El gobierno de Ecuador deberá buscar nuevas fuentes de financiamiento o dejar de atender algunas áreas sociales para salvar a la compañía estatal Petroecuador, que está al borde del colapso. La firma, a través de su filial Petroproducción, no alcanzará a producir los 73,5 millones de barriles de petróleo que tenía previsto para el año próximo.