Un grupo que promueve la reforma constitucional en Zimbabwe llevó su campaña a una nueva fase al exigir que las próximas elecciones generales sólo se realicen bajo una nueva Constitución democrática.
Celebrar nuevos comicios sin cambiar antes la carta magna sería como autoderrotarse, declaró la Asamblea Constitucional Nacional (NCA), una federación de grupos cívicos, sindicatos, iglesias y partidos de oposición de este país de Africa austral.
El actual gobierno no rinde cuentas por sus actos porque no hay nada en la Constitución que lo obligue a hacerlo, lamentó Lovemore Madhuku, presidente de la NCA.
Zimbabwe está inmerso en una de las peores crisis políticas y económicas de su historia. El presidente Robert Mugabe, en el poder desde 1980, fue reelegido por quinta vez el año pasado en comicios empañados por acusaciones de fraude e intimidación por medio de la violencia.
La oposición impugnó el resultado de las elecciones ante la justicia, y está a la espera de una decisión.
Además, Estados Unidos y Gran Bretaña quieren la renuncia de Mugabe, de 79 años, desde que se incautó de las tierras de 4.500 agricultores blancos, de origen británico, para entregarlas a campesinos de la mayoría negra.
Esa reforma agraria, que se produjo en medio de invasiones violentas de fincas por parte de seguidores del gobierno, llevó a la destrucción de la economía, según técnicos y opositores.
Zimbabwe no ha tenido una Constitución popular desde su independencia de Gran Bretaña en 1980, luego de una prolongada guerra de liberación contra el gobierno de Ian Smith.
El documento que hace las veces de Constitución es el tratado de cese del fuego firmado en Londres en 1979, que fue enmendado posteriormente 15 veces.
Analistas políticos afirmaron que la manipulación de las elecciones ayudó a la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) a ganar todos los comicios celebrados desde 1980.
Bajo la actual Constitución, se podría realizar 100 elecciones y todas serían robadas, dijo Madhuku.
Las elecciones en Zimbabwe son conducidas por funcionarios públicos y verificadas por la Comisión Supervisora Electoral, designada por el presidente, que también tiene el poder de validar o anular los comicios.
En los hechos, por tanto, la Constitución habilita al presidente a ser juez y parte.
Una de las principales debilidades de la actual Constitución es que no prevé la celebración simultánea de elecciones presidenciales y parlamentarias, señalan los críticos. El mandato presidencial dura seis años, y el de los legisladores, cinco años.
Además, el tiempo transcurrido entre una y otra elección es cada vez mayor. Los últimos comicios parlamentarios se celebraron en 2000, y los presidenciales, dos años después.
Las próximas elecciones legislativas están previstas para marzo o abril de 2005, y las presidenciales, para 2008.
Este intervalo entre los comicios podría aumentar a cinco años para 2020 y volver al país ingobernable, previenen los críticos.
Madhuku aclaró que rechazar nuevas elecciones bajo la nueva Constitución no equivale a boicotearlas. Lo que decimos es que no debemos aceptar un nuevo proceso electoral bajo la actual Constitución. Si se convoca a elecciones, realizaremos protestas masivas, advirtió.
Pero la decisión última de participar o no quedará en manos de los propios partidos políticos, dijo.
Creada en enero de 1998, la NCA lanzó una exitosa campaña contra una nueva Constitución redactada por el partido de gobierno en febrero de 2000, y logró la primera derrota electoral de Mugabe.
Veinte meses después de su formación, la NCA dio origen al Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), que desde entonces se transformó en el principal partido de oposición.
Ambas organizaciones han tenido enfrentamientos. Por el momento nuestra relación con el MDC es buena, pero no confiamos en que nos apoyen en esta propuesta (de rechazar elecciones bajo la actual Constitución, declaró Madhuku.
Los partidos políticos son oportunistas. Cuando huelen el poder, abandonan los principios, sentenció.
Sin embargo, el MDC declaró a través de su portavoz, Paul Themba Nyeathy, que el único camino para Zimbabwe es la reforma constitucional.
Por otra parte, Nathan Shamuyarira, portavoz del ZANU-PF, dijo que las próximas elecciones se celebrarán en 2005 como está programado, y que su partido no tiene planes de adoptar una nueva Constitución. (