CINE-CHILE: Héroes cansados de la discordia

Hijo de Miguel Enríquez, el mítico líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) asesinado en 1974, el director Marco Enríquez desató una polémica con su película documental ”Chile: Los héroes están fatigados”.

Enríquez es hoy una suerte de niño terrible del ”red set”, expresión que identifica en Chile a los políticos contestatarios que conviven con la farándula y la llamada prensa del corazón.

El 7 de diciembre el cineasta contraerá matrimonio con la periodista y animadora de televisión Karen Doggenweiler, anticipándose así a la ”otra boda del año”, como se la califica a la que protagonizarán el futbolista recientemente retirado de los campos de juego Iván Zamorano y la modelo Kena Larraín.

El 13 de este mes se estrenó en Santiago ”Chile: los héroes están fatigados”, donde se repasa la trayectoria de varios dirigentes de la izquierda de los años 60 y 70 que devinieron en figuras del ”establishment”.

Calificado de ”irreverente, pretencioso, parcial”, el filme incluye referencias descalificadoras hacia varias figuras de la transición iniciada en Chile el 11 de marzo de 1990, cuando finaliza la dictadura implanta por el general Augusto Pinochet del 11 de septiembre de 1973.

El documental, presentado por primera vez en octubre en el Festival de Biarritz, Francia, lanza dardos contra el propio presidente Ricardo Lagos, quien declinó ser entrevistado por Enríquez.

Tras dejar constancia de su fallido intento de incorporar al mandatario en su elenco de entrevistados, el realizador señala en la cinta, con su voz ”en off”, que ”Lagos opta por conversar con los medios de derecha e incluso habla a su perro labrador en los programas de televisión”.

A la postre, el único dirigente de izquierda que queda bien parado en el documental es el senador del Partido Socialista (PS) Carlos Ominami, quien es además el padrastro de Enríquez.

El parlamentario se casó con la madre del cineasta, la periodista Manuela Gumucio, durante el exilio de ambos en París. Marco, quien lo considera su verdadero padre en un sentido afectivo, optó hace dos años por registrar legalmente su apellido como Enríquez-Ominami.

En el documental, el realizador aparece conversando con su padre biológico mediante un efecto cinematográfico, que consistió en sustituir la imagen del periodista Leonardo Cáceres por la suya, en la cinta de una entrevista realizada a comienzos de los años 70 para la televisión.

Este truco se conoce en el cine como ”el efecto Forrest Gump”, porque fue usado por primera vez en 1994 en el filme estadounidense que lleva ese nombre para las escenas en que el protagonista, interpretado por el actor Tom Hanks, aparece saludando al presidente John F. Kennedy y otras personalidades públicas.

Marco nació el 12 de junio de 1973 y nunca conoció a su padre, ya separado para entonces de Gumucio y sumido de lleno, como secretario general del MIR, en la vorágine política previa al golpe de Estado del 11 de septiembre de ese año, que derrocó al gobierno de la Unidad Popular presidido por el socialista Salvador Allende.

Miguel Enríquez, que lideraba el MIR desde 1967, dio orden a los militantes de su organización de permanecer en Chile para organizar la resistencia contra la dictadura de Pinochet, mientras los cuadros de otros partidos de izquierda optaban por el exilio.

La consigna de ”el MIR no se asila” fue cuestionada más tarde como suicida, y le costó la vida al propio Enríquez, abatido el 5 de octubre de 1974 por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) tras un prolongado enfrentamiento en un barrio del municipio de San Miguel, sector centro-sur de Santiago.

Marco creció así con una imagen mítica de su padre, asumido como un héroe por movimientos situados a la izquierda de la ortodoxia comunista tanto en América Latina como en Europa y venerado particularmente en Cuba.

En 1983, el presidente cubano Fidel Castro invitó a Marco a La Habana para conocerlo, en lo que sería una experiencia estremecedora para el futuro cineasta, según relató en marzo último en una entrevista al suplemento Mujer del diario La Tercera.

”Era muy raro. Aprendí a que tenía que dejar que me observaran. Y en otras ocasiones tuve que tragarme a unas viejas tetonas que se me acercaban y me decían al oído 'tú podrías haber sido mi hijo'. Era claro que habían sido amantes de mi padre”, contó.

La misma publicación describió a Miguel Enríquez como ”el revolucionario más sexy y codiciado que ha tenido Chile”, características que su hijo heredó a medias, alejado de la política contingente, pero con una serie de romances con figuras de la farándula en los últimos años.

”Marco Enríquez es tal vez la mejor metáfora de la evolución de la izquierda chilena. La condición de mujeriego era en su padre algo accesorio de cara a su compromiso revolucionario, aún con toda la carga machista que proyectaba su imagen de conquistador”, dijo a IPS Adolfo Rodríguez, un ex militante del MIR.

”Para Marco las cosas parecen ser al revés: su intromisión en el mundo del espectáculo es una mezcla rara de desafío y subyugación para legitimarse ante una sociedad en que no puede ocupar el lugar de su padre. Un contestatario a medias enfrentado a una izquierda revolucionaria que se quedó sin propuestas”, añadió Rodríguez.

En ”Chile: los héroes están fatigados”, Enríquez descalifica al ex ministro José Joaquín Brunner, considerado uno de los intelectuales mayores de la gobernante Concertación por la Democracia.

Brunner ”habla de universidad para todos y termina trabajando en las universidades más caras del país, administradas por la derecha”, afirma el cineasta en su documental.

El también ex ministro Enrique Correa, socialista, es denostado por Enríquez a partir de su actual desempeño como ”lobbysta” de grandes empresas y por sus dichos de que ”la pasión no tiene cabida en la política sino solo la razón”.

Oscar Guillermo Garretón, líder en los años 70 de los sectores más a la izquierda en la Unidad Popular, es destacado en el documental como el ex gerente de la Telefónica que aumentó de 800.000 a dos millones las líneas de telefonía en Chile. De esta forma, Garretón ”le ha dado mayor poder al pueblo”, se burla Enríquez.

El socialista José Miguel Insulza, actual ministro del Interior y ex canciller del gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), es criticado en el documental por los esfuerzos que realizó para impedir que el ex dictador Pinochet fuera extraditado a España tras su detención en Londres en octubre de 1998.

”Ser hijo de un hombre valiente que murió en un enfrentamiento con los militares que sometían al país no habilita a nadie como juez que determina el 'ser' de izquierda”,dijo la periodista Paulina Elissetche a propósito del polémico documental.

”Celebro que el presidente Lagos haya tenido la intuición de no darle entrevista a un niño simplón, presumido, egocéntrico y desleal”, agregó.

Elissetche apuntó al respecto que es ”completamente censurable” el uso y procesamiento que hizo Enríquez de las entrevistas que de buena fe le dieron Garretón, Correa, Brunner, Insulza y otras personalidades para denostarlos.

”Comentario aparte me merece el que intente hacer aparecer a su padre, Carlos Ominami, como al único 'héroe' respetable. Cuando la recomendación viene de tan cerca, es necesario ser más pudoroso”, concluyó la periodista.

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