El comité de la ONU a cargo de analizar las violaciones de derechos humanos cometidas por Israel contra los palestinos concluyó que 2002 fue el peor de los últimos 35 años para la población de Cisjordania y Gaza.
Debemos informar, con pesar, que la situación se deterioró drásticamente en 2002, dijo a IPS el embajador de Sri Lanka en la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Chitambaranathan Mahendran, prsidente del Comité Especial Investigador de Prácticas Israelíes en los Territorios Ocupados.
Los palestinos no sólo sufrieron severas restricciones a su libertad de movimiento y de residencia a causa de los toques de queda, cierres de caminos y controles abusivos en puestos militares, sino también duras violaciones de sus derechos económicos, sociales y culturales, agregó Mahendran.
Las autoridades de Israel impidieron también en 2002 el ingreso a territorio palestino de los tres miembros del Comité de la ONU, compuesto por el embajador srilankés, el malasio Rastan Mohd Isa y el senegalés Ousmane Camara.
Hicimos una solicitud formal a Israel, pero fue rechazada, dijo Mahendran. El gobierno de Ariel Sharon mostró hostilidad hacia nuestro comité, añadió.
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En su último informe a la Asamblea General del foro mundial, Mahendran dijo que el comité intentó, en vano, entablar un diálogo significativo con Israel. Pero, como todos los años desde su creación, el comité se vio obligado a instalarse en Amman, El Cairo y Damasco todos los años para recibir testimonios.
En vistas de la gravedad de la situación, ha llegado el momento de que las autoridades israelíes autoricen al comité especial el acceso a los territorios ocupados para que evalúe por sí mismo la situación de los derechos humanos, así como para corroborar la visión del gobierno de Sharon, dijo Mahendran.
Las autoridades israelíes, que se oponen incluso a la mera existencia de este grupo de trabajo, se rehúsa rutinariamente a admitir el ingreso a los territorios ocupados de organismos de la ONU, en especial si su misión es evaluar la situación de los derechos humanos.
El intangible e inalienable derecho de los palestinos a una patria está hoy amenazado por la construcción de un muro de separación y por la incesante política (israelí) de instalar nuevos asentamientos judíos y de destruir infraestructura, propiedades y viviendas, dijo el diplomático srilankés.
Mahendran también indicó que, de acuerdo con fuentes palestinas, quedará del lado israelí del muro 55 por ciento de Cisjordania, incluido el valle del río Jordán y grandes reservorios de agua.
El informe del embajador de Sri Lanka fue respaldado por los 15 miembros de la Unión Europea (UE), que también criticaron la decisión de Israel de construir el muro alrededor de Cisjordania, con el argumento de que así cerrará el paso de terroristas palestinos dispuestos a cometer atentados suicidas.
La UE exige que Israel detenga y revierta la construcción del muro en territorio palestino ocupado, incluso dentro y alrededor de Jerusalén, dijo el diplomático italiano Marco Carnelos el jueves ante la Asamblea General.
Carnelos sostuvo que la obra viola el armisticio de 1949, que delimita el territorio árabe del israelí, y es origen de otras actividades ilegales, como la confiscación de tierras y la demolición de viviendas de palestinos.
La UE está gravemente preocupada por la continua ocupación israelí de ciudades palestinas, así como por las severas restricciones impuestas a la libertad de movimiento de personas y de bienes, agregó el delegado italiano, quien también condenó en nombre del bloque los ataques terroristas contra Israel.
Mientras, el relator especial de la ONU sobre demolición de viviendas, Miloon Kothari, sostuvo el jueves que miles de residentes de los territorios ocupados quedaron con sus hogares debajo de los buldozers israelíes, en especial en Gaza y en sus alrededores.
El ejército israelí destruyó unas 4.000 casas en los últimos tres años, con lo que dejó sin techo a miles de personas, la mayoría mujeres, niños y ancianos.
La portavoz del no gubernamental Proyecto de Información e Investigación de Medio Oriente Catherine Cook dijo a IPS que la UE y Estados Unidos disponen de medios para obligar a Israel a cumplir con el derecho internacional. Pero hasta ahora no han tomado medidas, agregó.
Washington suministra más de 3.000 millones de dólares anuales en ayuda económica y militar a Israel en carácter de donación.
Para Cook, el modo en que Israel manipula el sistema de derechos humanos de la ONU demuestra las falencias del marco internacional de derechos humanos. Las normas carecen de mecanismos que hagan efectivamente obligatorio su cumplimiento, por lo que éste, advirtió la experta, depende de la voluntad política.