Brasil condonó otros 50 millones de dólares de la deuda de Bolivia y aumentó en más de 600 millones de dólares sus inversiones y los volúmenes de compra de gas boliviano. El presidente brasileño Luiz Inácio Da Silva, a través de su canciller, Celso Amorim, confirmó su firme compromiso de dar un apoyo decidido y sin condicionamientos a Bolivia en el propósito de contribuir a su desarrollo interno y su papel integrador en el contexto regional.