La atención de la prensa y los intereses políticos son los que determinan que un país aporte más o menos a la ayuda humanitaria internacional, y no la gravedad de las crisis que se viven en el planeta, dijo el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
”Hemos visto una y otra vez que las personas responden con generosidad cuando ven en sus pantallas de televisión a un niño hambriento, una madre agonizando, un padre desesperado. Pero no olvidemos que la mayor parte de estas crisis suceden fuera de las pantallas”, dijo Annan.
Al presentar el martes el Llamamiento Humanitario Consolidado 2004, con los fondos requeridos para los programas de ayuda del año próximo, Annan subrayó que la respuesta en 2002 a los requerimientos de asistencia humanitaria mostraron una preocupante tendencia.
Las agencias internacionales obtuvieron casi 91 por ciento de la ayuda pedida para Iraq, pero para Burundi se recaudó apenas 28 por ciento de los fondos solicitados. Esto se debe a los grandes intereses políticos de muchos países en Iraq, dijo Annan.
La situación en Liberia fue peor porque recibió sólo 24 por ciento del dinero pedido.
El martes, Annan solicitó 3.000 millones de dólares para 136 agencias humanitarias que lucharán para salvar a 45 millones de vidas en 21 países el año próximo.
”Nadie debe morir por la falta de alimentos y medicinas que abundan en otro lugar del mundo”, señaló el secretario general.
Los fondos serán usados para afrontar crisis humanitarias en Angola, Burundi, Chechenia, República Centroafricana, Costa de Marfil, Corea del Norte, República Democrática del Congo, Eritrea y la zona de los grandes lagos de Africa.
También financiarán programas en Guinea, Liberia, Palestina, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tajikistán, Tanzania, Uganda y Zimbabwe.
”Si pudemos recolectar cerca de 2.000 millones de dólares para Iraq, seguro podríamos obtener los 3.000 millones de dólares para el resto del mundo el año que viene”, sostuvo Annan.
Annan se refería al fondo comprometido para asistir a la reconstrucción de Iraq, devastado por un embargo de más de una década y la guerra y ocupación militar que Estados Unidos sostiene contra ese país desde marzo.
El monto de 3.000 millones de dólares para asistencia ”es el equivalente a poco más de tres dólares por persona en los países donantes, el costo de una revista o dos tasas de café”, indicó.
El gasto mundial en ayuda humanitaria sumó el año pasado 10.000 millones de dólares, mientras que los gastos militares llegaron a casi 800.000 millones.
El subsecretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Jan Egeland, dijo a IPS que la atención de los medios de prensa a la situación en Liberia a comienzos de este año fue vital para los programas humanitarios en ese país.
”Estamos ahora alcanzando varias partes del país a las que no accedíamos desde hacía mucho tiempo y tenemos más financiamiento. Pero ahora tenemos otro problema: que la atención de la prensa se pierde muy rápido”, señaló.
El coordinador de los programas humanitarios de la ONU en Etiopía, Samuel Nyami, dijo el martes en conferencia de prensa en Washington que en Africa el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la inseguridad alimentaria y la pobreza siguen siendo los principales desafíos.
Mientras, el coordinador general humanitario de la ONU, Abou Moussa, expresó su preocupación en la misma conferencia por la situación de Liberia, donde hay medio millón de desplazados, unos 300.000 refugiados y graves problemas en los suministros de agua y de electricidad.
”El pueblo de Liberia tiene que aprender a sostenerse por sí mismo. Los liberianos no quieren depender de donaciones para siempre”, dijo Moussa.
Egeland subrayó que la ONU no condena el interés de los donantes por Iraq, pero sostiene que también se deben atender otras necesidades en el planeta.
”Espero que la generosidad mostrada (el mes pasado en la conferencia internacional de donantes) de Madrid para Iraq no haga perder recursos para otros lugares, sino que sea un ejemplo de cómo el mundo debe responder a los problemas humanitarios”, indicó.
El administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Mark Malloch Brown, dijo a periodistas el martes que ”estar en esta lista (de países necesitados) no debe implicar un estatus permanente”.
Pero Egeland indicó que la presencia año a año de algunos países es una clara señal de que la comunidad internacional está fracasando. ”Creo que todos hemos fallado con esos países”, dijo.
”Las crisis allí son una señal de que las partes del conflicto, las autoridades locales y regionales, los donantes y las potencias mundiales no hicieron un buen trabajo. El sufrimiento de esos países año tras año habla a las claras”, añadió.
Estados Unidos es el mayor contribuyente a la ayuda humanitaria internacional y uno de los seis países (junto a Gran Bretaña, Holanda, Noruega, Kuwait y Suecia) que destinan más de 0,1 por ciento de su producto interno bruto a ese fin. El año pasado, Washington donó más de 1.000 millones de dólares.
Uno de los grandes problemas que afrontan las agencias humanitarias es la diferencia en los montos recibidos para ayuda alimentaria y no alimentaria.
La mayoría de los donantes cumplen con los pedidos de financiamiento para programas alimentarios, pero no para el resto.
”Seamos claros: la ayuda que le damos a esos países no es caridad, es su derecho”, dijo Annan en Nueva York.
* Con aportes de Miriam Kagan, en Washington.