Ni el fracaso ni el éxito del asediado Protocolo de Kyoto sobre cambio climático deberían disuadir al mundo en desarrollo de crear sus propios acuerdos para reducir la emisión de gases invernadero, exhortaron expertos.
El Protocolo de Kyoto no funcionará para los países en desarrollo, por lo tanto éstos precisarán mecanismos y acuerdos regionales, dijo a IPS Elliot Diringer, director de estrategias internacionales del Centro Pew sobre Cambio Climático Mundial, que publicó un informe al respecto.
Las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático están reunidas en Milán desde el 1 de este mes hasta el viernes, en un intento por rescatar al agonizante Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 en esa ciudad japonesa.
El protocolo establece que los países industrializados deberían reducir en 5,2 por ciento sus emisiones de gases invernadero, uno de los principales es el dióxido de carbono, respecto de los volúmenes emitidos en 1990, meta a cumplirse antes 2012.
Aunque el acuerdo ya fue ratificado por 120 países, no llegan a los 55 países partes (del Norte industrial) que sumen 55 por ciento de las emisiones mundiales de gases invernadero, mínimo exigido para su puesta en vigencia.
Los gases invernadero son derivados de la quema de combustibles fósiles, como el carbón el petróleo, y la mayoría de los científicos coincide en que son causa del recalentamiento de la atmósfera terrestre, que provoca graves trastornos climáticos.
Aunque el gobierno de George W. Bush decidió retirar su apoyo al protocolo, el acuerdo aun podría entrar en vigor si Rusia lo ratificara.
Todas las esperanzas estaban cifradas en Moscú hasta que un asesor del Kremlin anunció este mes que su gobierno no ratificaría el pacto ambiental porque lo considera una amenaza a su crecimiento económico.
Estas afirmaciones fueron luego parcialmente desmentidas por otros funcionarios, dando la impresión de que Rusia intenta obtener beneficios de alguna índole cobrando cara su ratificación.
Pero más allá de lo que ocurra con el protocolo, el Sur en desarrollo debe reducir sus proyecciones actuales si pretende estabilizar la emisión de gases antes de 2100, exhortó el Centro Pew, una organización estadounidense independiente financiada por grupos de beneficencia.
El informe titulado Detrás de Kyoto: Promoviendo los esfuerzos internacionales contra el cambio climático, concluye que el rápido aumento de las emisiones de gases invernadero en el Sur es impulsado por imperativos del desarrollo, en particular, la necesidad de energía y crecimiento económico.
Ese aumento es estimulado por flujos de inversión y tecnología, agrega el documento.
Los autores del informe consultaron a expertos, funcionarios y actores ambientales de más de 30 países. = 12082147 ORP011 NNNN ZCZC ORP012 QD SERVESP= WD NA EN SC ROMAIPS CLIMA: El Sur necesita su propio Kyoto(2)
Los frutos del desarrollo del Norte deben ser repartidos de manera tal que beneficien también al Sur, y que permitan reducir las emisiones de gas invernadero, dijo Diringer.
La asistencia para el desarrollo energético, por ejemplo, debe estar dirigida a fuentes que emitan bajas proporciones de carbono, pero sin que abrir la puerta a la construcción de enormes centrales hidroeléctricas o nucleares, que también tienen un significativo impacto en el ambiente, añadió.
El informe reconoce que, para poder concentrarse en el cambio climático, el Sur debe antes resolver problemas acuciantes, como la inseguridad alimentaria, la pobreza, el transporte y el uso de la tierra.
No obstante, el estudio destaca que hay actividades que no afectan el clima y que pueden ser usadas como alternativas en programas para el desarrollo.
La integración del ambiente con los objetivos del desarrollo requiere un nuevo acuerdo político con nuevos actores políticos que redefinan las responsabilidades colectivas, dice el informe.
Mientras, dos importantes científicos estadounidenses crearon una nueva polémica al divulgar días atrás un informe señalando que hay 90 por ciento de probabilidades de que las temperaturas del planeta aumenten 4,9 grados centígrados en el futuro.
El estudio fue realizado por Thomas Karl, del Centro Climático de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), y Kevin Trenberth, director de la Sección de Análisis Climático en el Centro Nacional de Investigación Atmosférica.
La investigación fue publicada el 5 de diciembre en la revista Science. Y ratifica en gran medida las predicciones hechas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, el mayor grupo científico en la materia establecido en el marco de la convención.
Los autores señalan que no hay dudas de que las actividades humanas están cambiando el clima del planeta, y sus efectos se sentirán al menos en los próximos 100 años.
Las más probables consecuencias serán olas de calor frecuentes, sequías, precipitaciones extremas, cambios en la vegetación, incendios naturales y aumentos del nivel del mar, señalaron.
Karl y Trenberth calculan que entre 1990 y 2100 las temperaturas habrán aumentado entre 1,7 y 4,9 grados como consecuencia de las emisiones de gases invernadero, en especial por el consumo de petróleo, carbón y gas natural.
Este aumento de la temperatura tendrá grandes impactos en el ambiente y en la sociedad. Los hielos de la Antártida y Groenlandia se derretirán y cambiarán las costas del planeta.
Una nota al pie de página en el estudio señala que las conclusiones son exclusivas de los investigadores, y en ningún modo pueden ser atribuidas al gobierno de Estados Unidos.
De hecho, la administración de Bush rechaza las afirmaciones de Karl y Trenberth, y señala que reducir las emisiones de combustibles fósiles implica un gran costo económico y que los estudios científicos realizados hasta ahora no son concluyentes. = 12082147 ORP012 NNNN ZCZC ORP013 QD SERVESP= WD NA EN SC ROMAIPS CLIMA: El Sur necesita su propio Kyoto(3-E)
Hasta el vicedirector de la NOAA, James Mahoney, sostiene que no hay evidencia suficiente para afirmar que la actividad humana es la gran responsable del aumento de los gases invernadero.
Creo que hay un gran número de científicos escépticos que discreparían con Karl y Trenberth, dijo Mahoney al periódico The San Francisco Chronicle.
Pat Michaels, profesor de ciencias ambientales en la Universidad de Virginia, es uno de ellos. Michaels incluso expresó su indignación porque el estudio haya sido publicado en la revista científica más prestigiosa del país.
El informe es alarmista y exagera los riesgos, sostuvo.
Michaels, con frecuencia citado en la prensa de Estados Unidos, es miembro del Instituto Cato, un grupo de expertos de derecha fundado por grandes corporaciones, incluyendo algunas de la industria del gas y del petróleo.
Es demasiada coincidencia que dos defensores del Protocolo de Kyoto publicaran el estudio esta semana, dijo a IPS en referencia al trabajo del Centro Pew.
Michaels admitió que la temperatura del planeta aumentará, pero en el orden de apenas 0,75 grados en los próximos 50 años.
Las temperaturas aumentaron 0,6 grados entre 1899 y 2001.
Es seguro que se producirá un cambio mayor. El recalentamiento puede hacerse más lento, pero no se va a detener en el siglo XXI, señalaron Karl y Trenberth.
Los dos científicos coinciden con el informe del Centro Pew en que se requiere una mucha más cooperación internacional para afrontar este problema.
El cambio climático es en verdad un problema mundial. Es quizás el más grande desafío actual de la humanidad, dijeron.