REFUGIADOS-IRAQ: Inestabilidad impide retorno

Los planes de asistencia para el regreso de millones de refugiados a Iraq quedaron en suspenso a raíz de la inseguridad militar y política que persiste tras seis meses de ocupación estadounidense, dijeron organismos involucrados en esas operaciones humanitarias.

Mohamed Jasem Khudir, el ministro de Migraciones y Desplazamientos del gobierno impuesto por la coalición militar ocupante liderada por Washington, declaró su confianza en que una mejora de las condiciones de seguridad permitirán ejecutar esos programas en un futuro cercano.

Esperamos eliminar los obstáculos que impiden el regreso a Iraq de los refugiados que desean hacerlo, adelantó Khudir, quien asiste en Ginebra a la sesión anual del comité ejecutivo de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que atiende en el mundo a unos 20 millones de personas forzadas a abandonar sus países de origen por razones políticas, había diseñado a comienzos de año planes de apoyo al retorno voluntario y reintegración de unos 500.000 refugiados y solicitantes de asilo iraquíes.

El programa elaborado por el Acnur antes de la invasión en marzo de las fuerzas militares de Estados Unidos y de Gran Bretaña contemplaba también el retorno a sus hogares de unos 800.000 desplazados en el propio Iraq.

Esa categoría de los desplazados internos, que abarca en el mundo de 20 a 25 millones de personas, preocupa también al Acnur porque pueden convertirse en actores de éxodos similares a los de refugiados.

Pero esas operaciones planeadas para Iraq quedaron interrumpidas después del ataque del 19 de agosto contra las oficinas de la ONU en Bagdad y de otros graves incidentes de seguridad, precisó el director de Acnur, Ruud Lubbers.

El atentado con explosivos contra la sede de la ONU dejó 22 muertos, incluido el jefe de esa oficina, el brasileño Sergio Vieira de Mello, quien desempeñaba en Bagdad las funciones de representante personal del secretario general de la ONU, Kofi Annan.

A partir de ese momento la ONU hizo saber que se proponía seguir cumpliendo por entero su papel de asistencia al pueblo iraquí, pero sujeto a las condiciones de seguridad.

Por otra parte, Annan declaró que las agencias humanitarias nunca deben caer en la imprudencia cuando están en juego las vidas de sus funcionarios.

La cuestión consiste ahora en encontrar el equilibrio correcto, dijo Lubbers al abrir esta semana las deliberaciones del comité ejecutivo.

Pero la respuesta no reside en más vehículos blindados, en barricadas o en guardias armados, sino en una mejora del clima político general, opinó el Alto Comisionado de Acnur.

Antes de los atentados, el Acnur tenía oficinas en Bagdad, en la meridional Basora y en la septentrional Erbil, donde trabajaban 42 funcionarios internacionales y 98 iraquíes. Ahora sólo permanecen dos extranjeros en Erbil y la cantidad de empleados locales ascendió a 118.

”Nos enfrentamos a una tarea de postguerra dificultosa”, admitió el subsecretario de Estado para Población, Refugiados y Migraciones de Estados Unidos, Arthur E. Dewey. Las fuerzas ocupantes gobiernan Iraq a través de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC).

La invasión a Iraq comenzó el 20 de marzo y Washington dio por finalizada la guerra el 1 de mayo con el derrumbe de las últimas resistencias convencionales del régimen de Sadam Hussein. Estados Unidos, la primera fuerza ocupante, ha emplazado 130.000 soldados en el país árabe.

Khudir calculó que unos cuatro millones de iraquíes se vieron forzados a abandonar su país durante la dictadura de Hussein. Pero hasta ahora sólo regresan los refugiados establecidos en Rafha, Arabia Saudita.

Hace una semana ingresó a Iraq el cuarto convoy de camiones que transportaba desde Rafha a 450 personas. En ese tipo de operaciones han regresado ya 1.200 personas.

El ministro iraquí dijo que el quinto transporte desde Arabia Saudita ya se encuentra en preparación.

En materia de refugiados, uno de los objetivos del Consejo de Gobierno, el poder instalado en Bagdad por la APC, consiste en lograr el retorno de los 202.000 iraquíes que se encuentran en Irán.

El funcionario del nuevo gobierno iraquí anunció que este miércoles firmó en Ginebra un acuerdo marco con Irán para facilitar el retorno voluntario de refugiados y desplazados. Teherán estuvo representado en ese acto por su viceministro de Interior, Gholam Hussein Bolandian.

La población refugiada iraquí se compone de personas de todos los sectores e incluye a musulmanes y cristianos. Entre los primeros figuran sunitas, chiitas, kurdos y árabes, dijo el ministro.

Muchos de los refugiados son profesionales con especializaciones técnicas y también maestros y profesores. El regreso de esas personas contribuirá al proceso de reconstrucción del país, aseguró el funcionario a los periodistas.

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