Unos 15.000 millones de dólares huyeron del mercado bursátil de Rusia desde el fin de semana, cuando el hombre más rico del país, Mijaíl Jodorkovsky, fue arrestado por fraude, desfalco y evasión de impuestos.
La enorme compañía petrolera con 55.000 millones de dólares de capital que encabeza Jodorkovsky, que cuenta con una fortuna personal de 11.000 millones de dólares, es resultado de la fusión este mes de las compañías Yukos y Sibneft.
La producción de YukosSibneft suma 2,35 millones de barriles de crudo diarios, lo cual la convierte en una de las mayores compañías petroleras mundiales.
A nadie le sorprendió las olas que levantó el arresto de Jodorkovsky. La cotización de las acciones de YukosSibneft cayó 20 por ciento el lunes, y el índice del Sistema Bursátil Ruso se precipitó 10 por ciento.
Hubo una ligera recuperación el martes y este miércoles, en parte cuando se difundió la apelación presentada por los abogados de Jodorkovsky.
La Unión de Industrias y Empresas Rusas, cuyos miembros representan más de la mitad de la economía nacional, salieron en defensa del Jodorkovsky y sugirieron al presidente Vladimir Putin que tomara acciones inmediatas en favor del millonario detenido.
Pero ”no habrá negociaciones en torno de los órganos a cargo de la ley y el orden. Todos somos iguales ante la ley, sin importar cuántos miles de millones de dólares tenga una persona en su cuenta personal o corporativa”, contestó Putin.
El presidente exhortó a la población a poner fin a la ”especulación e histeria” que rodea el caso.
Pero nadie acogió su solicitud. El diario Nezavisimaya Gazeta, de Moscú, imprimió el título ”Capitalismo con rostro estalinista”. Por su parte, el diario Izvestia indicó que el arresto ”podría convertirse en un punto de quiebre en la historia rusa”.
”Yukos decapitada”, tituló el periódico Vedomosti. El arresto ”origina más que unas pocas preguntas”, inquirió, incluso, el diario Rossiskaya Gazeta, propiedad del gobierno. Y el periódico The Moscow Times describió la detención como un golpe de Estado a cargo de las agencias a cargo de la ley y el orden.
Fue un arresto dramático. Oficiales armados de las fuerzas especiales policiales capturaron el sábado el avión privado de Jodorovsky en el aeropuerto siberiano de Tomilino, en Novosibirsk. El millonario regresó a Moscú en un avión de la policía.
Ese mismo día, el Tribunal de Distrito de Basmanny, en Moscú, ordenó más tarde mantener detenido a Jodorkovsky en la prisión capitalina de Matrosskaya Tishina hasta el 30 de diciembre.
Fiscales afirmaron que un registro en las oficinas de Yukos arrojaron evidencias sobre malversación de propiedades del Estado y fraude por 1.000 millons de dólares y unos dos millones de dólares en impuestos no pagados en 1998 y 1999.
El caso comenzó con el arresto en julio de Platon Lebedev, un multimillonario ejecutivo de Yukos considerado el principal colaborador de Jodorkovsky. Los fiscales acusaron a Lebedev de defraudación al Estado por 300 millones de dólares en el proceso de privatización de la compañía, concretada en 1994.
Jodorkovsky había previsto su arresto en una conferencia de prensa a comienzos de este mes, cuando afirmó que prefería ir a la cárcel que abandonar el país como ”exiliado político”.
La detención siguió a versiones de prensa publicadas a comienzos de este mes, según las cuales Yukos negociaba alianzas con compañías estadounidenses como ExxonMobil y ChevronTexaco, en procura de socios extranjeros que lo libraran de la presión gubernamental.
El segundo del Partido Liberal Democrático, Alexey Mitrofanov, atribuyó el arresto a la posibilidad de que las empresas estadounidenses pasaran a controlar 40 por ciento de YukosSibneft.
El estadounidense Steven Theede asumió como jefe ejecutivo de la compañía luego del arresto de Jodorkovsky. El jefe financiero de la firma, Bruce Misamore, también es estadounidense.
”Estamos preocupados por las potenciales implicaciones negativas (del caso) para el Estado de derecho”, dijo el portavoz del Departamento de Estado (cancillería) estadounidense, Richard Boucher.
También el comisario de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Chris Patten, advirtió que Rusia debe respetar el Estado de derecho, y anunció que los líderes del bloque podrían analizar el asunto con Putin en la reunión que mantendrán en Roma el 9 de noviembre.
En un comunicado, Yukos atribuyó el arresto y sus ”motivos absurdos” a «motivaciones políticas”, por ejemplo, el financiamiento por parte de Jodorkovsky de varios partidos opositores, como el liberal Yabloko y la Unión de Fuerzas Derechistas, en las elecciones parlamentarias previstas para el 7 de diciembre.
Además, el alto ejecutivo de Yukos, Vasily Shakhnovsky, acusado de evasión impositiva, fue elegido el lunes miembro del Consejo de la Federación, la cámara alta del parlamento, por el distrito siberiano de Evenkia. Su investidura le confiere inmunidad.
Los fiscales investigan ahora la legitimidad de las elecciones en Evenkia, una región tan grande como Gran Bretaña y Francia juntas, pero con apenas 200.000 habitantes. Yukos tiene allí grandes instlaciones de exploración petrolera.
