MEDIO ORIENTE-EEUU: Bush te quiere y te democratiza

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció este jueves una nueva ”estrategia audaz de libertad en Medio Oriente”, en un discurso al parecer dirigido a mejorar la percepción del público acerca de la ocupación de Iraq.

Bush procuró inscribir la ocupación en una misión histórica más amplia para Estados Unidos: la de difundir la libertad y la democracia en todo el mundo.

Pero analistas independientes advirtieron que la retórica de la Casa Blanca podría resultar un tiro por la culata, pues alimentaría la idea de que las expectativas del gobierno para Medio Oriente son difíciles de cumplir, incluso las relativas al Iraq ocupado.

”La retórica es insignificante si la realidad en el terreno empeora”, dijo el experto en Medio Oriente Geoffrey Kemp, quien fue asesor del presidente Ronald Reagan y que colabora hoy con el instituto académico conservador Centro Richard M. Nixon en Washington.

Mientras, el analista Charles Kupchan, del Consejo de Relaciones Exteriores, consideró que la renovación de la política ”es parte de un intento cada vez más desesperado de parte del gobierno por mejorar el apoyo para (su campaña en) Iraq”.
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El discurso fue pronunciado en ocasión del 20 aniversario del Fondo Nacional para la Democracia, una agencia cuasi-gubernamental creada durante la presidencia de Reagan con el objeto de financiar actividades políticas en el extranjero.

Bush invocó en reiteradas ocasiones a Reagan, e insistió en que la ocupación de Iraq debe ser percibida como parte de una estrategia más amplia de difundir la democracia en todo el mundo, un ”punto de inflexión” que marca ”la próxima etapa del movimiento democrático mundial” luego de la guerra fría.

”El comunismo, y el militarismo, y el régimen de los caprichosos y de los corruptos son reliquias de la era pasada”, declaró. ”Nuestro compromiso con la democracia está a prueba en países como Cuba, y Birmania, y Corea del Norte y Zimbabwe, puestos de avanzada de la opresión en nuestro mundo”, agregó.

”Apoyaremos a los pueblos oprimidos hasta que llegue, finalmente, el día de la liberación y de la libertad”, consideró Bush.

En cuanto a Medio Oriente, el mandatario afirmó que la descolonización del área abrió paso a ”muchas dictaduras”, algunas de las cuales se aliaron ”con el bloque soviético y con el terrorismo internacional”.

”Dictadores en Iraq y en Siria prometieron la restauración del honor nacional, un regreso a las antiguas glorias. Dejaron, en cambio, un legado de tortura, opresión, miseria y ruina”, sostuvo Bush.

Otros líderes procuraron ganar influencia a través e una ”ideología del terror teocrático”, añadió. ”El fracaso de la democracia iraquí alentará a terroristas en todo el mundo, y aumentaría los peligros para el pueblo estadounidense, y extinguiría las esperanzas de millones en la región.”

Pero, a pesar de su historia, ”gobiernos en todo Medio Oriente y Africa septentrional han comenzado a percibir la necesidad de un cambio”, dijo.

En ese sentido, mencionó las reformas políticas implementadas por las coronas de Marruecos y Qatar, las recientes elecciones en Bahrein y en Jordania, el reconocimiento del derecho al sufragio a todos los ciudadanos adultos de Omán, la implantación de ”un sistema político multipartidario” en Yemen y la instauración de elecciones parlamentarias directas en Kuwait.

”Estas son las cosas conmovedoras de la democracia de Medio Oriente, y llevan consigo la promesa de un cambio mayor en el futuro”, sostuvo.

Bush aseguró que el gobierno de Arabia Saudita ”está tomando los primeros pasos hacia la reforma, includo un plan para la introducción gradual de elecciones”. En cuanto a Egipto, agregó, mostró el camino hacia la paz en Medio Oriente ”y ahora debería mostrar el camino hacia la democracia”.

El presidente estadounidense sostuvo que la demanda por democracia en Irán ”es fuerte y amplio”, y alertó que ”el régimen en Teherán debe ceder” ante las protestas ”o perder sus pretensiones de legitimidad”.

En cuanto a Palestina, ”el único camino a la independencia y la dignidad y el progreso es el camino de la democracia”, sostuvo Bush.

Sin nombrar al presidente elegido por el pueblo palestino, Yasser Arafat, alertó que los gobernantes ”que bloquean y socavan las reformas democráticas y alimentan el odio y alientan la violencia no son, para nada, líderes”.

La democratización no requiere occidentalización, enfatizó Bush, al sugerir que podrían instaurarse ”monarquías constitucionales, repúblicas federales o sistemas parlamentarios”.

Pero deben respetarse ”principios centrales”, entre ellos límites al poder del Estado y de las fuerzas armadas, el estado de Derecho, libertad para la actividad de la sociedad civil, los partidos políticos, los sindicatos y la prensa libre, libertad religiosa, privatización de la economía y respeto a los derechos femeninos.

Todos esos ”principios centrales”, aseguró Bush, se han aplicado en Afganistán e Iraq tras la invasión de esos países a manos de fuerzas encabezadas por Estados Unidos.

Las palabras de Bush dieron aliento a los neoconservadores que constituyen el ala más derechista del gobierno estadounidense, deesperanzados por los últimos retrocesos en Iraq, pero el hecho de que el discurso careciera de anuncios de medidas concretas que respaldaran esa retórica fue destacado por los asistentes.

El gobierno pidió el año pasado al Congreso legislativo 140 millones de dólares en una iniciativa de promoción de la democracia en Medio Oriente y Africa septentrional, suma que representa una ínfima fracción de los 70.000 millones que ha invertido en mantener las operaciones militares en Iraq y en Afganistán.

El discurso es un ”intento por dar un sesgo positivo” a los últimos acontecimientos en Iraq, donde han muerto soldados estadounidenses a manos de la resistencia a la ocupación a razón de uno por día, dijo la codirectora del Proyecto para la Democracia y el Estado de Derecho del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, Marina Ottaway.

La intención de Bush es ”convencer a un público cada vez más escéptico de los beneficios de la guerra en Iraq de que ya hay impactos muy positivos” en Medio Oriente, agregó. Pero ”no creo que esto sea muy convincente en el mundo árabe o entre las personas que conocen los últimos acontecimientos”, concluyó.

El discurso es un ”arma de doble filo”, pues no parece factible que se celebren en Iraq elecciones de un gobierno antes de los comicios presidenciales en Estados Unidos, explicó Ottaway. Si Bush se viera tentado a adelantar el cronograma en Iraq, sería ”muy turbulento”.

Por su parte, Kemp indicó que Estados Unidos deparó en su discurso un tratamiento diferenciado a aliados como Arabia Saudita y los reinos del Golfo respecto de enemigos como Siria e Irán.

”La paradoja es que para tener éxito en Afganistán, Estados Unidos debió abrazar a dos dictadores muy poderosos, el uzbeko Islam Karimov y el pakistaní Pervez Musharraf”, a quienes no mencionó en su discurso, sostuvo Kemp.

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