Un joven cineasta vietnamita radicado en Australia cosecha buenas críticas con su primera película sobre los barrios bajos de Sydney, con un mérito excepcional: los actores son jóvenes con problemas de drogas y antecedentes delictivos.
”The Finished People” (”La gente acabada”), dirigida por Khoa Do, de apenas 24 años, es un retrato agudo de la realidad en el barrio Cabaramatta, de Sydney, un famoso centro de tráfico de drogas donde opera la temida ”mafia vietnamita”.
”No es una película al estilo de los éxitos de taquilla de Hollywood. Es una película con un mensaje, con algo para decir. Es sobre cómo estos muchachos de la calle intentan salir de un ciclo de violencia, drogadicción y desamparo”, señaló Khoa Do.
El filme, estrenado el 23 de octubre, aborda problemas sociales como la droga, el delito y la vida callejera de muchos jóvenes vietnamitas en Australia sin hogar y sin trabajo.
Filmada en vídeo digital en las mismas calles de Cabaramatta, cuenta historias reales de jóvenes descendientes de vietnamitas.
Allí están Tommy, un drogadicto que intenta vencer su hábito y conseguir un trabajo, y Van, quien duerme en un estacionamiento y se hace amigo de una joven blanca infectada por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida).
También está Des, quien se involucra en el tráfico de drogas para poder ayudar a su novia de 17 años, embarazada y sin trabajo.
El director no apeló a actores profesionales, sino a jóvenes del barrio que estuvieran interesados en hacer cine, una tendencia nueva a la que están apelando cineastas de países tan distantes como Irán, Brasil o Argentina.
”Con frecuencia los cineastas van a un lugar y trabajan con un grupo determinado de actores que ya eligieron. Pero nuestra película es distinta. Trabajé como profesor en varios talleres de actuación (organizados en Cabaramatta) y elegimos a los actores que más se destacaron”, explicó.
Por eso, la historia se basó en experiencias reales de los actores o de sus amigos.
Esto también supuso varios sacrificios. Khoa Do tuvo que organizar la filmación de tal manera que uno de sus actores, un ex drogadicto, no suspendiera sus sesiones de tratamiento matutino en una clínica.
La filmación también debió terminar muchas veces antes de lo previsto porque otro actor, en prisión preventiva por robo, debía reportarse todas las tardes en la estación de policía.
En una ocasión, un miembro del elenco llegó tres horas tarde a la filmación pues debió ser atendido por sobredosis.
Para el estreno de la película, Khoa Do no pudo ubicar a los principales actores, que continúan viviendo en las calles.
Este filme de 80 minutos de duración es la primera obra de Khoa Do, quien llegó a Australia como refugiado con sus padres desde Vietnam. A su juicio, la película es sobre toda la juventud australiana, y no sólo sobre los vietnamitas.
La idea surgió cuando Khoa Do tuvo que filmar escenas de las calles de Cabaramatta para un taller de cine en el que participaba.
”La mejor forma de aprender cine y vídeo es ir ahí y filmar. Por eso decidimos hacer un producto que tuviera algo que decir. También queríamos dar al público la oportunidad de ver el mundo que quizá nunca ha conocido”, explicó.
La película fue auspiciada por el muy frecuentado bar Cabaramatta Inn.
”Quería ayudar a los jóvenes. El gobierno siempre dice que hay un problema en esta zona y no provee de los recursos necesarios para encontrar una solución”, dijo a IPS el propietario del bar, Ross Treyvaud.
El comerciante señaló que le agradó el proyecto porque sabía que ayudaría a los jóvenes del barrio y contribuiría a desmitificar su imagen ante el resto de la sociedad.
”Esta es una poderosa película que presenta a los jóvenes desde una perspectiva nueva. Es poderosa y emotiva. Todos los funcionarios de gobierno deben ver esta película”, opinó Treyvaud.
Para el crítico Andrew Urban, ”el valor de la película como documento social es incuestionable”.
”Tendría que ser emitida por televisión, no sólo porque demostraría que la televisión es capaz también de presentar la verdad, sino porque además revela aspectos ignorados por la mayoría”, indicó.
Khoa Do está estimulado por el positivo recibimiento que tuvo la película en su estreno.
”Me gustaría seguir contando historias que signifiquen algo para mí y que al final del día hagan una diferencia en la sociedad”, señaló. (