los triunfos electorales del lunes, de los buenos resultados agrícolas originados por el último monzón y de la acumulación de reservas en divisas por 100.000 millones de dólares..
Ganar las elecciones también ayuda indirectamente a Vajpayee a negociar la paz con la vecina Pakistán, pues refuerza su posición en las vísperas de la cumbre del mes próximo en ese país de la Asociación para la Cooperación Regional de Asia Meridional.
Las elecciones del lunes han indicado el rumbo de los vientos políticos. Por ahora, hinchan las velas de Bharatiya Janata. Pero un mal monzón el año próximo, antes de las elecciones generales, podría cambiar fácilmente el derrotero.