El juicio al ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada y a sus inmediatos colaboradores por la muerte de unas 80 personas en los disturbios del mes pasado debe ser encarado como una cuestión de Estado, para así sentar un precedente y evitar que en el futuro retornen a la actividad política como héroes, sostuvo el presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, Waldo Albarracín. “Para nosotros es importante, porque si se observa la historia, muchos ex gobernantes que masacraron al pueblo y salieron huyendo, luego de algunos años volvieron como si no hubiese pasado nada y eso se debe evitar. No es justo que retorne gracias a la amnesia popular”, indicó.